Grave lesión de Chandler Jacobs. Mal fin de año
El resultado del partido de ayer es lo de menos, de hecho, este redactor por circunstancias familiares no pudo estar presente en el partido celebrado en el Pabellón del Parque ayer. Un derbi provincial para cerrar el año, qué más se podía pedir. En redes, el club, había anunciado todo tipo de actividades durante el encuentro para hacer un cierre de año divertido y en comunión con la afición. Pero todo quedó en un segundo plano en ese segundo escalofriante en el que el jugador franquicia del Albacete Basket, Chandler Jacobs, cayó lesionado, todo apunta de gravedad, de su tobillo.
Tensión, rabia y tristeza
Las imágenes hablan por sí solas de lo que se pudo vivir ayer en El Parque de Albacete. Al dolor que mostraba el jugador en la pista, se acompañó un silencio sepulcral acompañado de una tensión terrible debida a la incertidumbre de lo qué había podido ocurrir. De hecho, tal era la inicial gravedad de la lesión que los servicios médicos optaron por evacuar a Jacobs del pabellón en ambulancia para que fuera atendido en un centro hospitalario de la ciudad.
Rabia porque se estaba viendo un buen partido y la actuación de Jacobs, hasta el fatídico momento, estaba brindando una de sus grandes actuaciones a las que nos viene malacostumbrando. Rabia también, porque salía en camilla el jugador franquicia del club, el termómetro del equipo. Ese jugador capaz de desplegar tal variedad de movimientos, penetraciones y selección de tiro que nos hace ver otro baloncesto por Albacete. El que mayor confianza nos transmitía que el curso que viene podía ser de oro.
¡Que vienen los Reyes!
Jacobs, un tipo muy querido por todos
En la estantería de mi hijo está como un trofeo una de las botas de Chandler Jacobs regaló a los chavales que bajaron a la pista el último partido de la temporada pasada. A pesar del descenso, no dejó de tener un gesto amable y tuvo esta atención un joven aficionado que admira su juego. Este no es más que un ejemplo de lo que representa el jugador norteamericano para la afición albaceteña. De hecho, los mensajes de apoyo no se han hecho esperar en las redes sociales en los que se ha resaltado el lado humano de Jacobs y su nivel de integración e identificación con el club, la afición y la ciudad. Es uno de los nuestros.
Alcance de la lesión
De momento son todo elucubraciones, pero la gravedad es indiscutible. A falta de pruebas diagnósticas es imposible determinar la duración de la baja de Jacobs, pero sea como sea, ojalá que lo más corta posible, el juego del cuadro dirigido por David Varela se va a quedar notablemente resentido.
Lo que está claro es que quedó hospitalizado y que no se trata de algo menor cuando se anda con las lógicas cautelas. Lo que sí es seguro es que una parte importante de la segunda vuelta, que se inició frente CB. Almansa ayer, tramo en el que desde luego le vamos a echar mucho de menos tanto por su liderazgo como por todos los números individuales que aporta al conjunto total del Albacete Basket.
Un deseo
Cuando cae un jugador con una lesión de tanta gravedad, el resto es lo de menos. El resultado (80-60, por cierto), los parciales, las estadísticas… pasan a un segundo plano. Lo que realmente importa es la persona. Es por ello, que desde estas líneas quiero expresar el deseo de que el bueno de Chandler Jacobs tenga la menor dolencia posible y que lo antes posible podamos disfrutar de su juego en pista. Y si está para echar una mano para lograr el ascenso, sería ideal. Mal acaba el año, esperemos que no sea presagio de nada.
Foto: Albacete Basket