Baloncesto de barro

Damex Udea conquista una valiosa victoria en la otra orilla mediterránea, por un solo punto 58-59.

Todos hemos visto alguna vez esas imágenes de partidos navideños, más en tono de broma que otra cosa, de deportes similares al fútbol, en los que los jugadores están en un terreno impracticable y con la sensación para el espectador de que anotar es casi una quimera, pues bien, salvando las distancias, algo así es lo que se ha vivido hoy en el Pabellón Guillermo García Pezzi, donde por momentos parecía que el balón era más grande que el aro, o que este aro compartía un imán con ese mismo balón que hiciese que se repelieran.

La tensión y dramatismo que se está generando en cada jornada de esta Leb Plata está creciendo por día que pasa y no sabemos dónde llegará , quizás por eso estamos asistiendo a partidos donde la plasticidad y belleza pasan a planos secundarios y las canastas se ejecutan como si estuviéramos en una escena final de una película de Scorsese .

Aportar estadísticas es algo intrascendente pero podemos decir que se han lanzado 118 tiros de dos y 35 tiros libres para no conseguir llegar ningún equipo ni a 60 puntos o que el vencedor del partido lo ha hecho dando solo 7 asistencias y perdiendo 20 balones.

Los dos primeros cuartos, acabaron con una ventaja de 5 puntos para los locales, después de una reacción antes del descanso y que el acierto de triples de Udea bajase. El partido era una sucesión de jugadas deslavazadas que conformaban un territorio donde el equipo que mejor supiera leer las debilidades contrarias sería el vencedor, y ese equipo fue Udea, quien forzó, en este partido sí, faltas interiores que a la postre supusieron una gran ventaja en los momentos finales.

¿Y entonces como ha logrado la victoria ?

Para empezar Udea no ha dejado de creer en que podía ganar, y lo ha hecho de manera inquebrantable y aunque ningún jugador haya estado especialmente acertado (Berni 1/7 en triples) ni tan siquiera en esos instantes finales, donde todo se había vuelto de un gris verdaderamente oscuro, pero aún así ,  nadie ha perdido la calma, los nervios, y esto es algo que revisionando el partido se aprecia con mucha claridad. Da la sensación de que este grupo de jugadores se ha curtido a una velocidad atómica y que se están forjando en estos partidos, y eso de cara al tramo final de la competición es un gran activo.

Nos encontramos así en la segunda parte donde Melilla, merced a triples liberados de Jesús Castillo (3/4) da comodidad a los locales, nada hace presagiar una victoria visitante cuando se llega al último minuto con un 58-53, y antideportiva para los locales. Udea en 8 minutos y medio llevaba 6 puntos anotados.

Todavía vendría un tiro libre más y otro ataque fallado de Udea , después otro libre fallado hasta llegar al minuto final en el que hubo un 0-6 de parcial de los que  5 puntos  fueron del pívot Sami Eleraky quien fue un firme baluarte de la fe  que este equipo ha tenido hasta el último aliento de esta batalla tan épica, y quien  en 40 segundos anotó tanto como en los 24 minutos anteriores,  pero ahora tenían otro valor, porque,  salvo Vucica, que dentro de su anarquía siempre aporta algo, los demás no parecían poder anotar.

Orrit puso el punto final con una defensa muy meritoria al poste bajo contra el mejor jugador melillense , Serigne Lamine, quien hace dos años militara también en Udea.

La inyección de optimismo y energía para afrontar el desplazamiento a Albacete es descomunal, y además Udea  siente que ha recibido lo que la semana pasada se le arrebató de manera cruel.

 MELILLA CIUDAD DEL DEPORTE ENR (16+15+15+12): Igbanugo (2), García (4), Castillo (11), Lamine (12), Ordóñez (5), Okanu (4), Pirela (3), Orozco (4), Fernandez (0), Bafutto (6) y Vázquez (7).

DAMEX UDEA ALGECIRAS (15+11+21+12): Ceceilia (0), Orrit (6), Balastegui (1), Vucica (10), Fercho (2), Rodríguez (7), Eleraky (11), Berni (8), Revilla (4) y Thiam (10).

Árbitros: Salvador Patricio López y Juan Jesús Betanzos García .

Fotografía Canal Feb.

Autor: Antonio Lara