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Diez jornadas quedan para el final de la temporada regular y parece que fue ayer cuando comenzábamos a andar en esta liga. Y es ahora cuando el Cáceres Patrimonio de la Humanidad o debe fallar y debe saltar a la cancha a morir por la victoria, sea en su feudo o sea en la china, si se diera el caso. Cada partido es una final y cada victoria es como si ganásemos la liga.

Matemáticamente todo es posible. Desde el descenso hasta volver a repetir la hazaña de la temporada pasada. Pero seamos conscientes, Cáceres debe mirar hacia abajo con la finalidad de tener al vagón de cola más lejos cada vez.

Por eso, Cáceres Patrimonio de la Humanidad recibe este viernes a las 20:45, en lo que corresponde a la jornada 25, al Bueno Arenas Albacete Basket, en el fortín cacereño, el Multiusos, aunque sería mejor opción llamarlo Palacio de los Deportes, porque así lo parece.

Todo ello con la que esperamos sea imparcialidad de Sandra Sánchez, Juan Francisco González y José Antonio Sastre.

Rivales directos, partido complicado. Bueno Arenas Albacete Basket figura en 16ª posición y Cáceres está en 13ª. Tan solo nos separan dos victorias, o dos derrotas. Cáceres va con un balance de 7 victorias y 17 derrotas, pero es que los dos que vienen por detrás, Oviedo y Almansa, tienen ese mismo balance. Los de Albacete tienen 5 victorias y 19 derrotas, lo mismo que su inmediato perseguidor, Juaristi ISB. Albacete está en descenso y vienen con ganas de guerra.

La victoria conseguida en el desplazamiento a Cantabria, contra esos “lobos” que entrena David Mangas, y de la manera que se ganó, da mucha moral. Pero no garantiza la siguiente victoria. Habrá que trabajarla y sudarla.

Bueno Arenas Albacete Basket viene de caer en casa ante Orense, un rival directo, por 66 – 74, y si no ganan aquí, están muertos (deportivamente). El trabajo de David Varela con sus chicos durante esta semana ha tenido que ser brutal, sobre todo a nivel mental.

Habrá que marcar muy de cerca a un motivadísimo neo internacional Guillem Ferrando, a Iván Aurrecoechea y un potentísimo Remu Raitanen.

Lo que hubiera pasado en el partido de la primera vuelta, donde Cáceres ganó en tierras quijotescas por 60 – 64, ya no importa. Eso ya solo pertenece a la historia porque el equipo es diferente. Mejor, por supuesto y sin desmerecer a los que estaban. Pero los manchegos también han mejorado.

Y además del trabajo exigido a los guerreros de Roberto Blanco no sería malo convocar a druidas y magos si vienen a echar una mano. Para pedir que decanos triunfen como lo han hecho siempre. Para que el chico convertido en hombre demuestre su valía bajo tablas, acompañado de torres impenetrables como son Vaidas Cepukaitis y Sasa Borovnjak. Habrá que tocar la mejor sinfonía para que Kevin Bercy marque su mejor juego de pies. Y habrá que componer la mejor oda al baloncesto para que Ly “verso libre” Bracey haga de las suyas.

Pero lo que el baloncesto cacereño quiere y desea es volver a ver la aparición, pues ya es una constante y eso es precioso, del santo Pablo Sánchez. Porque el chico de Linares ya es el patrón del baloncesto cacereño y queremos que nos lleve a la victoria. Él con todos los del equipo. Y por supuesto con el maestro director, Roberto Blanco.

¡Que ruja Multiusos!

¡Augh, augh, augh… Cáceres!

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