Que viene el coco

Este domingo, a las 12.00 hora canaria, el Dreamland Gran Canaria recibe en su fortín al Real Madrid de Baloncesto, en un partido que promete ser trepidante y una revancha para los canarios.

Cuando era pequeña, todas las historias que me contaban mis mayores cuando me portaba mal o no quería dormir, terminaban con un “y si no te portas bien, viene el coco”.

Algo así es la sensación que tengo con el partido que se disputará este domingo en el Gran Canaria Arena. Viene el coco de la liga Endesa. No es imposible de vencer pero sí que es muy complicado hacerlo. Y en vez de llevarte, te arrasa con una victoria y te deja mascando en seco.

Sinceramente, creo que es el mejor equipo con diferencia de la Liga. Y lo es por muchas razones. Por lo extensa que es su plantilla, por la calidad que tienen y, sobre todo, por la implicación de sus jugadores en el proyecto. Con bajas o sin ellas, son el equipo a batir.

El Dreamland Gran Canaria es un equipo muy capaz de hacerlo. Sabemos que es complicado pero no imposible. Para ello, los pupilos de Jaka Lakovic no se pueden permitirse errores.

Si habitualmente, cometer algún fallo nos hace tener que remar a fondo para sacar un partido, hacerlo contra el Real Madrid es un verdadero suicidio. Los blancos te matan en cada contra si no estas concentrado y espabilado.

Volvemos a la tríada

Las claves para vencer a los chicos de Chus Mateo, pasan por poner en práctica la tríada mágica del Granca, que no es otra sino actitud, competitividad y defensa.

Primero, salir con la actitud adecuada y con el convencimiento de que se puede ganar este partido. Si no tenemos la actitud ganadora, no llegaremos ni al primer cuarto.

Segundo, competir. Si no somos competitivos podemos despedirnos de intentar ganarle a los blancos y a cualquiera. Un equipo que no sabe competir es carne de cañón para el resto.

Por último, la defensa. Creo que lo he dicho mil veces pero aquí va la mil una. Los partidos siempre se ganan desde la defensa hacia al ataque y de esa burra, no me baja nadie. Sin defensa no hay paraíso ni victoria posible. Necesitamos que todos los jugadores estén implicados en defensa. Sólo así, seremos capaces de intentar derrotar al Real Madrid.

Importa ganar pero no tanto.

Ahora mismo, el Dreamland Gran Canaria es quinto en la liga Endesa, empatados a puntos con Valencia Basket, con 12V-7D. Nos persiguen con un 11V-8D UCAM Murcia y Baskonia. Ganar es importante pero no tanto como pueda parecer.

Lo que sí es verdaderamente importante, es que el Real Madrid no nos meta la paliza de nuestras vidas, para así poder mantener una diferencia positiva que, dicho sea de paso, nos ha costado muchísimo conseguir. Ahora mismo estamos con un +37 y sería una pena perder ese diferencial.

Dicho esto, tenemos que salir a pista sin complejos y dándolo todo. Hay un Madrid con Edy Tavares y otro sin él. Está claro que es el pívot más diferencial de Europa y, mira que lo adoro desde que estaba en las filas claretianas pero, prefiero que no venga o que lo haga sólo de turismo. Tampoco va a estar Sergio Llull, ese que llevan jubilando no sé cuántas temporadas pero que cada vez que sale a pista, te la lía.

Estas bajas no significan que los jugadores restantes sean mancos ni mucho menos. Tienen un equipazo pero, no es la primera vez que pierden en la isla y los amarillos, tienen ganas de revancha por el partido de ida. De ahí lo de salir sin complejos a jugar.

Nos espera un partidazo este domingo, con un Gran Canaria Arena a rebosar y con muchas ganas de ver de qué son capaces los nuestros. Pase lo que pase,  ganar este partido supondría una victoria más en nuestro casillero y una sorpresa para todos, aunque me duela ganarle al equipo de los amores de mi adorado Pedro Bonofiglio.

Sólo espero ver un gran partido de baloncesto, que no nos regalen nada pero que tampoco nos lo quiten y, por supuesto, que la victoria se quede en casa. Seguramente será que no pero ¿Y si es un sí?

Soñar es gratis y yo soy una soñadora empedernida.

Foto obtenida de la página web del Dreamland Gran Canaria.

Dyrma Herrera