Ricky Rubio se pide un tiempo muerto
Nos enterábamos hace no más de un par de horas de la ausencia de Ricky Rubio, base de Clevland Cavaliers, de su renuncia al Mundial que está a punto de comenzar, por motivos de salud mental.
Pero hace unos minutos nos hemos enterado que el de El Masnou ha decidido parar su actividad profesional durante una temporada para poder recuperar su salud y estar con su familia. Y lo ha hecho con este comunicado:
«He decidido parar mi actividad profesional para cuidar mi salud mental. Quiero agradecer todo el apoyo que he recibido de la FEB para entender mi decisión. Hoy la familia tiene más sentido que nunca. Gracias. Pediría que se respetara mi privacidad para poder afrontar estos momentos y poder dar más información cuando sea el momento”.
Y la verdad que se nos encoge el corazón ante situaciones así. Y por supuesto que se va a respetar su privacidad como siempre se ha hecho. Las pérdidas familiares y la sucesión de lesiones, suponemos es el detonante de esta decisión.
Y tomar una decisión así es muy duro y por ello y por tener el valor de comunicarlo al mundo, desde aquí nuestro bravo.
Quizás el deporte a nivel de élite se preocupa de los jugadores a nivel deportivo y nunca en su preparación mental. Y si lo hacen la balanza en ningún momento es igualatoria. Quizás un Ricky Rubio más preparado psicológicamente hubiera podido pasar este trance si dejar su actividad profesional.
Los mismo, creo, o algo similar, le pasó a Nikkola Mirotic y Álex Abrines y otros conatos más en situaciones especiales. Y es triste, muy triste.
Pero permítanme personalizar en mí este artículo para que las críticas que se puedan verter caigan sobre el único responsable. Críticas quizás porque no se me entienda lo que quiero decir.
Por supuesto que deseamos todo lo mejor a Ricky Rubio, al igual que esos millones de humanos que sufren situaciones similares y no poseen un micrófono para ser escuchados, que encima se ven incapaces de tomarse un tiempo sabático para curar sus dolencias porque lo más urgente es alimentar a la familia y alimentarse uno mismo.
Las pérdidas familiares son brutales. Y entiendo que afecten a la salud mental. Perder a una madre es lo más doloroso que puede haber en este mundo y desde aquí entiendo el dolor del jugador y le mando mi abrazo más humilde. Y perder a familiares en edad temprana también sea de lo más atroz de esta vida. Y desde aquí un abrazo a esos que siguen sin micrófono y tuvieron que aprender a vivir sin sus progenitores, hermanos o hermanas. Y es que la vida que vivimos a veces nos revela su rebelión para hundirnos en nuestra existencia.
Me hacía gracia que hace unas semanas se mostraba en redes una foto de Messi (no es el mismo caso, por supuesto) que ya sonreía en Miami. Y yo pensaba cuánta gente hay triste en el mundo… sin su micrófono, siendo invisibles.
Ricky, recupérate rápido, por tu bien y por el bien del baloncesto mundial, pero sobre todo por tu bien. Te queremos y te queremos en las pistas. Necesitamos tu sonrisa fuera y dentro de la pista.
Imagen de Nius Diario
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