El ‘Milagro de Madrid’, la machada que cambió la historia del UCAM Murcia
Ayer, 6 de mayo de 2024, se cumplieron exactamente doce años de aquel mítico partido frente a Movistar Estudiantes que certificó el descenso, por primera vez en su historia, de los colegiales y, por lo tanto, la permanencia de los universitarios en un partido que tuvo absolutamente de todo. Hoy repasamos lo que deparó aquella temporada, la primera de UCAM (como patrocinador, eso sí) en el club, para los pimentoneros.
Verano de 2011. Alejandro Gómez, Jose Miguel Garrido y Luis Guil, en consonancia con José y Luis Carabantes, dueños del club por aquel entonces, empiezan a fabricar el proyecto del recién ascendido CB UCAM Murcia. En la temporada anterior, el equipo murciano había logrado retornar a la ya bautizada «Liga Endesa» gracias a un récord de 29 victorias y 5 derrotas en la LEB Oro. Sin embargo, tanto la directiva como la parcela técnica deciden volver a reinventarse y traen hasta nueve caras nuevas, manteniendo del bloque anterior a Jasen, Rivero y Sergio Pérez. Las salidas de jugadores vitales para subir a ACB como Umeh, Coopenrath y Faverani se compensaron con jugadores de nombre en la liga como Josep Franch, Andrés Miso, Blagota Sekulic (actual entrenador ayudante del UCAM), Jordi Grimau, James Augustine y Robert Kurz, la gran apuesta de la temporada. Asimismo, jugadores como Barlow y Rejón recalaron en tierras murcianas para intentar ayudar al equipo a lograr el objetivo: mantener la categoría.
Los comienzos no son fáciles y más aún con piedras en tu propia mochila
En Murcia la ilusión estaba presente: había llegado el momento de volver a ACB tras un año en la categoría de plata. Sin embargo, no todo sale como uno esperaba y el CB Murcia tan solo pudo ganar 4 de los 17 primeros partidos de la primera vuelta, y eso que el club incorporó a jugadores como Marko Popovic y Matt Walsh para que pudieran servir de revulsivos, pero no funcionaron. A pesar de las grandes actuaciones de Augustine, quien se erigió como el líder de la plantilla, la racha de derrotas pesó muchísimo y el club, tras la derrota en Barcelona en el primer partido de la segunda vuelta, decidió destituir a Luis Guil con el propósito de cambiar la dura situación que atravesaba por aquel entonces. Los murcianos estaban situados en la penúltima posición de la clasificación con un balance de 4 victorias y 14 derrotas.
Además, la ausencia de la gran apuesta esa temporada, Robert Kurz, no ayudó en absoluto para poder revertir la racha: el norteamericano venía de promediar 13’9 puntos y 9’1 rebotes por partido. Pues bien, en Murcia sus números se redujeron a la mitad en todos los aspectos. Tras todo esto, el ala-pívot fue cortado por la entidad de la capital del Segura a finales del mes de febrero de 2012.
A problemas, soluciones
Antes del fin de ciclo de Guil, el UCAM Murcia incorporó en sus filas a Ime Udoka, un jugador con un grandísimo currículum en la NBA, pero el americano no pudo ofrecer su mejor versión con el entrenador que devolvió a Murcia a la mejor liga de Europa.
A partir de la destitución del técnico sevillano, la dinámica cambió por completo: Óscar Quintana, técnico ampliamente experimentado en la liga por esas fechas, se hizo cargo y volteó la situación. El cántabro sumó cuatro triunfos en sus primeros ocho encuentros en Murcia, algunos memorables como el de la victoria ‘in extremis’ en el Palacio ante el mejor Bilbao Basket de la historia por 73 a 69. Murcia logró salir del descenso por primera vez el 18 de marzo (jornada 25) tras una larga temporada gracias al triunfo holgado (85-56) ante Blancos de Rueda Valladolid.
Esta mejora no solamente se evidenció en resultados: Quintana sacó el mejor rendimiento posible a jugadores como Miso y Barlow, aunque sobre todo supo exprimir al máximo al tridente mágico conformado por Ime Udoka, Quincy Douby y James Augustine. La gente se divertía viendo jugar a una plantilla que, en varios momentos, parecía estar luchando por la clasificación a playoff en vez de por permanecer. De hecho, tres victorias seguidas (primera vez que se lograba ese hecho en ACB en toda la historia de la institución) vaticinaban un final de temporada tranquilo para el CB.
El mejor tridente de la historia del club
El fichaje de Quincy Douby vino como «anillo al dedo» para los intereses del equipo. La rápida adaptación del americano, sumado al gran nivel de Ime Udoka y a la grandisima temporada realizada por James Augustine, quien no ganó el MVP en aquel curso por muy poco, provocó que en Murcia se pudiese disfrutar de un trío de jugadores únicos.
La permanencia en ACB cuesta muchísimo
Sin embargo, tres derrotas seguidas ante Baskonia, Alicante y Real Madrid, todas por un resultado muy ajustado, hacía que los de Quintana llegasen al tramo más importante de la temporada con todo por decidir.
Antes de seguir, permitidme hacer un hincapié en ese polémico partido frente a Lucentum Alicante en el Palacio de los Deportes de Murcia: días antes, los alicantinos cayeron con contundencia ante Asefa Estudiantes, rival directo de los pimentoneros en la lucha por la permanencia. Alicante, que se jugaba su presencia en playoff, vino a Murcia dispuesto a llevarse la victoria desde el salto inicial. Lo que llama la atención de ese partido es la altísima tensión vivida en el mismo: Txus Vidorreta hacía los tiempos muertos en la línea del tiro libre, algo que indignó aún más a la afición murciana. Y es que corría el rumor (desmentido por el propio vasco en varias ocasiones) de que Vidorreta tenía un acuerdo apalabrado con Estudiantes para la temporada 2012/13, algo que no sentó nada bien en Murcia teniendo en cuenta la derrota de su equipo frente a los madrileños semanas antes. El partido celebrado en Murcia terminó con victoria alicantina por la mínima y con un Oscar Quintana expulsado por dos técnicas antes de tiempo.
El momento de la verdad
Llegábamos a la jornada 33 de la Liga Endesa y el UCAM estaba situado en la 16ª posición con 11 victorias y 21 derrotas, una más que el Estu, que marcaba el farolillo rojo. Los de Quintana se medían a Manresa en casa, mientras que los estudiantiles visitaban Valladolid siendo conscientes de que una derrota les otorgaría el billete a la LEB Oro por primera vez en su historia. Los universitarios no fallaron y comandados por la tripleta Udoka-Douby-Augustine vencieron al cuadro manresano por 78-60, dejando la pelota en el tejado de los de la capital. Pero, como era de esperar, los de Trifón Poch no fallaron y se aferraban a la permanencia con un Palacio a reventar frente a su rival directo.
El resto es historia
Volvemos al inicio de toda esta historia: nos situamos en el 6 de mayo de 2012. Pese a que el partido se empezó a jugar en redes sociales mucho antes, el CB UCAM Murcia llegaba en aquella tarde primaveral al Palacio de los Deportes de Madrid con un ambiente bastante hostil. El pabellón, que cuenta con 15.000 localidades, ya estaba a reventar a falta de poco menos de una hora para el encuentro. Los murcianos, que no estaban solos y contaban con la ayuda de 150 aficionados que viajaron desde Murcia, estaban siendo abucheados en todo momento y empezaron el determinante choque a remolque de los locales, que dominaban gracias a buenas jugadas de Kirksay, Lofton y Germán Gabriel. Como el choque de la primera vuelta cayó en favor de los murcianos por 88 a 75, Estudiantes necesitaba ganar de más de 13 puntos para tener opciones de permanecer en la máxima categoría de nuestro baloncesto. Dicha renta estuvieron cerca de conseguirla al inicio tercer cuarto, ya que el marcador reflejaba un 57-46 a favor de los de Poch. Ahí es cuando aparece el jugador más determinante de, en mi opinión, toda esa temporada: los puntos de Augustine sostenían a un UCAM que le valía con perder de menos de trece puntos para sellar la salvación. La tensión crecía cada vez más y llegó un punto en el que daba igual el resultado con el que terminaba el partido: hiciese lo que hiciese, Asefa Estudiantes iba a perder la categoría. De todas formas, en el último cuarto se confirmarían los malos presagios estudiantiles: el CB Murcia, con un gran parcial que completaba Quincy Douby con un mate tras robo de balón y un triple, se colocaba cuatro arriba a falta de menos de 2’ (75-79). El escolta estadounidense celebró el triple haciendo «el avión» y nos dejó una de las imágenes más icónicas del club. Ni la pausa tras tiempo muerto de Trifón Poch cambió los planes de un Estudiantes derrumbado, abatido. La estocada final la iba a dar, quien sino, James Augustine, que sentenciaría el partido dándole la victoria con una canasta que colocaba el 80-86 final.
Las lágrimas colegiales eran el fiel reflejo de una entidad que perdía la categoría por primera vez en su historia. En el otro lado sucedió todo lo contrario: los jugadores, empleados y aficionados lloraban de alegría. En la celebración de este logro, Udoka nos dejó una mítica imagen con su ‘Apaho’. A día de hoy, los protagonistas de aquella gesta todavía se emocionan. Y es normal. Aquello fue el comienzo de una época dorada…
Esa permanencia fue el inicio de muchas cosas
La victoria frente a Estudiantes marcó una década y dos años inexplicable: los objetivos cambiaron con la entrada de UCAM como propietario y se lograron cosas que, en la época de LEB Oro y el primer año post-ascenso, parecía inalcanzables como la clasificación al playoff por el título o disputar partidos de competición europea. Todo eso se lo debemos a un grupo de jugadores y a un entrenador que revirtió una situación muy adversa.
Aunque no solo hay que mirar en el lado deportivo, también en el social: ese partido a vida o muerte fue el motivo por el que se creó la peña «Sufridores», que acompañó durante unos años a la Zona Pimentonera y Triple Doble. Hoy en día son ocho las peñas que apoyan al UCAM Murcia en cada partido como ya mencionamos al inicio de la temporada pasada. Lejos quedan ya los asientos vacíos en un Palacio que se va llenando cada vez más con el paso del tiempo, y esto es algo que debemos a esa plantilla.
Esa victoria fue el inicio de algo muy grande…
Imágenes de ‘Solobasket’ e @infocbmurcia.
Estudiante de periodismo en la UMU