Quiero y no puedo

Quiero y no puedo: esta es la sensación que nos ha dejado Bàsquet Girona en el partido que le ha dejado ya matemáticamente sin las pocas opciones que le quedaban de clasificarse para la Copa.

Si bien es cierto que las sensaciones han sido mejores que en las últimas jornadas y haber visto algunos momentos de luz, el nivel de acierto en tiro exterior sigue siendo inadmisible y en ningún momento tuvimos opciones ante un Baskonia que hizo un planteamiento defensivo muy agresivo que a los locales les costó mucho superar.

Arranque: de triple a triple

El partido arrancó con un intercambio de triples por parte de ambos equipos, con la diferencia de que los de Girona se emperraron en no para de lanzar y no entraba ni uno; así el primer cuarto cerró con un 2 de 14 (14%) para Girona en esta faceta y un 3 de 8 (37%) para los vascos; no obstante, los locales consiguieron un 50% en tiro de 2, lo que permitió que la desventaja fuera de solo 5 puntos (17-22).

A pesar de ir por debajo en el marcador desde el principio, Bàsquet Girona mostraba que tenía ganas, como mínimo, de intentarlo, cosa que hacía muchos partidos que no veíamos. Eso sirvió para qué, cuándo arranco el segundo cuarto con un 5-15 y Baskonia obtuvo su máxima ventaja hasta el momento de +14, y las sensaciones eran de que podíamos acabar perdiendo de 40, empezaran a entrar los triples de Sergi Martínez y Quino y consiguieran un parcial de 14-1 hasta poner el 37-38 en el marcador. Pero Baskonia es mucho Baskonia, incluso cuándo no está en su mejor momento, y volvió a distanciarse antes del descanso, al que nos fuimos con un 40-48.

Segundo tiempo: sentimientos encontrados

Arrancamos la segunda parte nuevamente sumidos en la irregularidad y con un Baskonia al que le entraba todo (72% en tiros de 2 en el tercer cuarto), y lo aprovecharon para volver a poner tierra de por medio hasta la máxima ventaja del partido con +19 (54-73).

Pero una vez más los gerundenses no se rindieron y sí creyeron en lo imposible; además, desde el punto de vista técnico vimos durante todo el partido varias jugadas ensayadas para dejar solos a Djordjevic o Goloman bajo el aro o a Pons o Susinskas liberados en el triple, jugadas que raramente habíamos visto con tanto éxito hasta la fecha y que nos dan cierto optimismo al pensar que la idea de juego de Salva Camps empieza a calar en la plantilla.

Gracias a esa fe que habíamos perdido en las últimas jornadas conseguimos romper la barrera de los 10 puntos a falta de 7 minutos (70-79) y Fontajau volvió a rugir creyendo en el milagro; una vez más los vitorianos anularon a la defensa local y se volvieron a ir hasta los +16, e incluso así los de Camps no se dieron por vencidos, con un parcial de 11 a 2 pero que ya sería insuficiente para acabar el partido en 85-93.

Arbitraje: errores clave, pero no decisivos

 Los árbitros de la contienda fueron Juan Carlos García González, Carlos Cortés y Yasmina Alcaraz; como ya dijimos en la previa los tres colegiados tienen una amplia experiencia tanto nacional como internacional, pero, desgraciadamente, la de Fontajau no fue su mejor actuación.

Vaya por delante que en ningún caso fue una actuación nefasta ni el marcador hubiera podido variar en demasía, Bàsquet Girona fue inferior a Baskonia y no tuvo ninguna opción, con o sin buen arbitraje, pero sí es cierto que hubo 3 o 4 jugadas donde estuvieron bastante desacertados.

La primera que hizo rugir a Fontajau fue cuándo Juani Marcos recibió un manotazo en plena cara, inicialmente los árbitros no marcaron nada y la jugada se revisó a posteriori, en el videomarcador se vio claramente el manotazo en la repetición y ni así señalaron ningún tipo de infracción. Posteriormente hubo una jugada parecida con Iroegbu, que acabó en el suelo y tampoco se señaló nada. Eso sumada a la percepción de permisividad con los jugadores de Baskonia, hizo que Fontajau llegara a increpar a los colegiados en algunos momentos, especialmente cuándo Salva Camps recibió una falta técnica por protestar en exceso a los ojos de los colegiados.

Ficha técnica

85 – Bàsquet Girona (17+23+19+26): Davis (4), Iroegbu (14), Martínez (6), Pons (9), Sorolla (2) -cinco inicial-; Goloman (13), Colom (12), Susinskas (9), Marcos (-) y Djordjevic (6).

93 – Baskonia (22+26+27+18): Miller-McIntyre (13), Marinkovic (17), Raieste (7), Sedekerskis (10), Kotsar (1) -cinco inicial-; Moneke (23), Howard (6), Costello (5), Rogkavopoulos (11), Chiozza (-), Díez (-) y Diop (-).

Árbitros: García González, Cortés y Alcaraz. Sin eliminados.

Incidencias: Partido de la decimosexta jornada de la Liga Endesa disputado ante 5.233 aficionados en el Pabellón de Fontajau, en Girona.

Foto de Bàsquet Girona