Doble triunfo en la preparación para el Eurobasket

Fotografía de Aachener Zeitung
La campeona del mundo ya ha dado el primer aviso antes del EuroBasket 2025. Alemania, dirigida por el técnico catalán Álex Mumbrú, se impuso en sus dos primeros partidos de preparación a una Eslovenia que, en el primer duelo, contó con un Luka Doncic en gran forma pero que, en el segundo, optó por reservar a su gran estrella. En ambos casos, el equipo germano demostró solidez, capacidad de reacción y una profundidad de plantilla que invita a pensar que volverá a estar entre los grandes aspirantes en la cita continental.
El primer asalto, disputado en Liubliana, tuvo todos los ingredientes de un gran espectáculo. La expectación era máxima por la reaparición de Doncic con la camiseta de su selección, visiblemente más delgado y con la frescura que le caracteriza en cada verano con su país. Y el esloveno no decepcionó: en solo 24 minutos de juego firmó 19 puntos, 5 asistencias y 3 rebotes, regalando al público local jugadas de fantasía, triples imposibles y acciones que levantaron a la grada. Sin embargo, su impacto no fue suficiente para frenar a un equipo alemán que, tras un primer tiempo igualado, rompió el partido en el tercer cuarto con un parcial demoledor que les dio un colchón de 22 puntos (60-82) antes del último periodo.
Kramer, la sensación
El gran protagonista en el bando germano fue David Kramer. El nuevo escolta del Real Madrid no solo brilló por sus 18 puntos, sino por la manera de conseguirlos: agresivo, efectivo y con la confianza de un jugador que parece haber encontrado en Mumbrú un entrenador que entiende a la perfección sus virtudes. Su triple desde más allá del medio campo para cerrar el tercer cuarto fue, probablemente, la imagen del partido. A su lado, Franz Wagner igualó la cifra anotadora con 18 puntos, demostrando que su papel en esta selección es cada vez más determinante. Dennis Schröder, siempre regular, sumó en todas las facetas para completar una victoria convincente por 89-103.
El segundo capítulo de este duelo llegó apenas dos días después, en Mannheim, con un guion bien distinto. Sekulić decidió dar descanso a Doncic, consciente de que la prioridad para su estrella es llegar fresco a la cita oficial. Sin su líder en pista, Eslovenia mostró un juego coral más repartido, capaz de plantar cara durante buena parte del encuentro. Alemania, que venía de un triunfo claro, se encontró con un rival más incómodo, especialmente en el último cuarto, cuando a falta de cinco minutos y medio los eslovenos mandaban por 60-67.
Fue en ese momento cuando volvió a emerger el carácter de la campeona del mundo. Un parcial final de 20-3, liderado por la energía de Schröder y la consistencia de Wagner, dio la vuelta al marcador y cerró el segundo triunfo consecutivo por 80-70. Schröder, con 18 puntos, 6 asistencias y 2 rebotes, asumió la responsabilidad en los momentos decisivos, mientras que Wagner, con 17 tantos, volvió a confirmar que su papel será clave en el EuroBasket.
Buenas sensaciones
Más allá de los resultados, estos dos partidos sirven para extraer varias conclusiones en clave alemana. La primera, que la adaptación de David Kramer al esquema de Mumbrú avanza a buen ritmo y que el escolta parece dispuesto a ganarse un rol importante desde el primer día. La segunda, que la profundidad de plantilla permite a Alemania ganar partidos exigentes incluso cuando alguno de sus referentes no asume todo el protagonismo. Y la tercera, que el bloque mantiene la mentalidad competitiva que le llevó a proclamarse campeona del mundo en 2023.
En el caso de Eslovenia, la doble derrota no debería interpretarse como un síntoma de debilidad, sino como parte de un proceso de ajuste. La presencia de Doncic en el primer partido dejó claro que, con él en pista, la selección gana en creatividad y capacidad ofensiva. Sin él, el equipo necesita encontrar otras vías de anotación y reforzar su consistencia en los minutos finales, algo que le costó caro en Mannheim.
Con el EuroBasket 2025 a la vuelta de la esquina, este doble enfrentamiento ha servido para encender motores y medir fuerzas entre dos de las selecciones que estarán en el foco mediático del torneo. Alemania ha mostrado que su condición de campeona no es casualidad, mientras que Eslovenia ha dejado destellos de lo que puede lograr si llega con su estrella en plenitud. La preparación continúa, pero si algo ha quedado claro en estos primeros duelos es que, cuando el balón se lance al aire en el campeonato, ambos equipos estarán listos para dar espectáculo.
Fotografía de Aachener Zeitung
