diciembre 7, 2024
Rui Hachimura en un encuentro en los últimos Juegos Olímpicos. FIBA

Rui Hachimura en un encuentro en los últimos Juegos Olímpicos. FIBA

Japón afronta unos Juegos Olímpicos de París 2024 en el que cualquier cosa positiva se tilda como una sorpresa. Situada como la gran cenicienta de un grupo con Francia, Alemania y Brasil, el sueño olímpico puede pasar a ser una pesadilla. Su jugador más importante es Rui Hachimura, que en las últimas temporadas ha logrado, por fin, su rol en la NBA. Ha destacado como un secundario importante en Los Ángeles Lakers, junto a LeBron James y Anthony Davis.

Rui Hachimura, la gran esperanza de Japón

El jugador de los Lakers, Rui Hachimura, es el referente. En los Juegos Olímpicos de Tokyo, el por aquel entonces futuro de los Washington Wizards alcanzó superar los 20 puntos de media, poniéndolo como uno de los máximos anotadores del torneo. Además, alcanzó los 6,7 rebotes por partido. Todo en un grupo aún más complicado que el que tiene, con Argentina, España y Eslovenia. Solo falta saber si lo acontecido fue un espejismo al jugar en casa o la constatación de un líder en baloncesto FIBA.

Su otro gran referente es Yuta Watanabe. El jugador con experiencia en NBA con equipos como Memphis Grizzlies o los Toronto Raptors tiene que ser una ayuda a Hachimura en el juego exterior. Además de su capacidad física, tiene que añadir una buena capacidad de tiro de 3, demostrada en la mejor liga del mundo. Aportará también puntos a través de las divisiones, en las que también debe ser capaz de abrir la pista.

Un núcleo duro de la liga japonesa

En su gran mayoría, los japoneses cuentan con una gran influencia en su propia liga, lo que permite un mayor control del nivel de sus jugadores para entrar en el combinado nacional. Aún así, también cuentan con jugadores de NCAA, como Akira Jacobs, escolta de 2 metros de 20 años que milita en los Hawaii Warriors o Keisei Tominaga, que promedió 15,5 puntos en los Nebraska Cornhuskers.

Sus primeros encuentros de preparación han demostrado que está muy por debajo de los principales equipos europeos, con sendas derrotas ante Alemania, 104-83, y ante Serbia, 119-100. Japón buscará luchar lo máximo posible en lo que es todo un sueño, pero la clasificación para los cuartos de final suena más a una gran utopía que a una posibilidad real, sobre todo en comparación con el nivel del grupo.

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