España, campeona del mundo sub-19: El renacer de la Generación de oro
Tras un agónico triunfo ante Francia, con prórroga incluida, la selección española ha levantado este domingo en Debrecen su segundo trofeo mundial sub-19
La selección española ha conseguido hoy su segundo mundial sub-19. 24 años después del primero. Aquella vez, en 1999, fue bajo el nombre de «Mundial Junior». Eran los ‘Juniors de Oro’. Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Raül López, Felipe Reyes… La lista asusta. Jugadores que ya todos consideramos históricos.
Y que bonito es creer que muchos de estos chicos que hoy han alzado el trofeo, dentro de dos décadas, pueden ser también recordados como jugadores históricos de nuestro país. Les queda mucho trabajo por delante, por supuesto, pero lo que hemos vivido (y queda por vivir) con estos chicos, ilusiona.
No solo con los 12 jugadores que han formado la plantilla de Dani Miret. También aquellos que podrían haber estado, y por X o por Y no ha sido así. Los dos casos más claros, Aday Mara y Juan Núñez. Aunque no solo la generación 2004 (que veremos en profundidad más adelante) es muy buena, detrás viene una gran camada de talento, que invita al optimismo y que, junto a los ya más asentados (y aún muy jóvenes) Usman Garuba (2002) y Santi Aldama (2001), tendrán en breve las llaves de la absoluta.
Volviendo a la sub-19, el torneo ha sido brutal. Se ha conseguido la mayor diferencia de puntos en un Mundial (102-20 frente a Líbano), y no se ha perdido ningún partido. La defensa ha sido la seña de identidad de los españoles. Todos los jugadores han estado implicados, siendo agresivos en prácticamente todas las situaciones defensivas de todo el torneo. Hoy, en la final, se han robado hasta 18 balones. Me gustaría destacar aquí a Isaac Nogués, sin duda el mejor jugador de la final, que ha sido un auténtico ‘perro de presa’ todo el torneo, terminando con 6 robos de balón y siendo el líder defensivo.
Y si hablábamos hace unas líneas de nombres que ilusionan, no podemos dejar de hablar de Izan Almansa. El murciano ha sido el MVP del torneo. Lo fue también del Mundial sub-17 y del Europeo sub-18 (ambos torneos disputados el verano pasado). Ha promediado 16.9 puntos y 7.1 rebotes. El año que viene dará el salto al Ignite de la G-League, donde se preparará para entrar al draft de la NBA en 2024.
No nos podemos olvidar de Jordi Rodríguez. Junto a Almansa, ha formado parte del quinteto ideal del torneo. El exterior de la Penya ha realizado un excelente Mundial, demostrando su gran lanzamiento exterior, una confianza única y una mejora en muchas facetas de su juego. Ha sido el máximo anotador español de la final, con 18 puntos. El próximo año le veremos con más minutos en el primer equipo.
Otros nombres del combinado español que quiero destacar son:
- Baba Miller, que jugará el próximo año en Florida State. Sigue verde, pero tiene un físico privilegiado y ha dado muestras de lo que puede llegar a hacer.
- Rafa Villar, base del Barça. Hoy, con sus últimos minutos de partido, ha sido uno de los pilares. Ya realizó una gran final el verano pasado en el Europeo sub-18.
- Lucas Langarita. El escolta del Zaragoza es un gran anotador, capaz de penetrar sin miedo o lanzar de media distancia o desde el triple.
- Sediq Garuba. El pequeño de los Garuba. Pese a no tener un techo tan alto como su hermano, es otro ‘perro de presa’. Eso sí, tiene que pulir mucho aun su ataque.
- Sergio de Larrea: El de Valencia Basket no ha cuajado un gran Mundial a nivel numérico, pero es sin duda una de las mayores perlas de la generación 2005.
Por último, destacar a Dani Miret. El ayudante de Carles Durán en el Joventut sigue demostrando que es uno de los mejores entrenadores formativos del país. Una identidad clara de juego, con gran capacidad para controlar y manejar a todo el talento del plantel sin la necesidad de tener un jugador estrella.
Esta claro que el listón está muy alto. Han sido muchos años de medallas y trofeos. Pero lo que viene por detrás ilusiona. Podemos estar tranquilos; se está llevando a cabo un relevo generacional de forma natural. Ahora, disfrutemos el camino, pues el futuro llama a la puerta.
Imágenes obtenidas de la web de la FIBA.