El bético Kurucs cambia Sevilla por Estrasburgo
El ala-pívot letón Rodions Kurucs, una de las incorporaciones estrella el pasado verano del Betis Baloncesto, abandonó ayer de manera oficial la disciplina del conjunto bético, según informaron los medios oficiales de la entidad de las trece barras.
Kurucs, de 24 años y 2,06 de altura, había llegado a Sevilla procedente del Partizán de Belgrado, después de tres años semi infructuosos en la NBA y de haber militado, con anterioridad, otros tres en la cantera del Barça. Al parecer, según cuenta el compañero de ABC Sergio Ávila, ha sido el propio jugador el que ha solicitado la rescisión de su contrato, que se ha producido de mutuo acuerdo. Kurucs, según se ha confirmado esta misma mañana, se incorporará a las filas del SIG Strasbourg francés hasta final de temporada.
El paso del letón por la presente liga ACB ha sido de decepcionante hacia arriba, promediando únicamente 4,8 puntos y 3,3 rebotes pero, sobre todo, una desidia que traía por la calle de la amargura tanto a su entrenador, Luis Casimiro, como a los aficionados verdaderos que, jornada tras jornada, ocupaban sus respectivos asientos en las gradas del Palacio de los Deportes San Pablo.
En su último encuentro, el pasado sábado frente al Rio Breogan, Kurucs tuvo un excelente comienzo con 3 de 3 en triples, pero acto seguido le propinó un golpe al breoganista Nakic en una acción en ataque absurda con el balón además en otra zona de la cancha, que fue penalizada con la correspondiente antideportiva y que incluso fue revisada en el “instant replay” para ver si era merecedora de la descalificación.
Ahí acabó su aportación anotadora en el partido… y en el Betis, que ahora deberá solventar de una vez el doble problema que se le presenta. De una parte, reforzar por fin el cada vez más mermado juego interior, que si ya de por sí era débil ahora se queda todavía más cojo con la lesión de Eulis Báez, que se tuvo que retirar el sábado en el segundo cuarto en una acción con bastante mala pinta, y que se une a la baja de larga duración de Nzosa.
Actualmente el Betis solo cuenta como jugadores interiores sanos con Gerun y con un Tsalmpouris al que, al estilo de un clásico del basket nacional como el ex del por entonces CB Sevilla Nacho Romero pero con menos calidad que éste, gusta cada vez más salir hacia fuera y menos “pegarse” en la zona con los rivales, con lo que el Betis tiene que fichar sí o sí.
Y además deberá hacerlo trayendo un jugador que ocupe una de las plazas de cupo de formación, ya que sin Nzosa ni Kurucs el Betis se queda tan solo con el capitán Almazán, Pozas y Sylla como jugadores formados localmente en España. Es decir, con déficit en este aspecto ya que el mínimo exigido, como todos sabemos, es de cuatro, lo que sin duda le obligará, a la espera de refuerzos, a inscribir a gente de la cantera para no incurrir en la correspondiente alineación indebida.
Todo ello para intentar descargar un poquito de responsabilidades a un Shannon Evans que, ante la ineficacia de sus compañeros, sigue viéndose obligado a actuar, partido a partido, como si fuese Scottie Howard en “Teen Wolf” (“De pelo en pecho” como la titulamos en España). O, al menos, para ofrecer en defensa los mínimos exigidos en intimidación para que las exhibiciones del genial base norteamericano se vean reflejadas en el escuálido casillero de victorias (actualmente, con tan solo dos, el Betis ocupa plaza de descenso junto al Baxi Manresa).
El poco caudal económico que presenta las arcas del Betis y la dejadez otro año más en el proyecto no nos hace ser excesivamente optimistas; pero bueno, quién sabe, lo mismo le vuelven a ver las orejas al lobo y, como en anteriores temporadas, reaccionan de una vez. Porque si no, mucho nos tememos que ni Evans podrá evitar el regreso del Betis Baloncesto, cinco años después, a la LEB Oro.
(IMAGEN: REALBETISBALOMPIE.ES)