Si yo fuera presidente

Y es uno de esos cargos a los que jamás daría mi sí por todo lo que a responsabilidad conlleva. Y no hablo de la presidencia de un país, como muchos ahora estaban pensando.
Pero sí todos cometemos el error, el mismo que voy a cometer yo ahora, de opinar desde la distancia sin apenas conocer los vericuetos por donde cabalga cada uno sobre temas que son de índole social deportivo.
Hablo del mundo del baloncesto donde muchas veces se asimila los contratos con el adjetivo corto. Y todo ello porque en deporte, en baloncesto, se depende de los resultados y estos han de ser positivos, o como mal menor, que no no sean negativos.
Un ascenso a una categoría superior debe ser algo increíble para el equipo y el club que lo consiga. Pero el mantenerse en esa nueva competició, lo lógico es que traega más de un disgusto.
Y el primero en caer siempre es el entrenador. Y curioso que jamás vi, ante un fracaso deportivo, que nadie de la directiva dijera: “ha salido mal, nos vamos nosotros”. Pero eso es harina de otro costal
Coto Córdoba
Un equipo recién ascendido, orgulloso de lo conseguido y con una cantera de las mejores de España. Un equipo que empezó su temporada en la mal llamada Segunda FEB bastante bien. Tanto que su inicio pasó por ser el líder de la Conferencia Oeste y que fue hasta la jornada 12ª cuando estuvo en los cinco primeros puestos.
Pero un resto de temporada al que los resultados no han acompañado, ni quizás la suerte. Y la primera medida es prescindir del entrenador. En este caso de Alfredo Gálvez, al que habría que ovacionar a su salida, sin duda alguna.
Pero la vida sigue
Y es ahí cuando no quiero cargos. Ni para comunicar un despido ni para elegir que lleva un nuevo proyecto con el mucho riesgo de cagarla. Pero desde mi cómoda situación, desde mi sillón, delante del ordenador, y si en algo puedo ayudar aesa manigfica directiva, voy a osar nombrar a dos personas con las que yo he tratado que serían excelentes profesionales para ocupar ese gran banquillo.
Iago Castro
Un incansable loco del baloncesto al que tuve la suerte de conocer cuando él era ayudante de Roberto Blanco en el Cáceres Patrimonio de la Humanidad. Con el que aprendes de baloncesto y de humanidad. Con el que por suerte sigo teniendo contacto, aunque me gustaría con más frecuencia. Y además he tenido la suerte de entrevistarlo.
Una persona que vive por el baloncesto y para el baloncesto. Su última ocupación fue en el Celta Baloncesto con el 1ª nacional. Anteriormente, como ya dije, fue ayudante en el Cáceres Patrimonio de la Humanidad durante dos temporadas, además de compaginarlo con la dirección del extinto Torta del Casar de Liga EBA.
También estuvo de entrenador ayudante en Lugo con el Club Baloncesto Breogán cuando este militaba en LEB Oro. Además de los numerosos campus de verano y clinics que ha impartido.
Una buena opción para el banquillo cordobés.
José Antonio Santaella
Es el otro que se me ocurre capaz de enderezar los destinos de Coto Córdoba y hay que tener en cuenta que es cordobés, por lo que gana puntos.
Pero quizás con “Santa” (permítemelo) sea más mental su opción a ir a su tierra más que nada porque acaba de salir de CB Morón.
También he tratado con él mucho en estos meses. Un tío noble, un tío con los pies en el suelo que da gracias por todo, y que no niega una charla. Siempre con la sonrisa por delante y totalmente cercano. De verdad que a “Santa” el que está agradecido soy yo.
“Santa” lleva el baloncesto en vena. Se dicen que los bebés nacen con una hogaza de pan debajo del brazo. “Santa” nació con un balón de baloncesto.
Como he dicho, su último trabajo fue CB Morón con quien consiguió la locura de ese ascenso y al que todo Morón le está agradecido. Pero no se queda ahí solo. “Santa” existía mucho antes de Morón.
Anteriormente estuvo en el banquillo del CP Peñarroya de la Liga EBA. Y fue de los aventureros que cogieron la maleta y cruzaron el charco para ser técnico ayudante en el equipo Las abejas de León en México.
Cordobasket también le vio dirigir desde el banquillo, al igual que Smurfit Kappa BBall Córdoba. Y como magnífica persona que es tuvo que dejar su impronta en Extremadura, en el Club Baloncesto Plasencia.
Y la verdad…
Que si alguien me permitiera meterme en asuntos que no me competen, yo daría estos dos nombres sin dudarlo. Pero es tema de la directiva de Coto Córdoba. Vaya desde aquí mi petición de perdón por la intromisión hecha.

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