Tiempos difíciles

Que venían semanas duras es algo que ya sabíamos los aficionados alicantinos pero, si viene temporal, había que acordarse de sacar el paraguas y mojarse lo menos posible. Primero Palencia (en casa, pero equipo con opciones de ascenso), después dos partidos fuera seguidos (Guipúzcoa y uno de los mejores de la liga, Fuenlabrada) y, en breve, nos visita en casa el líder San Pablo Burgos. Planazo para un equipo agonizando en zona de descenso.

Del partido contra Palencia sacamos una injusticia monumental y mal sabor de boca, por suerte en Guipúzcoa nos llevamos la victoria y, este fin de semana, nos traemos una derrota previsible de Fuenlabrada. Se vienen curvas. Eso sí, creo que podemos seguir teniendo la sensación de que el equipo es otro y si empezase la liga en este momento, nuestra situación sería muy diferente.

El HLA Alicante cayó en el Pabellón Fernando Martín por 85 a 63, pero el resultado de más de 20 puntos es engañoso. El Lucentum peleó y aguantó hasta el final con posibilidades y dentro del partido. Al menos aguantó hasta que las fuerzas se acabaron. Fuenlabrada es un pedazo de equipo que va a competir seriamente por el ascenso y, en el último cuarto, se nos acabó la pila y nos pasaron por encima. Una pena.

Pagando los platos rotos del primer cuarto

El cuarto más determinante del partido, sin duda, fue el primero. El equipo alicantino fue arrastrando el mal comienzo durante todo el partido y, aunque intentaba sobreponerse y recuperar posiciones (y no se iba nunca del todo del encuentro) al final acabó siendo un abismo que no logramos recuperar.

Y eso que en los primeros minutos Jordan King pudo echarse el equipo a las espaldas ante la ausencia de Larsen en el quinteto inicial, hasta llegar a un interesante inicio por 5-11. Pero el mal comienzo de los locales desaparecería de golpe en este punto, un terrible parcial de 21-0 para darle la vuelta completar al marcador, con tiempo muerto de Perelló incluído que no logró aplacar la sangría.

Fuenlabrada se limitaba a mantener el gran nivel individual de sus jugadores

El resto del partido los madrileños vivieron de rentas, teniendo calidad de sobra para contemporizar el partido y evitar que los alicantinos recortasen distancias. En el segundo cuarto entró Larsen y el equipo lo notó. El equipo defendía mejor pero, al cambio, le costaba más atacar. El equipo alicantino maquilló el marcador antes de llegar al descanso, pero se le notaba el peso de los partidos y la presión. 33-23

Quizás el mejor momento visitante se vivió en el tercer cuarto. Larsen comenzó a entonarse y HLA se re-enganchó al partido poniéndose a 6. Pero cada vez que el Lucentum pasaba un buen momento, Fuenlabrada sabía reaccionar y poner tierra de por medio para desactivar un posible revulsivo. Al final, llegamos al último cuarto con 12 puntos de diferencia.

Había esperanza y el último cuarto fue intenso y duro, el partido se paraba muchísimo por las faltas y el acierto en las mismas iba a ser determinante para los últimos minutos. Si le sumamos la calidad individual de los jugadores de Fuenlabrada, el acierto de Durán, y la profundidad de plantilla, el resultado nos da un Lucentum que acabó por rendirse en los últimos minutos donde los locales se fueron hasta el marcador final de 85 a 63.

Ahora nos viene San Pablo Burgos a casa en dos semanas. Hay tiempo para prepararse ante la nueva tormenta que se puede avecinar.

Flexicar Fuenlabrada: Matulionis (3), Jorgensen (11), Zurbriggen (11), Torrontegui (1), Nzosa (2), Rodríguez Pascual (3), McGrew (12), Edu Durán (20), Munnings (10), Nwogbo (10), Cruz (2) y Westermann (0).

HLA ALICANTE: King (15), Aris (0), Rivas Palmer (2), Mwema (4), Moute a Bidias (5), Bressan (6), Adrià Rodríguez (5), Rosa (0), Larsen (12), Kacinas (3), Llorente (7) y López Laz (4).

Flexicar Fuenlabrada– 21 – 12 – 22 – 30  TOTAL: 85

HLA Alicante– 11 – 12 – 20 – 20 TOTAL: 63

Imagen de HLA