El Hiopos Lleida se complica la vida

Hay derrotas que duelen y otras que dejan cicatriz. La de este sábado en el Coliseum de A Coruña pertenece a la segunda categoría. El Hiopos Lleida, que venía con el cuchillo entre los dientes, terminó mordiendo el polvo ante un Leyma Coruña que, hasta la fecha, parecía un moribundo. Un equipo con nueve derrotas seguidas, hundido en la clasificación y con la soga al cuello. Pero el baloncesto tiene estas cosas: cuando más hundido parece un rival, más peligroso se vuelve.

El Hiopos lo comprobó en carne propia. Bastaron diez minutos para entender que la noche iba a ser larga. El Básquet Coruña salió como un toro de lidia, con la rabia acumulada de meses de golpes y derrotas. Para cuando los leridanos quisieron darse cuenta, ya iban 31-16 abajo y los naranjas jugaban con la confianza de quien se ha quitado un peso de encima.

En ese primer cuarto, el Hiopos no fue más que un espectador. Las canastas de Trey Thompkins llovían como obuses sobre una defensa blanda, incapaz de parar la hemorragia. Van der Vuurst, que en los últimos partidos había sido el metrónomo del equipo, desapareció en combate. Gerard Encuentra pidió tiempo muerto, con el rostro de quien ve un naufragio sin poder hacer nada.

Una rebelión sin éxito

Pero si algo tiene este equipo es orgullo. En el segundo cuarto, Lleida despertó. Apareció Hasbrouck, un veterano de mil batallas, y con él, la reacción. Balón movido con inteligencia, intensidad en defensa, y el marcador que se apretaba hasta el 36-31. El Leyma Coruña tembló por un instante. Parecía que los fantasmas de la derrota volvían a visitarlos.

Porque cuando un equipo lleva meses con el agua al cuello y ve una oportunidad de respirar, la agarra con fuerza. Y así lo hizo el conjunto de Diego Epifanio. Un tiempo muerto, cuatro ajustes y un parcial de 5-0 que dejó a Lleida sin aire justo antes del descanso.

Lo que vino después fue un suplicio. Los leridanos lucharon, sí, pero con la sensación de remar contra la corriente. Huskic y Heurtel dirigían el ataque gallego con la tranquilidad de quien sabe que el rival está tocado. Los puntos de Batemon (18 y 26 de valoración en su debut) servían para maquillar el marcador, pero nunca para darle la vuelta.

El último cuarto solo sirvió para certificar la derrota. Walden, Bropleh y Hasbrouck buscaron la épica a base de triples, pero los fallos pesaban demasiado. Caicedo tuvo un lanzamiento para meter presión a Coruña, pero erró. Y Aleix Font, con un par de canastas, se encargó de cerrar el ataúd.

Lo que viene: Un calendario de infarto

El Hiopos Lleida vuelve de Galicia con más dudas que certezas. Más que una derrota, lo preocupante es la sensación de impotencia en los momentos clave. Porque la guerra por la permanencia no espera, y el calendario no da tregua. La semana que viene toca recibir a un nuevo rival en Barris Nord, donde perder no es una opción.

Habrá que ver si el equipo es capaz de levantarse. Porque en esta liga, quien se queda en el suelo demasiado tiempo, acaba pisoteado.

Ficha técnica

97 Leyma Coruña (31+21+26+19): Brandon Taylor (16), Phil Scrubb (7), Barrueta (8), Thompkins (17) y Diagné (2) -quinteto inicial-; Burjanadze (4), Huskic (15), Heurtel (9), Font (5) y Jakovics (14).

84 Hiopos Lleida (18+24+19+23): Van der Vuurst (-), Batemon (18), Caicedo (-), Madsen (7), Oriola (6)– quinteto inicial- Walden (12), Hamilton (8), Bropleh (14), Villar (2), Muric (4) y Hasbrouck (13).

Árbitros: Benjamín Jiménez, Alberto Sánchez Sixto y Raúl Zamorano.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada 21 de la liga Endesa disputado en el Coliseum de A Coruña ante 7.562 espectadores.

Foto: ACB/photo