Borrón y cuenta nueva.
Una oportunidad de oro para lavar la imagen dada en Girona.
Lo decía ayer, la liga Endesa no espera por nadie. Sin tiempo para lamentar la debacle sufrida en Girona, el Dreamland Gran Canaria tiene que centrarse en su enfrentamiento el domingo contra el Joventut de Badalona, partido correspondiente a la jornada 3 y que se disputará en Olímpico a las 12.30 (hora peninsular).
Para los amarillos, es el segundo partido consecutivo fuera de casa, aunque falta un tercero de Eurocup. Los pupilos de Jaka Lakovic tienen una oportunidad de oro para limpiar la imagen nefasta dada ante los gerundenses.
Los claretianos tienen tres días para recuperar y pasar página, hacer borrón y cuenta nueva. ¿El problema? El problema es que te enfrentas a un Joventut que también ha dado una pésima imagen estos días y querrá, al igual que los nuestros, hacerse un “lavado de cara” ante los suyos.
Si a eso le sumamos la espinita que tienen clavada con el Granca de la temporada anterior (recordemos que perdieron todos los enfrentamientos contra los canarios), tenemos entre manos una bomba de relojería.
Ambos conjuntos quieren darlo todo, demostrar que lo que les ha pasado ha sido sólo uno error, un lapsus momentáneo, el partido tonto de temporada. En resumen, que alguien va a pagar los platos rotos del otro y, ya les anticipo, que la cuenta va a salir por un pico.
Las claves para los amarillos
La clave de los amarillos para ganar este encuentro pasa por jugar con su estilo y no dejarse llevar por la dinámica que marque la “Penya”.
Este fue uno de los tantos errores cometidos en Girona. El Granca utiliza un estilo de juego más pausado que otros equipos más físicos, con un juego coral disfrutón, aprovechando los “Pick and roll” cuando estamos fallones en el tiro exterior.
Los de Lakovic deben recordar que los partidos se ganan desde la defensa hacia al ataque y que sin intensidad y ganas, no se llega a ningún sitio.
Otro punto a tener en cuenta es la concentración. La desidia vista en la pista del Girona no nos hará ganar partidos. La falta de concentración de los jugadores, a la hora de salir a pista, trajo como consecuencia un cuarto en el que te meten 32 puntos. Mente fría, corazón caliente.
Otro error que Jaka no puede cometer es dejarse ir a la hora de pedir un tiempo muerto. Si tienes que usarlo en el primer minuto de partido porque tus jugadores están mentalmente dispersos, hazlo. Es preferible hacerlo de inicio a parar el partido cuando ya te han hecho un roto en el parcial, más que nada porque puedes provocar un reacción favorable en tus jugadores y, a la vez, parar la dinámica del rival.
Se puede perder pero dando la cara.
No nos engañemos y tengamos las cosas claras. El partido contra la “Penya” va a ser duro. Son un rival directo y con muchos recursos. El Joventut es un hueso duro de roer, juegan en casa, con su gente. Tenemos un 50% de probabilidades de ganar este partido pero también de perderlo. La diferencia la marca el cómo.
Si el equipo pierde después de batallar, mostrando su juego, intensidad, ganas y esfuerzo, nos quedaríamos rascados pero satisfechos. Lo que no podemos hacer es perder como lo hicimos en Girona, porque entonces no hablaríamos de una pájara en un partido puntual, sino que entraríamos en una dinámica muy peligrosa y hablaría muy mal de la fuerza mental de estos jugadores.
Así que, sólo espero ver un partido de baloncesto de gran nivel, que nuestros jugadores salgan a “comerse” la pista y a luchar por cada balón, intensidad y ganas, muchas ganas. Que sepan que se puede perder pero con dignidad, esa que se olvidaron en el otro día.
No más pájaras absurdas y a por ellos, confianza plena en los nuestros.
