Schröder decide en la prórroga un vibrante duelo

El País
La selección alemana logró imponerse en Madrid a España por un ajustadísimo 106-105 en la prórroga (94-94 al final del tiempo reglamentario), en un partido cargado de emoción, intensidad y simbolismo. Fue el penúltimo ensayo para el conjunto dirigido por Álex Mumbrú antes de encarar el EuroBasket 2025, y el primero de los dos duelos directos entre los dos últimos campeones del mundo. El Movistar Arena, que presentó un gran ambiente y rindió homenaje a Sergio Llull, disfrutó de un espectáculo de altísimo nivel que dejó la sensación de que ambas selecciones, pese a estar en plena preparación, mantienen intacto el gen competitivo.
El héroe de la noche no fue otro que Dennis Schröder, el líder indiscutible de esta generación alemana, quien a falta de seis segundos para el final de la prórroga firmó la canasta decisiva con una acción individual de pura energía y determinación. El base de Toronto Raptors volvió a asumir la responsabilidad en los momentos calientes y cerró su actuación con 26 puntos, confirmando que sigue siendo la brújula de su selección. A su lado, Franz Wagner aportó 19 tantos y volvió a ser la otra gran referencia ofensiva de un equipo que, incluso en un amistoso, mostró la solidez y el carácter que lo llevaron a conquistar el Mundial de 2023.
Serios en defensa
El choque comenzó con Alemania muy seria en defensa, obligando a España a lanzar en situaciones incómodas y negándole tiros fáciles. Pese a un acierto irregular en ataque —especialmente desde el triple, con porcentajes bajos en la primera mitad—, el conjunto germano encontró pronto la manera de hacerse con el control gracias a un parcial de 12-0 que le permitió adelantarse en el marcador. España, sin embargo, reaccionó con coraje, aprovechando algunas pérdidas de balón de Schröder y castigando con un triple que devolvía la iniciativa a los de Sergio Scariolo, que cerraron el primer cuarto por delante (24-22).
A partir de ahí, el guion cambió. Alemania se recompuso de inmediato, volvió a endurecer su defensa y con un 9-0 culminado por un triple de Schröder recuperó el mando. Desde ese momento y hasta el descanso, los germanos dominaron con firmeza, pese a acumular hasta diez pérdidas de balón. La primera parte se cerró con ventaja visitante (45-38), fruto de una mayor intensidad y de un juego de transiciones rápidas que complicó mucho la labor defensiva española.
Reacción española
El tercer cuarto ofreció un intercambio constante. España, liderada por su carácter colectivo y por una mayor eficacia desde el perímetro, recortó distancias, mientras que Alemania respondía una y otra vez con la rapidez de sus transiciones y con el acierto de jugadores interiores como Johannes Voigtmann y Daniel Theis, que anotaron triples importantes al inicio del periodo. Theis, que regresaba tras lesión, fue de menos a más y dejó buenas sensaciones, aunque acabó eliminado por cinco faltas en el tramo final. Con todo, Alemania alcanzó el último cuarto por delante (76-72), mostrando una notable capacidad para resistir cada acometida española.
El último periodo fue una montaña rusa. Alemania llegó a situarse con nueve puntos de renta tras un triple de Thiemann y un robo culminado por Schröder, pero España no se rindió. Con una mejora evidente en el tiro exterior y aprovechando algunas decisiones apresuradas del capitán alemán, los de Scariolo fueron limando la desventaja. A falta de poco más de cuatro minutos, una técnica a Theis lo dejó fuera de combate, lo que dio alas a la remontada local. En medio de una fase final caótica, con pérdidas y errores en ambos bandos, España firmó el empate a 94 con apenas 39 segundos por jugar. Ninguno de los dos equipos encontró la manera de romper la igualdad, y el duelo se marchó a la prórroga.
Prórroga
El tiempo extra fue un reflejo del partido entero: alternancia de aciertos, máxima tensión y liderazgo de los jugadores franquicia. Alemania arrancó mejor, pero España, empujada por su público y con la ambición intacta, se puso por delante con un triple a falta de 43 segundos (103-102), algo que no sucedía desde el segundo cuarto. Sin embargo, cuando más lo necesitaba su equipo, Schröder apareció de nuevo. Con sangre fría y determinación, anotó la canasta ganadora a seis segundos del final, sentenciando un triunfo de prestigio para la campeona del mundo.
Más allá del resultado, el duelo deja conclusiones interesantes. Alemania, que sumó su cuarta victoria en cinco partidos de preparación, confirmó que posee un bloque sólido y que sus principales estrellas llegan con el instinto competitivo intacto. La defensa funcionó desde el inicio, el ritmo de juego fue el que desea Mumbrú y el equipo respondió incluso sin contar con piezas importantes como Moritz Wagner, Maxi Kleber o Isaiah Hartenstein. Por su parte, España volvió a demostrar que, pese a las bajas y a los problemas físicos que arrastra, siempre compite al máximo nivel. La aparición de los jóvenes, el espíritu colectivo y la energía del grupo mantuvieron a los de Scariolo con opciones reales hasta el final.
El sábado revancha
El próximo sábado en Colonia se vivirá la revancha inmediata, en lo que será la última oportunidad para ajustar detalles antes del EuroBasket. Allí, frente a su afición, Alemania buscará confirmar las buenas sensaciones y cerrar su preparación con una victoria que le permita llegar a la cita continental con confianza plena. España, mientras tanto, tratará de devolver el golpe y mostrar que, incluso en reconstrucción, sigue siendo un rival de máximo nivel.
Lo cierto es que el partido de Madrid recordó a todos que cuando España y Alemania se enfrentan no existen amistosos. Cada duelo entre ambas selecciones se convierte en un examen de carácter, en un pulso de campeones del mundo que no entienden de concesiones. Y en esa lucha sin concesiones, Dennis Schröder volvió a erigirse en el protagonista absoluto, certificando que Alemania encara el EuroBasket con la ambición intacta y con la seguridad de tener un líder capaz de decidir cualquier partido.
Fotografía de El País
Autor: Vicente Ropero
