Victoria de fe

1 | 2 | 3 | 4 | T | |
---|---|---|---|---|---|
Benicarló | 21 | 19 | 17 | 11 | 68 |
Fibwi | 15 | 12 | 30 | 15 | 72 |

Maderas Sorlí Benicarló
68
1 | 2 | 3 | 4 | T | |
---|---|---|---|---|---|
Benicarló | 21 | 19 | 17 | 11 | 68 |
Fibwi | 15 | 12 | 30 | 15 | 72 |
72
Fibwi Palma Bàsquet

Maderas Sorlí Benicarló
68
-
72
Fibwi Palma Bàsquet
-
Q1
21- 15
-
Q2
19- 12
-
Q3
17- 30
-
Q4
11- 15
En los partidos importantes, el carácter y el compromiso suelen ser más decisivos que el talento. Y el Fibwi Palma Bàsquet ha demostrado este domingo en el Pavelló Poliesportiu Municipal de Benicarló que no piensa rendirse en su lucha por entrar en la fase de ascenso en la mejor posición posible. Lo ha hecho con una victoria de esas que marcan trayectorias, de las que se recuerdan si el objetivo se cumple. Los de Pablo Cano se han impuesto por 68-72 al Maderas Sorlí Benicarló tras una primera parte para el olvido, en la que llegaron a ir perdiendo por hasta 15 puntos, y una segunda mitad extraordinaria en esfuerzo, solidez defensiva y temple competitivo. Una victoria que sabe a más que dos puntos y que refleja la madurez de un equipo que ya no se tambalea.
Un inicio gris que obligaba a reaccionar
Y es que el choque comenzó con una tónica preocupante para los visitantes. El Benicarló, empujado por su público y con mejor lectura de partido, encontró el ritmo adecuado ante un Fibwi Palma desdibujado y sin puntería. El 4-0 inicial tras varios minutos sin canastas ya evidenciaba que costaría sumar. Los locales fueron abriendo brecha ante la falta de ideas y fluidez de su rival, que no encontraba respuesta ante un parcial de 13-2. Los mallorquines, por momentos, se veían superados en todas las facetas. Solo dos triples salvadores de Brian Vázquez y una canasta de Christian Cunningham amortiguaron ligeramente el golpe en un primer cuarto que se cerraba con un claro 21-15.
El segundo acto tampoco trajo mejores noticias. El Maderas Sorlí Benicarló mantenía su nivel, sobre todo desde el perímetro, mientras que el Fibwi Palma seguía sin encontrar sensaciones. Tres triples consecutivos —Lafuente, Haro y Palazuelo— terminaron de dinamitar la moral visitante, que se encontró de repente con un 30-15 en contra. Cano se vio obligado a parar el partido una vez más. No bastaba con pequeños ajustes: el equipo necesitaba resetear. Al descanso, el 40-27 en el marcador no solo reflejaba la superioridad local, sino la urgencia de un cambio radical en los vestuarios si se quería evitar una derrota muy dolorosa.
El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde
Y ese cambio llegó. Porque si en la primera parte el Fibwi Palma fue un equipo sin alma, en la segunda mitad se transformó en un bloque compacto, con carácter, implicado, y sobre todo convencido de que aún era posible. La reacción fue inmediata: parcial de 0-8 para empezar el tercer cuarto y las primeras señales de que el partido se había reactivado. Viendo al Fibwi de la segunda parte era imposible no recordar la novela de Robert Louis Stevenson. La defensa, hasta entonces frágil, se volvió intensa y ordenada, con ayudas constantes y una mayor presencia en el rebote. El ataque, sin llegar a ser brillante, comenzó a encontrar soluciones, moviendo bien el balón y eligiendo mejor los tiros.
El trabajo táctico del cuerpo técnico en el descanso fue clave para cambiar el guion del encuentro. El equipo salió con otra actitud, otro lenguaje corporal, otra lectura colectiva. El Benicarló, por el contrario, empezó a dudar. A cinco minutos para el final del tercer acto, el marcador reflejaba un esperanzador 47-43. Y entonces llegó una jugada simbólica: sobre la bocina del tercer cuarto, Jorge Martínez conectó un triple desde su propio campo que igualaba el partido a 57. Era la prueba definitiva de que el viento había cambiado de dirección.
Un final de partido para valientes
El último cuarto fue un ejercicio de supervivencia y temple por parte del Fibwi Palma. Los nervios y la tensión se apoderaron de ambos equipos, y durante más de tres minutos no se vio una sola canasta. Ruesga rompía el hielo con un triple (62-59), pero el equipo de Cano no se descompuso. Brian Vázquez y el propio Jorge Martínez pusieron por primera vez a los suyos por delante en todo el partido. El pulso final lo ganó el equipo más sólido: Cunningham y Martínez volvieron a anotar en momentos clave, y desde el tiro libre, Giovannetti sentenció el triunfo con el definitivo 68-72.
Tras el encuentro, Pablo Cano se mostraba satisfecho con la reacción de su equipo:
“Muy contentos con el resultado y con la remontada que hicimos, y con la actitud y el rendimiento que logramos desde la defensa individual y también desde lo colectivo. El gran acierto ha sido saber poner la pelota en ofensiva donde correspondía en los momentos duros y conseguir una solidez detrás a través del trabajo colectivo. Muy contentos con esa segunda parte, pero también sabiendo que tenemos que seguir corrigiendo cosas para el siguiente partido, que es fundamental.”
Una victoria que puede marcar el camino
La victoria en Benicarló no solo refuerza la posición del Fibwi Palma por entrar en las eliminatorias de ascenso en la mejor posición posible, sino que pone de relieve la capacidad de este grupo para competir cuando más difícil lo tiene. Una segunda parte impecable, una remontada construida desde la defensa, y un cuerpo técnico que supo tocar las teclas adecuadas cuando más falta hacía. A falta de pocas jornadas, cada victoria cuenta. Y esta, más que ninguna, puede ser el punto de inflexión que necesitaban.
Maderas Sorlí Benicarló (21-19-17-11): Libroia (9), Suárez (3), Lafuente (8), Fausto Ruesga (16), Sall (10). También jugaron Obajo (0), López (4), Haro (6), Palazuelos (12).
Fibwi Palma Bàsquet (15-12-30-15): Lucas Giovannetti (10), Franco Miller (0), Brian Vázquez (23), Xabi Beraza (2), Christian Cunningham (16). También jugaron Pau Tendero (0), Jon Ander Aramburu (5), Jorge Martínez (14), Tiago Dias (2).
Árbitros: García Rodríguez y Saez ruiz. Señalaron antideportiva a Palazuelos. Sin eliminados por faltas.
Fotografía cedida por Maderas Sorlí Benicarló
