Imagen lamentable (88-64)

El Bàsquet Girona vapulea a un apático Dreamland Gran Canaria en su feudo.

Sin palabras. Sinceramente, me está costando mucho arrancar esta crónica. Vaya por delante que el Bàsquet Girona tiene un equipo muy bueno, trabajan bien en defensa y, ofensivamente son un espectáculo digno de ver.

Dicho esto, la imagen que ha dejado el Dreamland Gran Canaria en tierras gerundenses ha sido entre lamentable y nefasta.

Arrancó el partido con un Girona sabiendo qué quería hacer en la pista y un Granca perdido en la pintura. Anotó el conjunto canario después de un parcial de 8-0 local pero sirvió de bien poco.

Los de Salva Camps anotaban en todas las situaciones posibles mientras los canarios estaban desdibujados, sin ideas y cometiendo errores de pre-cadetes. Lo triste es que Lakovic no para el partido hasta que ya van jugados 6 minutos y el Girona te ha metido un parcial de 18-5. Tampoco sirvió de mucho, las transiciones en la pintura de los gerundenses destrozaban a los claretianos, que no eran capaces de entrar en el partido (32-15).

El segundo cuarto tuvo el mismo guion y los mismos protagonistas del primero. Entre Ike Iroegbu e Yves Pons, queestaban haciendo un roto en la defensa amarilla, y Juani Marcos y Quino Colom que estaban dirigiendo a los suyos magistralmente, los pupilos de Lakovic no sabían por dónde le venían las tortas.

Lo intentó arreglar Shurna con dos triples seguidos pero, insisto, los claretianos no estaban en el partido y era incapaces de frenar las acometidas del Girona, cuyos jugadores estaban entonados y disfrutando (60-32).

La apatía pudo con el Granca

La palabra perfecta que definía a los claretianos en el arranque de la segunda mitad es apatía. Seguían los gerundenses con tres marchas más en el partido mientras que los de Lakovic perdían hasta las ganas de ir a por cada balón. Mal en defensa y pésimos en ataque.

El único que parecía ponerle ganas e intensidad era Roko Prkacin que, aún teniendo en frente a un gran Pons, consiguió hacer buenas canastas.

Aún así, el Granca era incapaz de frenar el torbellino en que se había convertido el Bàsquet Girona. Si sumamos que Andrew Albicy y Nico Brussino tampoco tenían la muñeca fina, pues pasan estas cosas (72-46).

Los últimos diez minutos de partido no fueron mucho mejores aunque, esta vez sí el Girona bajó el pistó, pero el Granca no sabía aprovechar las oportunidades que se le brindaban. Se entonaba Ben Lammers pero, no todas las semanas vamos a remontar y hacer un cuarto histórico. El Girona tenía el partido absolutamente controlado gracias a la intensidad y las ganas puestas desde el inicio (88-64).

El Granca nunca supo poner en marcha su juego coral ni encontrar el revulsivo para darle la vuelta al partido (y aquí es dónde eché de menos la magia de Dylan Bordón), dejándose llevar por el sistema que imponía el Girona a cada segundo.

Victoria gerundense más que merecida y, además, se coloca líder provisional de la clasificación.

Cambio de actitud

Queda meridianamente claro que este equipo necesita un cambio de actitud en pista. Se puede perder un partido o diez, pero no así.

La falta de concentración, de ganas y de ambición, han dejado una imagen lamentable del equipo.

También es verdad que siempre hay un partido en el que no eres tú y espero que haya sido este. Sobre todo, espero y deseo que no se convierta esta imagen dada hoy, en la habitual del equipo.

El domingo tenemos otro partido importante contra el Joventut de Badalona y hay muchas cosas que cambiar. Esto no para, estemos preparados o no, la liga no espera por nadie.

Estamos en la jornada dos y, si hay que fallar y tener estas pájaras, las prefiero ahora, pero hasta aquí.

Los jugadores tienen que poner de su parte porque lo de hoy, no puede volver a repetirse. Esa imagen que ha dado el equipo, no la merecemos.

Otra cosa, si esperan que esta que les escribe se baje del barco (voy a repetirlo, en la jornada dos), permítanme que les diga una cosa: “si saben contar, no cuenten conmigo”.

Sigo confiando en el equipo, en el sistema “Jaka”, en los jugadores y en el Club. Como ha dicho nuestro Andew Albicy “una buena bofetada que nos hará bien”. Añadiría, más que una bofetada ha sido una descarga de puñetazos al estilo Muhammad Ali.

No hay tiempo para lamentaciones, sólo necesitamos ver un cambio de actitud en Badalona.

88 – Bàsquet Girona: Iroegbu (20), Marcos (10), Martínez (3), Pons (15), Sorolla (5) -cinco inicial-; Colom (9), Goloman (8), Susinskas (3), Fjellerup (4), Vila (8), Djordjevic (3) y Sala (-).

64 – Dreamland Gran Canaria: Albicy (3), Landesberg (4), Brussino (3), Shurna (6), Happ (-) -cinco inicial-; Bassas (9), Slaughter (7), Pelos (-), Kljajic (5), Lammers (10), Prkacin (13) y Salvó (4).

Imagen obtenida de la web del club.