En extrañas circunstancias.
Zamora recibe a Udea Algeciras en una situación muy diferente a la que se podía haber presupuesto hace meses. Los castellanos están imparables y los gaditanos luchando contra sus peores temores.
Son dos equipos con un diseño, al menos en sus intenciones, bastante parecidos, unas aspiraciones de dominar o de asentarse en la parte alta, con la diferencia de que los locales están incluso superando los pronósticos , y los visitantes están con el agua al cuello, mostrando signos de recuperación muy evidentes, pero con un margen de error que se empieza a acercar a cero. Nunca pensaron en enfrentarse estando líder contra colista pero la realidad es esta. No sabremos sobre la pista si se verá esta diferencia.
Zamora viene de dar un golpe en una mesa en la que además no es facil darlo. Morón es una pista que aprieta mucho y donde a los jugadores a veces les falta oir hablar en griego para sentirse como en el Pabellón de la Paz y la amistad de Atenas; después de perder por 8 puntos el primer cuarto fueron capaces de remontar y de hacer en el segundo tiempo un parcial de + 25, ahí es nada, comandados por una de esas piezas que dan un salto definitivo de calidad a las plantillas Leb Plata, un jugador de Leb Oro de los de verdad, no fue una estrella pero sí un jugador en Juaristi con cierta relevancia, y eso cuando bajas una categoría…se nota. El jugador no es otro que el americano Kevin Buckingham.
Son varios los jugadores con capacidad para anotar, y para anotar además lanzamientos triples. Esa licencia la comparten junto con el mencionado Buckingham , el jamaicano Powell y el británico Round; en un día fino en el tiro exterior pueden hacerle un destrozo al más pintado.
Está dominando la liga con mano de hierro, no en vano, solo ha perdido un partido, contra el CB Almansa de Albacete y después de ir perdiendo durante los 3 primeros cuartos tuvo, en un último cuarto de empuje considerable, la oportunidad de vencer, aunque en esta ocasión se le escapó.
Por su parte, Udea se encomendará a la misma fórmula que le dio resultado en su desplazamiento a Huesca y que, por puro nerviosismo final, y quizás falta de práctica en partidos así no le funcionó en el último partido en casa contra Ponferrada. Esta fórmula no puede ser otra que frescura, velocidad en los contraataques y una verdadera lucha por el rebote; entender que cada balón que te capturan en tu aro es una segunda oportunidad gratuita para el otro equipo y que has de hacer sentir a tu rival que o anota a la primera o no habrá más tiros en esa jugada para meter esa presión extra que hace fallar a los tiradores en muchas ocasiones. No hay sensación mejor para un tirador, ni nada que le de más confianza, que saber que aun fallando un lanzamiento no tiene por qué acabarse ahí el ataque.
Con estas premisas se dará pues cita en el Pabellón Ángel Nieto de Zamora, el sábado a las 20 horas dos equipos que a buen seguro en la pista no se mirarán a la cara con la misma distancia que hoy por hoy marca la clasificación.
Autor: Antonio Lara