El San Pablo se volvió a quedar a las puertas del ascenso por segundo año consecutivo
La temporada 2023/24 ha sido una auténtica montaña rusa de emociones para el San Pablo Burgos en la LEB Oro. Desde el inicio, el equipo burgalés se postuló como uno de los grandes favoritos para el ascenso directo a la ACB, junto con otros equipos como Estudiantes, Betis y Fuenlabrada. Sin embargo, a pesar de tener uno de los equipos más fuertes sobre el papel, no lograron concretar el ascenso, demostrando que en el baloncesto nada está garantizado.
Una temporada de altibajos
San Pablo Burgos arrancó la temporada con fuerza, posicionándose rápidamente entre los primeros lugares de la tabla. Sin embargo, errores puntuales y una racha de cuatro derrotas seguidas en época navideña afectaron seriamente sus aspiraciones de ascenso directo. Partidos clave como el triple fallado ante Gipuzkoa, el tercer cuarto desastroso contra Coruña y la pérdida en la última jugada de la Final 4 fueron momentos decisivos que marcaron la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Momentos de alegría y buen Baloncesto
A pesar del sabor amargo de no lograr el ascenso, la temporada tuvo muchos momentos de alegría y buen baloncesto. El equipo mostró una gran cohesión y eso es en gran parte gracias al trabajo del entrenador Lolo Encinas. Aunque su idea de baloncesto no se concretó del todo, la llegada de Jota cambió el rumbo del equipo, promoviendo un juego más colaborativo y con mejores rotaciones, salvo en la Final 4.
En cuanto a los jugadores, la tardía incorporación de Roko Rogic y Dusan Ristic, que se demandaban desde el inicio de la temporada, fue un punto a mejorar. También se criticó la decisión de colocar a Corbalán como base. La llegada de Adan Apic completó una buena rotación y, aunque algunos jugadores como Alex Barrera o Millán Jiménez no tuvieron el protagonismo esperado, el equipo en general mostró un buen nivel.
Racha de victorias y desilusión
Tras un tropiezo en Pumarín, el equipo consiguió una espectacular racha de victorias que les llenó de confianza y metió miedo a los rivales. Sin embargo, el 22 de diciembre, al no anotar el famoso triple de Micah Speight que habría culminado una remontada histórica, se inició una racha negativa. Las derrotas consecutivas contra Estudiantes, Tizona y Betis les impidieron jugar la Copa Princesa de Asturias.
La segunda vuelta de la temporada fue un vaivén de emociones, con la esperanza del ascenso directo manteniéndose hasta la última jornada. A pesar de la lucha incansable y los buenos momentos, una serie de resultados no favorables terminó con esa esperanza y el equipo tuvo que conformarse con pelear en los playoffs. Aquí se vivieron nuevos momentos de tensión y emoción, y aunque la esperanza se mantuvo viva, la realidad fue que el ascenso directo se escapó en la última jornada, quedándose a solo una única victoria de lograrlo.
Playoffs y Final4
San Pablo Burgos llegó a los playoffs con fuerza, superando a Valladolid sin mayores problemas y avanzando a la Final4 en Madrid con la ilusión intacta. No obstante, en las semifinales, el equipo no pudo contra Lleida, que finalmente logró el ascenso a la ACB. Esta derrota en la Final4 fue un golpe duro, pero también una oportunidad para reflexionar sobre los logros y aprendizajes de la temporada.
Reflexión final
Aunque el San Pablo Burgos no logró su objetivo de ascender a la ACB, la temporada 2023/24 dejó lecciones importantes y momentos de buen baloncesto. La pasión y el esfuerzo del equipo, junto con el apoyo incondicional de los seguidores, han sido fundamentales y prometen un futuro lleno de esperanza y nuevas oportunidades para el club burgalés.
A lo largo de la temporada, el equipo demostró que tiene el potencial y la capacidad para competir al más alto nivel. Las experiencias vividas, tanto las buenas como las malas, fortalecerán al equipo y a la afición para las próximas campañas. Con ajustes puntuales y un enfoque renovado, el San Pablo Burgos seguramente regresará aún más fuerte, listo para enfrentar nuevos desafíos y, finalmente, alcanzar el tan ansiado ascenso a la ACB.
Foto de Cintia Cortés, FEB
