Todo tiene márgen de mejora
Sé que en mis últimos artículos he comentado que de lo siguiente que iba a escribir era sobre un artículo análisis de la temporada pero sinceramente, a consecuencia de mi vida folclórica, las 24 horas de las que está compuesto el día me son pocas para todo lo que quiero y tengo que hacer así que he decidido hacer un pequeño artículo hablando sobre las cosas a mejorar de cada posición de cara a la temporada que viene.
Antes de empezar quiero aclarar dos cosas, voy a estar un poco vinagre y que aunque hoy me toque criticar al equipo, en general estoy bastante contento con la actuación en la temporada 23 – 24 y creo que con la situación que tenemos poco más se podría haber hecho. Prometo que si os gusta este artículo haré uno con las cosas buenas de cada posición.
Posiciones exteriores
Empecemos por la posición de base. El mayor problema de los generadores de juego del Bilbao Basket ha sido eso, el generar juego, me he hartado repetir a lo largo de esta temporada que para que este equipo jugara de forma cómoda tenían que pasar de las 20 asistencias, o por lo menos quedarse cerca, y quitando en unos poco encuentros eso no ha pasado.
Si el problema de la posición de base era el de que no eran lo suficientemente generosos, el problema de los escoltas ha estado relacionado con lo primero y es que en ciertos partidos los bases no han asistido mucho ya que los jugadores en la posición de dos no han sido capaces de anotar en partidos donde su anotación era clave, partidos en los que eran las piezas fuertes pero que al no tener regularidad estos no consiguieron llevar la batuta, ni ofensiva ni defensiva.
El puesto de alero ha sido a mi parecer la posición más floja de toda la temporada. Esta posición estaba compuesta por un tío que no hace números pero que es muy importante moralmente y defensivamente para el equipo (Xavi Rabaseda) y otro que tendría que haber sido la referencia ofensiva del equipo pero que no fue capaz de dar el paso adelante que se le pidió (Álex Reyes). Creo que he dejado muy claro el problema y es que no puedes ir a la guerra con una tostadora y un manga de los jojos (espero que se entiendan tanto la referencia como la intención de esta última oración).
Posiciones interiores
Lo más grave que creo que teníamos en la posición del cuatro, la del ala – pívot, es algo parecido a las del puesto anterior, que las piezas no encajaban al 100%. Por un lado teníamos a Denzell Andersson, que no aportaba mucho en ataque pero que en defensa era relativamente decente y por el otro a Thijs De Ridder, el cual aún siendo uno de los mejores jugadores de la plantilla tiene mucho que aprender y su compañero de posición no creo que haya sido de gran ayuda.
La última de las posiciones es la del pívot, está claro que la dupla compuesta por Trygvvi Hlinasson y Sacha Killeya – Jones conformaba la posición más fuerte de toda la plantilla. Al ser dos jugadores distintos se complementaban a la perfección ya que mientras que el primero era un pívot más clásico e intimidante el segundo era mucho más ágil. Algo malo que tengo que sacar de la posición del cinco es que era demasiado fácil sacarles de la zona, haciendo que esta se convirtiera en ciertas ocasiones en un colador.
Por mi parte ya está, hablaría del papel de Jaume Ponsarnau pero ya hablé de ello en mi análisis de los jugadores interiores, así a modo de sorpresa, así que si queréis leer mi opinión id a ese artículo. Respecto al próximo artículo no os voy a engañar, no tengo ni idea sobre qué voy a escribir, seguramente sea sobre el texto mencionado anteriormente, el que analiza las cosas buenas de cada posición, pero no estoy totalmente seguro de que vaya a hacer eso. De todas formas habrá artículo, ya sea uno u otro, así que nos leemos en la próxima ocasión, hasta entonces disfrutad de la vida, agur!
(Imagen del Bilbao Basket)
