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El baloncesto tiene memoria. A veces, demasiado. Y en los rincones del Barris Nord aún resuena aquel 18 de mayo del 2003 cuando el recién ascendido Lleida, con la osadía de los que no tienen nada que perder, doblegó al gigante de la capital, y le dejó fuera de los playoff de la Liga ACB. Ahora, la historia ofrece un nuevo capítulo, aunque el escenario es distinto y el Madrid llega herido tras sus dos traspiés europeos en tierras turcas.

El Real Madrid, ese mastodonte blanco con fondo de armario de tres jugadores por puesto y presupuesto de otro planeta, visita Lleida con el orgullo herido. Anadolu Efes y Fenerbahçe le han hecho hincar la rodilla en la Euroliga y, si algo tiene este equipo, es memoria y rencor deportivo. No le gusta perder dos veces seguidas, y menos tres. Así que el Hiopos Lleida sabe que el rival que tendrá delante no será el Madrid de las dudas, sino el Madrid de la reacción.

El Hiopos Lleida ante el desafío blanco

Pero el equipo de Gerard Encuentra no se rinde antes de jugar. “Vamos sin presión, pero con ganas de hacer un buen partido”, ha afirmado el técnico, que no oculta la admiración por la plantilla blanca, aunque deja un resquicio para el optimismo: “Han perdido en pistas como las de Bilbao o Coruña, ¿por qué no aquí?”. Palabras que suenan más a aviso que a resignación.

El plan del Hiopos está claro: minimizar errores. Rebote defensivo, pérdidas y tiros libres. Tres claves que, si no se cuidan, convierten cualquier empresa en misión suicida. El técnico lo tiene claro y su plantilla lo sabe: si al Madrid se le deja correr, castiga sin piedad. Y si la defensa flaquea, los francotiradores blancos no fallan dos veces.

Factor ‘Barris Nord

El factor Barris Nord también juega su partido, no es un pabellón cualquiera. Este domingo no habrá ni una silla vacía y será una caldera donde los burdeos empujan, donde los recuerdos de gestas pasadas se convierten en combustible para el presente. Encuentra lo sabe y quiere que su equipo lo haga valer: “No es más importante el Madrid que el Breogán, pero queremos hacerlo bien ante nuestra gente”.

El duelo está servido. El Hiopos Lleida no tiene el peso de la obligación, pero sí el de la ilusión. Y cuando a un equipo humilde le dejas soñar, corres el riesgo de que despierte la historia. Que nadie diga que no estaba avisado.

Foto: X (Twitter) Hiopos Lleida.

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