Año nuevo, vida en el Cáceres

Que la situación en el Cáceres es complicada, lo sabe todo el mundo. Que hay que empezar a tomar decisiones (y espero que la cabeza el míster no sea la primera), es de cajón. Que hay jugadores que rinden por debajo de las expectativas se ve en la cancha. Pero esto sigue y el club se mueve. Podrán equivocarse, pero se mueven. A muchos de nosotros que gritamos desde el asiento “que corten cabezas” no nos gustaría estar en la situación de tener que ser los verdugos.
Hay que reconocer que el mes de diciembre ha sido negro, pero señores, seamos honestos. Palencia, Lleida, Burgos y Estudiantes…. Ellos se van a batir por el ascenso y Cáceres no está en la misma situación del año pasado. Esta vez el engranaje cojea. Pero es que el baloncesto es así.
Pues, día 1 de enero de 2013. Parece que las oficinas del club están abiertas mientras nosotros disfrutamos de cavas, turrones y demás. Mientras eso, hay gente que no duerme. Y Cáceres Patrimonio de la Humanidad no ha esperado a Reyes. Se ha fichado a un anotador en mayúsculas. Cáceres se hace con los servicios del veterano de Washintong Kenny Hasbrouck.
Escolta, alero, este chico de 36 “tacos” viene a aportar su grano de arena para que Cáceres empiece a dormir en situaciones más cómodas.
Con enorme recorrido europeo, pues no fue “drafteado”, Alicante le vio jugar en sus filas, e Italia le rinde versos de arte mayor a este gran tirador. Y es lo que queremos en Cáceres, componer poesías que nos lleven a la victoria.
Se graduó en los Cardinal Gibbons (Baltimore, Maryland), Hasbrouck jugó la temporada de postgrado con el Maine Central Institute. Se comprometió con Siena University, jugando en la Metro Atlantic Athletic Conference (MAAC) de la División I de la NCAA, en mayo de 2005, como primer reclutamiento del entrenador Fran McCaffery.
Por aquellos entonces promedió 12.4 puntos, 4.3 rebotes y 2.6 asistencias por partido y fue nominado ocho veces el Roockie de la semana.
La temporada pasada jugó en el Pallacanestro Biella aportando a su equipo 13.8 puntos, 3.7 rebotes y 4.3 en esas maravillas que llamamos asistencias. Su mejor temporada respecto a estadísticas vienen de la temporada 14-15 con el Kleb Basket Ferrara de la segunda división italiana. Sus 20.5 puntos, 3.2 rebotes y 3.9 asistencias dan fe de las estadísticas.
Y si eso pasó en la segunda división de Italia, ¿por qué no ha de pasar en la segunda loca división en España?
Algunos pensamos que quizás falte un tío alto, un 4-5, que pueda acompañar a Vaidas y Julen. Pero yo no entiendo de esto y no seré quien les critique. Sí dejar claro por Basket Pasión, sección Cáceres, que si una directiva se mueve para solucionar problemas, se podrá fallar o no, pero es de honrar y reconocer que hacen lo inviable. Y desde aquí solo nos queda quitarnos el sombrero.

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