Un baño de realidad

Como he remarcado en todos los artículos sobre el Bàsquet Girona esta temporada, la tónica dominante es la irregularidad; una irregularidad que hasta hace dos semanas se saldaba con un saldo bastante positivo y con el que ya nos veíamos en la Copa e incluso en playoff; pero el primer examen importante fue un suspenso en Manresa, y hoy teníamos el examen de revalida en casa, la oportunidad de demostrar que lo que estábamos viviendo no era un sueño… pero no ha sido así, nos hemos dado un baño de realidad y el tiempo coloca a todos donde nos merecemos.

Ante la Penya hemos hecho el segundo peor partido de la temporada (lo del Palau será difícilmente superable) y, aunque técnicamente seguimos en la lucha por la Copa a un único partido de distancia, el juego del equipo en las últimas jornadas hace que ni los aficionados más optimistas lo sigan creyendo, pero veremos, porqué también son capaces el próximo viernes de hacer un partidazo en Bilbao y venirnos todos arriba otra vez.

Lo mejor del partido ha sido, sin duda, volver a contar con Juani Marcos en la cancha.

Inicio explosivo

El inicio del partido ha sido absolutamente explosivo para los gerundenses con una parcial de 7-0 en un minuto y medio: Cook ha ganado el salto inicial para los de Badalona, pero una perdida de Brodzianski con recuperación de Juani y canasta de Sergi Martínez ponía el 2-0 en menos de 20 segundos, Cook volvía a fallar en campo contrario, rebote nuevamente de Juani y asistencia a Goloman para poner el 4-0 seguido de un nuevo fiasco de la Penya y un triple de Yves Pons que nos hacía soñar con, por fin, ganar un partido cómodamente desde el principio hasta el final.

Pero no, no iba a ser tan fácil, en los siguientes 8 minutos tan solo hemos anotado 8 puntos, para acabar el primer cuarto ya perdiendo en 15-21 gracias a dos triples consecutivos de Brodzianski en el último minuto.

Mejores números, pero siempre por detrás

Aún y así las sensaciones no eran malas del todo, y al inicio del segundo cuarto se fueron reduciendo los seis puntos de distancia hasta llegar al 36-38 al descanso; de hecho si miramos las estadísticas de la primera parte eran bastante parejas en cuanto a anotación e incluso la valoración era favorable a Bàsquet Girona por 4 puntos; y eso con un porcentaje de triples anotados inferior al 30%, por lo que manteniendo el resto de números y mejorando el tiro exterior en la segunda parte lo podíamos ver con cierto optimismo; sobre todo con un rival que las últimas jornadas parece haber tomado una buena forma pero que tuvo un inicio de temporada bastante complicado y del que no estábamos viendo su mejor versión.

Se acabó

Y una vez más en lugar de mejorar nos venimos abajo; al poco de arrancar el tercer cuarto el Joventut se llevó un parcial de 0-12 hasta el 40-52 que mató a los de Girona; se intentaron recomponer e incluso llegaron al final del periodo solo 4 abajo, pero el último cuarto fue lamentable con un computo final de 14-25 hasta el definitivo 67-82; en toda la segunda parte hemos conseguido 1 de 14 en triples, un ridículo 7% inaceptable para un equipo de la máxima competición nacional y con aspiraciones de meterse en Copa.

Camps, Gasol: ¿un poco de autocrítica?

Hoy voy a ser crítico, muy crítico, porqué lo que más me ha indignado no han sido los dos últimos nefastos partidos, sino la rueda de prensa posterior de Salva Camps donde aparece y dice literalmente: “primero de todo, quiero felicitar a mis jugadores, hemos jugado un partido extraordinario, con una energía, con un esfuerzo y con un nivel de concentración alto que es lo que pedimos siempre”

¿Perdón? ¿Hemos visto el mismo partido? Las ruedas de prensa de Camps empiezan a parecer una ofensa a los aficionados, porqué siempre, absolutamente siempre, dice lo mismo: lo hemos hecho lo mejor posible, ha sido un gran partido, lo hemos luchado… ¡Basta ya, Salva! No, no hemos jugado un partido extraordinario, hemos jugado un partido lamentable en un momento clave de la temporada y si el entrenador es incapaz de hacer esta autocrítica y dar un golpe en la mesa estamos jodidos, y esto preocupa mucho más que cualquier mal partido.

Pero no acaba ahí la cosa, porqué también tenemos a un presidente que, si el entrenador no se moja en nada, él menos; no hemos oído a Marc Gasol en toda la temporada, a día de hoy aún se está pensando si vuelve a bajar al banquillo o se retira, no habla nunca de la prensa y a día de hoy solo sabemos que está porqué le vemos cada semana en Fontajau; Marc: las funciones de Presidente van más allá de estar cada semana en el palco, también tenemos derecho a saber que piensa, y si el entrenador es incapaz de hacer autocrítica es él quien debería ponerse delante de la cámara y hacerla.

Si Marc Gasol quiere volver a jugar ahora es el mejor momento para hacerlo y cuándo el equipo más lo necesita, pero si ya tiene claro que se va a retirar, que lo diga y fiche a un pívot cuánto antes; tenemos un equipo muy corto, dependemos en exceso de que Ike e Yves tengan un buen día y tenemos 2 pívots que no tienen nivel para estar en este equipo. Sí, la temporada, por suerte, empezó mucho mejor que la del año pasado, pero estamos viendo ya demasiadas señales de alarma que nos traen las mismas sensaciones de la temporada anterior.

Ojalá me equivoque y tengamos ahora una racha de 4 victorias que nos metan en la Copa y acabemos tranquilos la temporada, pero a día de hoy cada vez me gusta menos lo que veo, el tiempo dirá.

Ficha del partido:

67 – Bàsquet Girona (15+21+17+14): Iroegbu (15), Marcos (7), Martínez (4), Pons (8), Goloman (12) -cinco inicial-; Davis (8), Vila (6), Brown (3), Sorolla (4), Susinskas (-), Djordjevic (-) y Colom (-).

82 – Joventut Badalona (21+17+19+25): Vives (7), Andrews (11), Busquets (8), Brodziansky (16), Cook (12) -cinco inicial-; Feliz (16), Ruzic (3), Tomic (7), Kraag (2) y Ribas (-).

Árbitros: Perea, Padrós y Mendoza. Eliminaron a los visitantes Tomic (min. 29) y Cook (min. 39).

Incidencias: Partido de la decimocuarta jornada de la Liga Endesa disputado en el Pabellón de Fontajau ante 5.174 aficionados.

Foto de Bàsquet Girona