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Movistar Estudiantes

83

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71

Inveraeady Gipuzkoa Basket

Movistar Estudiantes

83

-

71

Inveraeady Gipuzkoa Basket

  • Q1
    23- 18
  • Q2
    18- 11
  • Q3
    22- 16
  • Q4
    20- 26

En una noche vibrante de playoff en el Movistar Arena, el Estudiantes dio el primer paso en su camino hacia el ascenso a la Liga Endesa al imponerse por 83-71 a un Inveready Gipuzkoa Basket combativo, pero condicionado por sus bajas interiores y algunos errores clave. A pesar de un dominio constante de los colegiales, el choque dejó lugar para una reacción guipuzcoana en el tramo final y una polémica que generó revuelo: un error en la retransmisión televisiva que, durante casi dos minutos, sumó seis puntos de más al equipo local.

Con la grada entregada y el objetivo claro, los de Natxo Lezkano salieron a imponer su ritmo desde el salto inicial. Y lo lograron. Liderados por el oficio y la contundencia de Dejan Kravic en la pintura (15 puntos, 10 rebotes y 25 de valoración) y el talento ofensivo de Joaquín Rodríguez (18 puntos, 3 triples), el Estu marcó diferencias desde el primer cuarto, que se cerró con un 23-18 favorable y sensaciones muy positivas para los locales.

La tendencia no cambió en el segundo acto. Estudiantes mantuvo su equilibrio entre el juego interior y exterior, castigando cada desajuste defensivo de un GBC que echó demasiado de menos a sus dos referencias interiores: Josip Vrankic y Jakub Mokran. Sin su presencia, los guipuzcoanos sufrieron bajo los tableros y eso se reflejó en el marcador: al descanso, 41-29 para los madrileños.

El error del marcador que desató la confusión

Pero el momento más surrealista del encuentro llegó justo al reanudarse el tercer cuarto. El Inveready Gipuzkoa Basket sacó de mitad de cancha con el marcador supuestamente en 41-29. Sin embargo, los rótulos de la retransmisión televisiva mostraron un inesperado 47-29. Seis puntos fantasmas que, durante casi dos minutos, aparecieron como si nada en pantalla. Durante ese lapso, Smith organizaba las ofensivas visitantes mientras Mikel Motos y Schmidt anotaban, tratando de recortar la desventaja. Recién con 8:18 por jugar del tercer cuarto, la realización corrigió el marcador al 43-31, devolviendo cierta coherencia al desarrollo del partido.

Aunque la anécdota no afectó el tanteo oficial, sí generó desconcierto entre los espectadores y en redes sociales. Fue un episodio más en un duelo que, si bien parecía controlado por Estudiantes, guardaba aún emoción por desatarse.

GBC se rehace y complica el cierre

Porque, pese a todo, Gipuzkoa no tiró la toalla. Con Smith (18 puntos) como faro ofensivo y la contribución constante de Díaz (10) y De la Orden (11), el conjunto dirigido por Mikel Odriozola resistió con dignidad. Pagaron caro sus 17 pérdidas de balón y la desventaja reboteadora, pero su espíritu competitivo nunca se apagó.

En el último cuarto, llegaron incluso a situarse a tan solo nueve puntos y tuvieron posesión para recortar a cinco, lo que sembró cierta tensión en la grada. Pero ahí fue donde apareció la veteranía del Estu. Kravic y Andric dominaron la zona en los momentos calientes, y Joaquín Rodríguez volvió a ser decisivo con un triple que quebró el ímpetu visitante.

Con el control recuperado, Estudiantes cerró el partido con autoridad, dejando el marcador en un 83-71 que refleja el dominio global, pero también la resistencia de un GBC que no vendió barata su derrota.

Un primer punto de oro… pero nada está decidido

Este primer punto en la serie al mejor de cinco supone un paso importante para Estudiantes, pero en absoluto decisivo. El conjunto madrileño cumplió con lo esperado en su feudo, arropado por una afición entregada y exhibiendo un nivel de juego que lo confirma como uno de los grandes favoritos al ascenso.

No obstante, también se evidenciaron ciertas desconexiones defensivas en el tramo final y una tendencia a relajarse cuando el marcador parece encarrilado. En playoffs, cualquier concesión puede pagarse cara.

Más presión, otro escenario

Este domingo 18 de mayo a las 18:00 horas, la serie se traslada al Movistar Academy Magariños. Aunque sigue siendo territorio estudiantil, el cambio de escenario supone una alteración en la dinámica del partido. La cancha es más reducida, el ambiente aún más próximo y el GBC llegará sabiendo que una derrota lo dejaría al borde del abismo.

Por su parte, Estudiantes buscará cerrar el fin de semana con un 2-0 que le permita viajar a Illunbe con opciones de sellar la eliminatoria sin necesidad de un quinto partido. Las claves volverán a pasar por el dominio en la pintura, la dirección ofensiva de Granger y Rodríguez, y evitar lagunas como la del último cuarto.

Gipuzkoa, en cambio, deberá reducir sus pérdidas, mejorar en el rebote y encontrar soluciones creativas para compensar las bajas interiores. Pero si algo quedó claro este viernes es que el equipo vasco no se rinde y que, incluso con todo en contra, puede competir.

La serie está viva. El primer golpe lo dio Estudiantes, pero queda mucho baloncesto por delante.

83 – MOVISTAR ESTUDIANTES (23+18+22+20): Granger (9), Schmidt (7), Rubio (8), Alderete (4), Kravic (15) -cinco titular-, Joaquín Rodríguez (18), Andric (7), Sola (0), Alonso (6), C. Díaz (3), Garino (0) y Barro (6).

71 – INVEREADY GIPUZKOA (18+11+16+26): Smith (18), Johnson (5), Motos (2), Ansorregui (6), Nicolau (6) -cinco inicial-, Carralero (0), Zubizarreta (3), M. Díaz (10), Stürup (3), A. Martínez (11), N’Guessan (7) y E. Martínez (0).

Árbitros: Zafra, Morales y Carpallo. Sin expulsados.

Pabellón: Movistar Arena (Madrid); 9.935 espectadores.

Fotografía de El Diario Vasco

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