Más de los míos: Gema Sanmartín
Seguimos poniendo caras a un precioso equipo de trabajo. Porque, créanme, juntar un buen equipo de trabajo es muy complicado, pero si encima el trabajo no es remunerado, la cosa se complica más.
De la chica que hablo hoy, Gema Sanmartín, tan solo puedo definirla como una auténtica delicia. Es de las más “pipiolinas” de Basket Pasión y aunque parece que entrara ayer con nosotros, ya lleva su tiempo.
Escribe de Valencia Basket Femenino y lo hace de escándalo. Y no solo eso. También nos echa una mano en redes. Silenciosa, jamás levanta la voz y siempre predispuesta a coger ella faena si en ello va liberar de esa faena a un compañero.
Aún recuerdo una conversación entre ella y yo donde yo preguntaba que si quería que pidiera acreditación para ella para la temporada. Hay que explicar que pedir una acreditación no es moco de pavo. Y ella, honrada, me dijo que no era merecedora tal regalo. Y quizás lo que no se da cuenta es que somos nosotros quienes no somos merecedores de su regalo, de su presencia con nosotros.
A Gema me la llevaría a todos lados porque es de las personas que sabes que no te van a fallar nunca. Jamás descuida su función y encima es tan grande que se ofrece. Lo hace en silencio, sin molestar y sin interrumpir.
Cuando la conocí, yo haciendo scouting para colaborar en la web, como hago a diario, la conversación telefónica que tuve con ella no me dejó muy convencido, pero simplemente era porque no la conocía. Porque es una mujer que cuando la llamo, tan solo oír el tono de voz… es una gozada.
Mucha parte del éxito de Basket Pasión recae sobre sus hombros. Su trabajo, su dulzura, su carácter… emborracharían de amor a cualquier veinteañero que tenga el valor de pararse a querer conocerla.
Y, además, una de las peores cosas que tiene trabajar a piñón en la distancia es que casi ni pones cara. Y hoy me entero que Gema Sanmartín es una puñetera belleza.
En Basket Pasión la queremos mucho, valoramos su trabajo y es una de las mejores amigas y compañeras. Tanto que si algún día me llamara y me dijera que necesita un riñón, tendría el mío a ciegas.
Gracias Gema, por tanto trabajo, por tanto buen rollo, por quitarme mucha faena a mí principalmente. Gracias por ese silencio escondido en mitad de una timidez y gracias por ofrecerte a que mis sueños (Basket Pasión) se hagan realidad.
Si se creara el club de fans de Gema Sanmartín, mi firma sería la primera. Gracias porque eres un amor.
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