Carta a un club que enamora

Orgullosas. Así deben sentirse las jugadoras del mejor equipo de Europa de baloncesto, el Recoletas Zamora. Y así debe sentirse la afición naranja para con su equipo. Hoy solo cabe una palabra: orgullosas.

Y quizás sea yo el menos indicado para escribir estas palabras por verlo desde fuera. Pero, ¡qué coño! Lo estoy viviendo desde dentro, me siento tan naranja como todos vosotros. Hoy más y con mayor motivo.

Era difícil. Era Unicaja Mijas. Y lo hemos dicho toda la semana: ¡Joder, que es Unicaja Mijas! Pero segurísimo que ellas han dicho lo mismo que nosotros: ¡Joder, que es Recoletas!

Estad orgullosas

Estad orgullosas, aunque hayamos perdido. Pero no hemos perdido por hacerlo mal. Hemos perdido porque ellas, en cierto momento, nos han superado. Y eso es legal. Pero hemos sido bravas. Hemos estado en todo el momento dentro de un partido difícil en el que lo hemos puesto difícil.

Ya no importa el marcador. Quizás hoy sea lo de menos. Lo importante es que Recoletas Zamora ha dejado huella en la mejor Final Four de los últimos años.

Sois un proyecto joven. Un equipo con tan solo una jugadora que repetía temporada por tercera vez y que en estos días ha colgado las botas. Y otra que llegaba a mitad de temporada, tras un complicado comienzo de temporada. La base más pura se lesionaba tras la jornada una…

El fondo de banquillo sí es el deseado para un club de cantera, pero sacrificamos otras cosas para que eso ocurra.

Doce menos veinte de la noche. Aquí me hallo, escribiendo estas palabras porque no quería dejar apagar mi corazón. Tenía que deciros que me siento feliz de todas. Y también de ese maravilloso cuarteto que forma el cuerpo técnico. Y así os lo he hecho saber uno por uno.

Vuestras lágrimas antes, ahora las mías, tan solo nos engrandece en un baloncesto de gente honesta y trabajadora. Vuestros abrazos conmigo no pasan desapercibidos. Me hacen enamorarme del baloncesto. Me hacéis enamorarme todavía más del color naranja que predomina en el C. D. Zamarat.

Me hacéis sentir el tío más feliz y más afortunado del mundo. Os lo juro, y creerme que no miento. Zamora debe rendiros pleitesía a vuestra llegada. En esta vida se puede ganar y se puede perder y a veces eso no está en nuestras manos. Pero un día vi una película que decía eso. Decía que en cada momento se debe dar lo máximo. Vosotros lo habéis dado.

Gente que llora por no haber dado más. Esa gente es grande. Pero no se da cuenta que habéis llegado por el esfuerzo de cada una, de cada uno. Y lo que cuenta es eso.

Gente que llora porque deja la pista como jugadora y no se da cuenta de la marca que deja en muchas jóvenes. Y en mí, su más fiel fan.

Gente que llora por no haber dado una alegría más a sus seguidores, tan solo un pasito más.

Y yo que lloro por intentar explicaros que la alegría se viene dando desde septiembre. En cada paso, en cada gota de sudor, en cada canasta, en cada día de recuperación de una lesión sufriéndolo en silencio desde casa.

A esa afición naranja

Más de 50 y supongo que cientos que hoy se han tenido que pelear con Twitch para poder seguir el partido desde sus casas. Gentes que habrán sufrido nervios en cada uno de los segundos. Que habrán saltado en casa sin darse cuenta que hay gente que vive abajo y se puede molestar.

La marea naranja mueve montañas y yo me siento vuestro. ¿Cuántas veces se habrán dicho entre ellos: la temporada que viene volveremos a la Final Four a ganarla?

Y yo, aunque sea el menos importante de todos vosotros, prometo sacarme el abono de Cáceres-Zamora, porque, si me lo permitís yo no me lo pierdo. I will be back always with all of you.

Os grité desde la pista que sois grandes para que se enterase todo el mundo pero me quedé corto. El diccionario que yo conozco no posee ninguna acepción para definiros.

Gracias equipo, millones de ellas por haberme dejado estar con vosotros, en el Ángel Nieto en los partidos, en el Marta en las cervezas, en mis entrevistas, y en mis tonterías. Gracias por haberme abierto los brazos y el corazón.

Yo me llevo a mi Cáceres un mucho de cada uno de vosotros, de cada una de vosotras. Me llevo a mi Cáceres la sensación de que tengo una familia grande en Zamora a la que todavía; sin haberme ido, ya deseo volver a ver.

Y como despedida de esta gran temporada, el otro día me puse a enredar con la IA que no domino y me salió esto para vuestra, para nuestra capitana.

Cosas que tiene la inteligencia artifical

Gracias, siempre