Álex Reyes pone fin a cuatro años en Bilbo, lógico pero duele igual
Han pasado menos de 24 horas del anuncio de que el Bilbao Basket no contaba con el griego Giorgios Tsalmpouris y volvemos a juntarnos para una noticia nueva, la cual os aviso de que no es buena pero sí lógica. Volvemos a las noticias que me pillan a la hora de comer, esta vez el equipo bilbaíno anuncia que después de cuatro temporadas no van a contar para la campaña 24 – 25 con el alero palentino Álex Reyes.
A principio de temporada todo se planteaba para que el jugador con el dorsal número ocho diera un paso adelante. En la pretemporada sí que se vio que el tío aceptó el reto de Jaume Ponsarnau y dio un paso adelante liderando la ofensiva bilbaína siendo un killer desde la línea del 6.75. La película cambió en el momento en el que empezó la temporada 23 – 24, desde el primer momento y quitando actuaciones como la de Granada (luego hablo de ello) no ha sido ese referente ofensivo que se pedía. Habiendo jugado 33 de los 34 partidos partidos que componen esta temporada ha promediado 5.9 puntos (54.2% T2 / 33.9% T3 / 73% TL), 0.3 asistencias y 2.3 rebotes, algo flojo para el protagonismo que se le pedía.
Respecto a su récord y aunque en la temporada 10 – 11 jugó dos partidos con el Valladolid en ACB todas sus marcas personales las ha batido defendiendo el escudo bilbaíno. El 11 de diciembre de 2021 cogió 5 rebotes frente al Baskonia en el Buesa, el 12 de marzo del año siguiente repartió 3 asistencias y el 23 de septiembre de 2020 taponó una vez frente al Tenerife. Números bastante normales ¿no? Ahora viene lo bueno, el 12 de marzo de 2022 hizo su mejor partido en Granada batiendo su récord de puntos (29), triples (8) y valoración (30), una pena que al final muriéramos en la orilla y diéramos al Granada el oxígeno tan necesario que les vino de perlas para permanecer una temporada más en ACB.
Dejando los números a un lado…
No me escondo, desde que llegó a Bilbao en la temporada en la que volvimos a la máxima categoría (la temporada 20 – 21) me enamoró porque aún no ser un jugador del top siempre ha sabido cual es su puesto en la rotación de Álex Mumbrú previamente y Jaume Ponsarnau posteriormente. Es un tío que ha demostrado que todo lo que le falta en calidad para ser un súper clase lo tiene de cabeza y conocimiento baloncestístico pero ha sido preso de su propia calidad y yo creo que el equipo técnico del Bilbao Basket no ha sabido entenderle.
Por la parte personal, Álex Reyes es un jugador que ha conectado a la perfección con la afición bilbaína y ha demostrado que ama esta ciudad como si hubiera nacido aquí (ojo, que los de Bilbao nacemos donde queremos eh). Siempre ha sido capaz de tener detalles con el aficionado y la aficionada, recuerdo la temporada pasada, cuando perdimos en Fuenlabrada contra el propio equipo de ahí, el cual llevaba 18 derrotas consecutivas, que estábamos un par de colegas y yo a la salida esperando a los jugadores y vino él en persona a donde mis amigos y yo a preguntarnos a ver que tal estábamos y a pedirnos perdón por el partido que hicieron.
Este tipo de cosas, o que nunca diga que no a una foto (y mil historias más), hacen que mientras que la salida de Giorgios Tsalmpouris haya dolido un poco, porque las despedidas siempre duelen, el final de un ciclo como es el de Álex Reyes duelan al nivel de que estoy escribiendo esta noticia al borde del llanto. Álex Reyes siempre será recordado en Bilbo como un jugador que trascendió el deporte y nos mostró cómo un jugador profesional tiene que tratar a la afición. Álex, si lees esto te deseo que a partir de ahora tu vida esté llena de cosas bonitas porque te lo mereces, Bilbo siempre será tu casa y espero que tarde o temprano nuestros caminos se vuelvan a juntar, ondo izan gudari!
(Imagen de Radio Popular)