Guerras que no competen al baloncesto
Ahora parece que está de moda en otros ámbitos el odio ya no deportivo sino también físico. No es la primera vez que escribo (escribimos al respecto) y por eso siempre he declarado que el baloncesto es un deporte de caballeros donde incluyo en ese término al género femenino sin que tenga que sentirse ofendido por no incluirlas nominativamente.
No ha mucho escribí del odio provocado por los medios de comunicación, del poder del micrófono unilateral sin dar opción (y creo que mejor así) a la réplica.
Muy de moda está el “caso Negreira” como en otros tiempos hubo casos vinculados a otros equipos. Pero nombrarlos sería una guerra “tuya mía” interminables, o simple y vulgarmente un “a ver quien la tiene más grande”.
Siempre he dicho que el fanatismo se está desorbitando ya no solo en ámbito de la afición, sino que ahora los medios de comunicación pasan de informar y se mueven al lado de generar polémica sin importa el resultado final de todo esto, odio.
En la mañana del lunes el presidente del club blaugrana intentó (no sé si lo consiguió) salir a defender su postura sobre el “Caso Negreira”. Muy grave, por supuesto, pero no seré yo, habiendo jueces y juzgados quien pierda un solo minuto para emitir veredicto.
Cierto es que este señor atacó duramente la posición del club blanco en todo esto. Sus razones tendría, pero insisto, no me muevo en el mundo de la prensa rosa o del sensacionalismo. Y no sé hasta qué punto pueda o no tener razón.
Pero lo que sí sé que, referente a lo anteriormente expuesto, el mundo ajeno al fútbol pero vinculado a él, genera mucho odio. Mucho más de lo que la gente piensa.
Si mal hizo el señor Laporta en la dura crítica, peor hizo el Real Madrid en sacar un video refiriéndose a la historia franquista del Barcelona.
Creo que ambos clubes deberían cerrar la puñetera boca y aprender educación, pues los dos tienen mucho que callar y los dos tienen mucho que pedir perdón. Pero esto es como todo. Limpiamos la casa ajena sin mirar la de mierda que tenemos en la nuestra.
Hasta aquí todo es normal. Y qué triste que se diga que todo normal. Pero este tipo de guerra es ajeno al baloncesto. A nuestro deporte de caballeros… ¡Vale! Y de damas. Y este tipo de luchas odiosas no deben manchar este deporte que tanto amamos y del que tanto hemos corregido para ser como es. Y del que nos queda mucho por corregir.
Pero siento decir que la ACB ha patinado retweeteando (admítaseme el palabro) ese video y sacándolo a relucir en el deporte de la canasta.
Si es cierto que de inmediato la ACB se ha disculpado, pero el mal está hecho. Que seguramente haya sido un inconsciente joven con acceso a la cuenta de Twitter de la ACB. Y evidentemente se puede perdonar el error. Pero si la ACB muchas veces es tiquismiquis con ciertas cosas, ahora debe serlo con mayor autoridad.
Ha sido un error. No pasa nada, todos erramos. Pero todo error debe tener su consecuencia y ahí ACB debe dar ejemplo consigo mismo. Más que nada porque alguien de su entorno ha querido manchar nuestro deporte. Y eso es intolerable.
Que deben cuidarse de quién puede acceder a algo tan bonito y tan peligroso como las redes sociales, debe ser su mayor preocupación.
Mientras, que el fútbol siga dando ejemplo de lo que no se debe hacer y hacia dónde no se debe ir.
Dixi
Administrador