Opinión de la primera mitad del Grupo Alega Cantabria

La temporada en Torrelavega está siendo especialmente complicada. Como suele suceder en estos casos, las críticas no tardan en aparecer, y los principales señalados han sido los entrenadores, David Mangas y Alejandro González, además de algunos jugadores clave del vestuario. Sin embargo, para entender la situación, es necesario comentar las causas que han llevado a ella, y es que a estas alturas de temporada, el Grupo Alega Cantabria ya ha contado con tres entrenadores principales diferentes.
Falta de profundidad y calidad
El principal problema del Alega Cantabria comenzó con la confección de una plantilla corta, formada únicamente por diez jugadores. Esta decisión, arriesgada desde el principio, dejó al equipo con muy pocos recursos, especialmente ante las inevitables lesiones.
Además, la plantilla presentaba carencias significativas, tanto en el juego exterior como en el interior, apostando por jugadores que, en muchos casos, no tuvieron continuidad ni protagonismo en sus equipos anteriores. Esto derivó en una evidente falta de nivel competitivo, alejando al equipo del objetivo de soñar con la fase de ascenso.
La realidad pronto se impuso, y el lugar del Alega en la clasificación quedó lejos de las expectativas iniciales. En lugar de luchar por la parte alta, el equipo se encontró en una lucha constante por la permanencia.
Entrenadores como cabezas de turco
La destitución de David Mangas el 12 de diciembre, tras un balance de 3 victorias en 11 partidos, fue la primera medida del club. Su sustituto, Alejandro González, llegó desde el cuerpo técnico como una solución “fácil y económica”. Aunque sus primeras semanas fueron esperanzadoras, con dos victorias ante Tizona y Zamora, la realidad del equipo volvió a aparecer con una racha de cuatro derrotas consecutivas.
La salida de Alejandro González también ha sido complicada. Apenas semanas antes se había confirmado su continuidad, pero tras la presión de la afición, se decidió apostar por un nuevo técnico, Lolo Encinas. Esta situación evidencia una gestión dudosa, en la que los entrenadores han servido como escudos ante las críticas, mientras las decisiones clave del club seguían en manos de otros.
Un panorama complicado y la necesidad de refuerzos
El Grupo Alega Cantabria afronta la segunda mitad de la temporada en una posición delicada: decimosextos en la clasificación y con el HLA Alicante pisándoles los talones. Sin embargo, el equipo se encuentra a un partido de Valladolid y Menorca, lo que deja margen para luchar por la permanencia.
Para lograr el objetivo, el equipo necesita refuerzos inmediatos. La prioridad es la incorporación de un pívot de garantías y un alero que pueda mantener el nivel defensivo en ausencia de Romaric Belemene. La responsabilidad de estas decisiones recae en la directiva, cuyo desempeño hasta ahora ha sido el origen de muchas de las dificultades actuales.
El Alega no solo necesita soluciones en la pista, sino también claridad y determinación en la toma de decisiones desde los despachos.
Foto: Grupo Alega Cantabria: Ricardo Corpás.
