Canadá se cuelga el bronce

La selección canadiense consigue su primera medalla en la historia de los mundiales y deja por primera vez desde que los jugadores NBA van al mundial a Estados Unidos sin medalla por segundo mundial consecutivo. En Canadá surgió una estrella imprevista llamada Dillon Brooks, que hizo su máximo de carrera con 39 puntos y 42 de valoración, aunque Shai Gilgeous-Alexander también estuvo espectacular con 31 puntos, 12 asistencias y 40 de valoración. En Estados Unidos destacaron las bajas, ya que Jaren Jackson JR, Paolo Banchero y Brandon Ingram fueron baja por enfermedad. Aunque saltó la figura de Mikal Bridges con 19 puntos, 23 de valoración y el triple que llevó el partido a la prórroga.

Inicio con estrella inesperada

El encuentro arrancaba con Dillon Brooks como el faro que le daba el liderato a su selección dando los primeros cinco puntos del partido. Lu Dort ponía el parcial inicial en 0-8, algo que empezó a espabilar a Estados Unidos, en especial a Walker Kessler, que hizo un mate y un tapón para responder. Canadá lograba volver a los ocho puntos de diferencia a través de la velocidad para salir en transición y al gran talento que sus jugadores han demostrado durante todo el torneo.

Lu Dort, que estaba dando un gran rendimiento en los primeros instantes del cuarto, ponía la máxima del partido en diez puntos con un triplazo, algo que forzó a Steve Kerr a pedir un tiempo muerto. Pero no había quien parase a los canadienses, que se ponían a once con cinco puntos consecutivos de RJ Barrett. Si algo destacó el primer cuarto, fue en el acierto en el triple de Canadá, con un 55% de efectividad. EEUU logró reducir un poco la diferencia hasta dejar el 25-34 final.

El segundo cuarto comenzó con más igualdad que el primero, ya que Estados Unidos parecía que poco a poco comenzaba a recuperarse de los golpes iniciales. La figura de este acercamiento fue Austin Reaves, ya que el alero de los Lakers conseguía un 2+1 que dejaba la desventaja en solo tres puntos. Y fue Cameron Johnson el que le daba el liderato a EEUU con un gran triple que ponía dos puntos de ventaja para los suyos. Jordi Fernández, seleccionador canadiense, tuvo que parar el partido para intentar parar a Estados Unidos.

Pero había una bestia en la pintura estadounidense que parecía imposible de parar, ya que Bobby Portis era omnipresente y siempre que el balón estaba en sus manos ponía en problemas a sus rivales. Pero ahora era el turno de Shai Gilgeous-Alexander para devolver el mando en el marcador para su selección. Algo que hacía con la ayuda de un Dillon Brooks estelar que ya llevaba 13 puntos en el ecuador del segundo parcial. El marcador no paraba de indicar la igualdad que ahora rezumaba el partido, ya que los cambios de liderato fueron constantes a estas alturas de partido. Pero Dillon Brooks estaba con el picorcito y le daba cuatro puntos de ventaja a los canadienses, con 21 puntos y cinco triples. Jalen Brunson consiguió anotar de dos y poner el 56-58 final.

La locura es demasiado bella

El tercer cuarto iniciaba, pero las cosas continuaban igual para Dillon Brooks, que en un minuto de cuarto anotaba, robaba y asistía. Y sumaba también su sexto triple en una actuación espectacular y que aumentaba la diferencia a siete puntos. EEUU reaccionaba y, con una canasta de Anthony Edwards, reducía a solo dos puntos la ventaja canadiense. El tiempo muerto de Jordi Fernández conseguía su objetivo y Canadá pudo poner un colchón de cinco puntos de diferencia.

Era el momento de mantener ese colchón, y para eso no hay nada mejor que una buena dosis de la magia de Shai Gilgeous-Alexander. Volvían al partido las situaciones de tanteo, lo que hacía que la diferencia favorable a Canadá oscilase entre los seis y los ocho puntos. RJ Barrett, desde la línea de tiros libres, conseguía poner la renta máxima para los suyos, once puntos de ventaja. Algo que, tras una canasta de Austin Reaves se reduciría al 82-91 con el que acabaríamos el cuarto.

El último cuarto iniciaría con más fallos en el tiro, algo de lo que se aprovecharía mucho Canadá, ya que dominaron el rebote en los dos lados de la pista, como así demostraba Kelly Olynyk fallando un triple y atrapando su propio rebote para convertirlo en un 2+1. Tyrese Halliburton quería mejorar la situación de su selección y, con la compañía de Austin Reaves, conseguían reducir la renta a tres puntos. El propio Halliburton empataba el partido desde la línea de tres y provocaba el tiempo muerto de Jordi Fernández.

EEUU se notaba algo mejor en ataque, lo que les permitió volver a liderar, pero seguían sufriendo en el rebote defensivo, lo que le daba el empate a Canadá. Mikal Bridges conseguía un 3+1 importantísimo a falta de dos minutos para que se acabase el partido, pero fallaba el tiro libre. Pero Dillon Brooks, que ya era el MVP del partido, volvía a adelantar a los suyos. Fue por poco, ya que Anthony Edwards pudo poner a los estadounidenses por encima.

Dillon Brooks empataba desde el tiro libre, y Shai empezó a bailar para poner por delante a Canadá. A veces, los rebotes valen lo mismo que una canasta, pero este llevó a Brooks a la línea de tiros libres, aventajando a su equipo por cuatro puntos y ya ponía a todo un país acariciando su primera medalla en un mundial de baloncesto. Pero los sueños pueden esfumarse, y eso fue lo que les demostró Mikal Bridges, que anotaba un tiro libre, fallaba el segundo, cogía su propio rebote y anotaba el triple que igualaba el partido en una jugada que pasará ya a la historia de los mundiales. El partido tras ese momento mágico, se iba a la prórroga con el 111-111.

Los últimos cinco minutos empezaban con Shai Gilgeous-Alexander a lo suyo con el tiro que no ha fallado en todo el torneo, esa suspensión desde media distancia que ya se ha quedado grabada en nuestras mentes. Pero encima el baile tumbó a Reaves y propició un triple tan espectacular como hermoso. Estados Unidos solo sumaba desde el tiro libre, y no siempre, y Dillon Brooks las enchufaba de todos los colores y llegaba ya a los 37 puntos destrozando a Estados Unidos. Las pérdidas impedían que Estados Unidos pudiesen luchar, y RJ Barrett conseguía poner la última daga en forma de triple para colgarse el bronce. Austin Reaves maquillaría el resultado con un triple a tablero, pero Dillon Brooks, con 39 puntos y su máxima anotación en su carrera, ponía el 118-127 final.

EEUU	Mikal Bridges (19), Jalen Brunson (13), Anthony Edwards (24), Tyrese Haliburton (6), Josh Hart (10), Cameron Johnson (3), Walker Kessler (6), Bobby Portis (14), Austin Reaves (23)
Canadá	Kyle Alexander (-), Nickeil Alexander-Walker (5), RJ Barrett (23), Trae Bell-Haynes (-), Dillon Brooks (39), Lu Dort (11), Zach Edey (0), Melvin Ejim (3), Shai Gilgeous-Alexander (31), Kelly Olynyk (11), Dwight Powell (4), Phil Scrubb (0)
EEUU 118 – 127 Canadá	Partido jugado en el Manila Mall Of Asia de Manila, Filipinas
Parciales	1º 25-34 2º 31-24 3º 26-33 4º 29-20 PR 7-16

FOTO DE FIBA