La falta de intensidad y tres señores de naranja nos condenan a la cabeza de ratón

Es raro porque si el partido de este domingo se hubiese celebrado en otro momento previo de la temporada estaría escribiendo esta crónica muy enfadado pero sinceramente, viendo que no nos jugamos nada, acabo de pasar a esa parte de la temporada llamada “me da igual todo, quiero que se acabe ya”. Pero bueno, vamos a pasar a hablar del partido y luego de mis sensaciones, que si no me voy por las ramas.

El partido empezó con los dos equipos con dinámicas distintas. Mientras que el Bilbao Basket intentó romper el partido desde el principio aunque el acierto no les acompañó y acabaron el cuarto con un 44% de acierto el Obradoiro empezó el cuarto prácticamente muerto y fue encontrando su lugar en el encuentro gracias a un juego interior y una defensa cerrada. Esto mas la diferencia en rebotes (9 a 13) hizo que los visitantes ganaran este primer cuarto con un marcador de 18 a 19.

En el segundo cuarto pareció que los chicos de Jaume Ponsarnau quisieron ganar el partido y seguir optando a esa décima plaza. Aunque el porcentaje de acierto bajó a un 38.9% la intensidad defensiva subió y eso hizo que el segundo parcial fuera de color negro con un marcador de 22 a 19, el cual llevaba la cuenta en un 40 a 38 al descanso pero dejando unas últimas jugadas muy poco esclarecedoras por parte del conjunto local.

Distintos partidos, misma caraja post descanso

A la vuelta de los vestuarios la clásica caraja del tercer cuarto volvió a protagonizar los primeros compases de este, cosa que aprovechó el equipo de Moncho Fernández para intentar romper el partido por su lado, cosa que en cierta parte consiguió hasta que como de costumbre el Bilbao Basket despertó y gracias a un mejor acierto y una afición que decidió apretar consiguieron que el sangrado fuese menor con un parcial de 19 a 22 que dejaba el marcador en un 59 a 60 de cara al último cuarto.

Los últimos diez minutos fueron dignos de una película de los Monty Python. De prácticamente un 50% de acierto bajamos a un 23.5% anotando un único tiro de 2 puntos de cinco intentos y tres triples de 12 intentos y perdimos tres veces más balones que los gallegos. El Obradoiro tampoco es que estuviera haciendo el cuarto de su vida y eso hizo que a un partido que ya estaba siendo difícil de digerir se le pusiera la guinda de estos últimos 10 minutos. Gracias a un último arreón final el equipo que gracias a esta victoria sale de los puestos de descenso consiguió hacer un parcial de 13 a 15 puntos, el cual dejaba el marcador en un ajustado y engañoso 72 a 75. Marcador que Álex Reyes no pudo empatar con un sistema pensado para que se tirara un triple que no se tiró por X o por Y.

En aspectos generales lo más remarcable de esta derrota es que por un lado el Obra creo que no pudo dar más de sí, o sea, que jugaron a lo que sabían y por suerte para ellos les salió cara y por la otra es que la intensidad del equipo bilbaíno en los momentos clave lució por su ausencia y si en esta liga no aprietas hasta el penúltimo equipo es capaz de ganarte los partidos, incluso en una cancha relativamente difícil como es Miribilla. Otro de los factores es que ya sea por la hora o por la actitud del equipo pero a la afición, de la que yo soy parte, nos costó entrar en el encuentro hasta los compases finales de este aunque ya fue demasiado tarde.

Protagonistas clave

Como dije en la previa, este partido iba a ser clave para Thijs De Ridder y sus opciones en la votación de mejor joven de la temporada 23 – 24 y el ala – pívot belga supo aprovechar la oportunidad que le dió Jaume Ponsarnau y acabó el encuentro con 13 puntos, 2 asistencias y 8 rebotes siendo así el mejor jugador del equipo local. Junto a él estuvo Sacha Killeya – Jones que estuvo totalmente desaparecido durante el encuentro pero acabó este con 9 puntos, 3 asistencias y 5 rebotes.

Los jugadores que de verdad estuvieron totalmente desaparecidos en este encuentro fueron Trygvvi Hlinason con 5 puntos, 1 asistencia y 5 rebotes pero que a estas alturas sigue teniendo pendiente conocer sus capacidades como pívot y no tener miedo a encarar el aro y el estonio Kristian Kullamae que solo fue capaz de anotar dos puntos y a diferencia de los últimos partidos restó más que lo que sumó.

Por parte del Obradoiro Blazevic fue el artífice de que estos sigan soñando con la permanencia anotando 14 puntos, asistiendo una vez y cogiendo 11 rebotes. Junto a él estuvieron tanto Dotson (13 puntos, 3 asistencias y 3 rebotes) y Pustovyi (13 puntos, 1 asistencia y 6 rebotes). El jugador que me dejó frío fue Jordan Howard que le costó mucho entrar en el partido y aportó a este 8 puntos, 3 asistencias y 2 rebotes.

Más allá del encuentro

Esta derrota nos deja con un récord de 13 victorias y 17 derrotas y prácticamente estancados en la décimo primera posición hasta final de temporada estando tanto a dos victorias del Joventut que ganó al Girona de seis como de nuestros perseguidores el Andorra y Zaragoza. A falta de cuatro jornadas y viendo el calendario que nos queda veo imposible alcanzar al equipo de Badalona y me genera dudas que nuestros perseguidores no nos vayan a pillar. Por parte del Obradoiro estos están con un récord de 8 victorias y 22 derrotas pero gracias al average ganado con el Breogán salen de puestos de descenso.

Dejando a un lado el partido, la derrota no fue lo único malo del encuentro ya que a la baja por lesión en el músculo obturador externo de la pierna izquierda de Xavi Rabaseda se le unen las molestias de Adam Smith, Denzel Andersson y Keith Hornsby, los cuales no pudieron acabar el encuentro y que a día de hoy, 22 de Abril, están a la espera de los resultados de sus respectivas resonancias.

Antes de acabar esta crónica quisiera hablar de la desastrosa actuación que hicieron los tres señores de naranja en el partido. Si sois asiduos usuarios de twitter (me niego a llamarlo de la otra forma) leeréis que nos robaron el encuentro pero a mi parecer es que el trío conformado por Carlos Peruga, Juan de Dios Oyón y Andrés Fernández hicieron un partido que no se pueden permitir en la ACB y todas sus malas decisiones salieron a favor del equipo visitante. No supieron interpretar en ningún momento el partido e hicieron cagadas dignas de un árbitro de EBA, lo siento por ellos pero espero que estén un tiempo sin venir a arbitrar a Miribilla si no quieren escuchar nuestros silbidos, cosa que ya probaron ayer en más de una ocasión.

Por mi parte no tengo más que decir, quedan cuatro jornadas y como he dicho al principio de esta crónica estoy en un modo de pasar total. Siguiente parada este sábado que viene en Girona donde veremos si el equipo está ya de vacaciones o quiere acabar la temporada con la cabeza bien alta intentando rascar alguna opción de jugar la BCL, ya sea con una fase previa o no. Nos vemos en la previa del partido contra el equipo catalán, agur!

Estadísticas individuales:

– Bilbao Basket: De Ridder (13, 2, 8), Killeya – Jones (9, 3, 5), Reyes (9, 0, 0), Hornsby (8, 0, 1), Pantzar (8, 4, 8), Smith (8, 3, 2), Andersson (6, 0, 4), Hlinason (5, 1, 5), Renfroe (4, 2, 3) y Kullamae (2, 0, 0).

– Obradoiro: Blazevic (14, 1, 11), Dotson (13, 3, 3), Pustovyi (13, 1, 6), Scrubb (10, 1, 7), Howard (8, 3, 2), Zurbriggen (6, 2, 4), Guerrero (4, 0, 3), Mendoza (4, 2, 1), Suarez (3, 0, 2) y Strelnieks (0, 0 ,0).

Imagen del Deia.