Semana de recuperación para Casademont

Debido a la disputa de la Final Six de la Euroliga Femenina en el pabellón Príncipe Felipe, el partido que debería disputar el equipo masculino se traslada al miércoles 30 de abril. Dicho partido se jugará contra Leyma Coruña, por lo que ambos conjuntos disponen de dos semanas para preparar las siguientes contiendas.
Aprovechamos esta jornada de descanso del equipo rojillo para hablar un poco de la temporada realizada por los hombres entrenados por Porfirio Fisac y comentar lo que se espera de este final de temporada.
El partido frente a Manresa, punto de inflexión de la temporada
Tras un final de noviembre y un mes de diciembre fantásticos, el equipo parecía preparado para jugar la Copa del Rey. Y allí llegó el partido en casa frente a Manresa. El equipo que se llevara la victoria, quedaría clasificado para la competición copera. Un triple de Hunt en el último instante dejó al equipo aragonés sin participar en el torneo y tocado para el resto de la temporada. A partir de ese instante, la plantilla desconectó al perder su objetivo y las derrotas se fueron sucediendo.
Para más inri, otro punto clave de la temporada fue la salida de Jilson Bango, mejor jugador del mes de diciembre y el más destacado del equipo hasta febrero (y más tras la lesión que mantuvo tres meses alejado de las canchas a Dubljevic). Abandonó el equipo en febrero rumbo a Fenerbahce. El juego interior quedó resentido, con un Dubi que volvió tras la lesión a medio gas, como es normal, y el fichaje de Nate Watson procedente de la liga griega, que aún se está integrando en el engranaje del equipo.
Derrota en cuartos de final de la Fiba Europe Cup
El siguiente momento importante del año fue el enfrentamiento en cuartos de final de la Fiba Europe Cup frente a Cholet, un rival que resultó muy incómodo para los rojillos. Estuvo a punto de ser Bilbao Basket pero, de nuevo una canasta en el último segundo, relegó a los rojillos al segundo puesto de su fase de grupos al perder en el último partido de esa fase en casa frente a Tofas Bursa (79-80). Quizá de haber ganado ese partido, la historia hubiera sido otra, pero el caso es que no se compitió frente a Cholet en el partido de vuelta, por lo que la eliminación se certificó a principios de Marzo.
Ya sólo quedaba la ilusión de luchar por los playoffs. Sin embargo, el mes de Marzo fue terrible, acumulando derrota tras derrota (únicamente se ganó sorpresivamente a Unicaja). La derrota de esta última jornada, de nuevo frente a Manresa, condena al conjunto aragonés a luchar por clasificarse por competición europea, pero ya queda lejos de playoffs, sin objetivos de relevancia en las ocho jornadas que restan.
Ver el vaso medio lleno y no medio vacío
En las últimas tres-cuatro jornadas el equipo parece haber elevado el nivel y se empieza a parecer al del mes de diciembre. Sólo falta que lleguen los resultados positivos en forma de victorias. Aunque el objetivo del playoff se ha alejado mucho, la base de la plantilla para el año que viene va a ser la actual, por lo que resulta de vital importancia conjuntarse adecuadamente y terminar el año con buenas sensaciones. Mucho dependerá del trabajo de Porfirio Fisac, que deberá incidir primordialmente en el aspecto mental de la plantilla y evitar la relajación de sus integrantes. Conseguir quedar entre los diez primeros podría considerarse como un buen año para la escuadra zaragozana.
Foto obtenida de la web de Basket Zaragoza.
