El regreso de Leonidas

1 | 2 | 3 | 4 | T | |
---|---|---|---|---|---|
URV | 21 | 20 | 17 | 20 | 78 |
MOR | 17 | 29 | 16 | 29 | 91 |

UEMCE Real Valladolid
78
1 | 2 | 3 | 4 | T | |
---|---|---|---|---|---|
URV | 21 | 20 | 17 | 20 | 78 |
MOR | 17 | 29 | 16 | 29 | 91 |
91

CB Naturavia Morón

UEMCE Real Valladolid
78
-
91

CB Naturavia Morón
-
Q1
21- 17
-
Q2
20- 29
-
Q3
17- 16
-
Q4
20- 29
El CB Naturavia Morón se impuso al UEMC Real Valladolid con un último cuarto espectacular .
Ayer tras un fin de semana lleno de actividad arbitral, me senté frente a la pantalla del ordenador para visionar el partido acontecido el sábado en el Pisuerga. Para ello, gracias a la tecnología me acompañó, uno de los otrora narradores del CB Morón. A mitad del tercer cuarto tras un tiro de Jiménez mi frase fue la siguiente: “Eso el año pasado entraba con mucha fluidez” a lo que mi buen amigo respondió “Y cuando nadie se lo esperaba”.
Como si hubiésemos entrado en un agujero de gusano que deformara el espacio tiempo, pareció que el bueno de José Alberto nos escuchó y se dispuso para una actuación tremenda, que destrozase las esperanzas de remontada del Valladolid. Para saber lo que hizo nuestro querido “Coino” tendrán que esperar, porque antes de eso, hay mucha tela que cortar y mucho que desgranar.
Un Valladolid en tromba, no descentra al Morón
El UEMC, en casa y consciente de lo que se jugaba, salió a la pista dispuesto a finiquitar el partido por la vía rápida cómo ya hiciese en la primera vuelta en el Alameda. Una salida furibunda llevados en volandas por un Pisuerga enardecido llevó a los locales a un parcial inicial de 10-0 que parecía encarrilar el encuentro de manera prematura. Hace dos semanas esta demoledora salida, hubiese provocado un fundido a negro total por parte de los sevillanos que les hubiese llevado a una diferencia inasumible al término de los primeros diez minutos, pero por lo que sea, este equipo ya no es el mismo.
Sin desesperarse, con calma, (aunque sin dormirse) los andaluces recuperaron el pulso al encuentro, tomando las riendas del ritmo y obligando a los vallisoletanos a jugar a lo que Rafa García dictaba desde el puesto de base. La defensa naranja empezó a funcionar dificultando las transiciones y el juego combinativo local.
Estos pequeños/grandes ajustes lograron que los visitantes se fueran al intervalo con una diferencia de tan sólo cuatro puntos abajo, con la sensación de que el partido era más que ganable.
Un puñal inesperado.
El baloncesto en muchas ocasiones traza líneas argumentales que como entrenador te sorprenden, dinamitan todo el buen scouting que hayas hecho del equipo rival y todo trabajo previo para anular las virtudes del mismo. Esto debió pensar Iñaki Martín cuando en el segundo cuarto apareció de la nada el estilete que le iba a propinar el primer sangrado.
En principio, cuando al comienzo del cuarto ves que salta a pista Antonio Burgos, acompañado de M’Madi, Santana, Jiménez y Da Silva, tú repasas las notas, las estadísticas y con la lógica de lo numérico piensas: “Burgos es un jugador eminentemente defensivo, bueno en el rebote, pero su impacto en ataque es muy reducido”. Ante esto, tu raciocinio te hace indicar a tus jugadores que le floten si está lejos del aro y se preocupen más de las penetraciones de sus compañeros y de cerrar el más que probable rebote para que no caiga en manos de Vini.
Pues con esa idea en la cabeza el equipo castellano leonés se plantó en la cancha. La primera acción de “Burgui” les daba la razón; tiro liberado fallado y rebote conseguido, el plan de Martin marchaba bien. Pues spoiler, el bueno de Antonio se encargó de reventarlo a los pocos segundos, desterrajando dos tremendos muñecazos desde más allá del arco que cayeron cómo dos bombas atómicas dentro de la red dando la primera ventaja al CB Morón.
El relevo anotador hasta el descanso fue tomado por la pareja Norris, M´Madi que se encargaron de consolidar un parcial positivo para los aruncitanos y una distancia de 5 puntos al término de los primeros 20 minutos.
Barro tras el descanso.
El tercer periodo fue un ejemplo de pelea en el lodo. Trabado , duro, errático y sin brillo. Ninguno de los dos equipos logró imponer su idea baloncestística, el juego trazado dejó paso al uno contra uno puro, tiros mal seleccionados que en ocasiones terminaban entrando por la gracia de algún dios.
En este barrizal, los vallisoletanos parecieron encontrarse más cómodos, sobre todo de la mano de Cele, Mballa y alguna aportación aislada de Kovacevic. Claro está, que el Morón con la tranquilidad que le daba el verse por encima en el electrónico, apretó los dientes, subió la intensidad defensiva en los instantes finales e impidió de esta forma que los locales lograran un rédito mayor manteniendo una corta pero firme diferencia de 4 puntos.
El “show” de Jiménez
Ha llegado el momento de saber lo que hizo el particular Leonidas del CB Morón para matar el partido y hacer que los suyos se llevasen la tercera victoria de la temporada.
Todo artista necesita un buen “host” que le haga una presentación acorde. En este caso ese rol lo asumió Fabio Santana que con un triple frontal abrió el telón para que todos los focos apuntarán al centro del escenario donde se encontraba Jiménez.
El originario de Coín, al verse en esta situación, corrió las manillas del reloj hacia atrás un año, volviendo a ser el de la temporada pasada. Para empezar el espectáculo José se planta a 8 metros tras un bloqueo, se levanta con un descaro brutal y clavó un triplazo monumental. La defensa posterior provoca en el alero moronense un gesto de rabia que todos conocemos perfectamente y que sabemos que es una declaración de intenciones. Un par de minutos después, Jiménez engancha un balón a 45, pleno de confianza toma la responsabilidad y vacuna de nuevo el aro desde el 6.75. El show debe continuar, eso es lo que estaba en la cabeza del malagueño, como fin a estos minutos de “picorcillo», el amigo José Alberto sale de bloqueos , recibe y anota otro triple más. La definición perfecta de que esa anotación terminaba el partido, fue la mirada socarrona con sonrisa incluida hacia un Kovacevic que no estaba teniendo su día. En resumen, “coino” en estado puro, había destrozado el partido.
Por si faltaba algo, emergió de nuevo la otra gran figura de esta confrontación el señor Rafel García Salame que con cinco puntos consecutivos y una asistencia a Da Silva puso el broche de oro a un cuarto perfecto, sellando el triunfo. De ahí hasta el final poco que destacar, todo había acabado, el asedio al Pisuerga había resultado un éxito y Leónidas y su huestes saltaban de alegría, sabiendo que aún hay esperanza de salvación.
Ficha Técnica
UEMC REAL VALLADOLID (21+20+17+20) 78: V. Vucetic (2), J. García-Abril (5), J. Puidet (0), S. Wilson (8), D. Manchón (6), E. Demers (2), M. Kovacevic (6), A. Sans (2), S. De la Fuente (0), S. Cele (17), M. Torres (5), J. Mballa (25).
CB. NATURAVIA MORÓN (17+29+16+29) 91: L. Kouadio (8), M. M’madi (10), J. Marín (1), J. Jiménez (16), F. Santana (8), I. Tamba (8), V. Da Silva (5), A. Norris JR (9), A. Burgos (9), R. García (17).
Imagen: Flickr Feb ( Iñaki Solá)
