octubre 13, 2024

Ethan Happ es nuevo jugador del Dreamland Gran Canaria para la próxima temporada. Un duro golpe para la afición del Río Breogán, que seguía soñando con la continuidad del pívot estadounidense. Una continuidad que estuvo muy cerca y que para el propio Ethan Happ fue “una decisión muy difícil”. El propio jugador ya se ha despedido de la que fue su afición durante este curso a través de su Instagram, dando las gracias y diciendo que nunca se va a olvidar de su tiempo en Lugo. Un curso en el que Ethan Happ fue MVP del mes de marzo y en el cual anotó 12,6 puntos, 7,9 rebotes, 1,9 robos y 17,3 de valoración.

Gran Canaria, os lleváis a un diamante

Mis ojos han visto a pocos jugadores con los recursos que tiene Ethan Happ en el poste. Domina los giros como muy pocos elegidos, manteniendo una elegancia pasmosa que te deja con la boca abierta en el movimiento antes de cada gancho o cada finalización. Es alguien que te reconecta con un baloncesto más cercano a épocas pasadas, donde los postes tenían una gran importancia en la capacidad ofensiva de un equipo de baloncesto.

Pero si le sumas a ese juego del poste la inteligencia de un base, te sale Ethan Happ. No es común ver a un pívot subir el balón con la soltura que lo hace el estadounidense, algo que le viene porque en su formación como jugador, jugó de base hasta que pegó el estirón. Por eso también puede asumir la carga de la generación de juego desde el poste y darle una soltura extra al juego colectivo.

La torre es clave en una partida

Happ es como una torre de ajedrez, uno de sus mayores hobbies fuera del baloncesto, ya que puede destrozarte si no estás atento. Y lo hace en los dos aros como el máximo reboteador de la campaña que acaba de terminar. Y sobre todo, su capacidad de capturar rebotes ofensivos es un peligro al poder conseguir muchas segundas oportunidades en un partido. Si a eso le sumas que también es el líder en porcentaje de tiros de dos de la liga, lo convierte en una máquina capaz de arruinarte un partido.

No solo son òfensivas sus armas. En defensa era donde más dudas había en el inicio del curso, pero se fueron cuando se vió su capacidad para recuperar e intimidar. Sus robos, casi dos por partido, permitían al conjunto de Veljko Mrsic salir a toda velocidad al contraataque y conseguir situaciones de canastas fáciles. Pero no solo se quedaba ahí, ya que tiene capacidad intimidatoria y mucha inteligencia defensiva. Además, es un jugador capaz de defender con soltura a gente más pequeña en una defensa de cambios y que es capaz de leer muy bien las ayudas.

No solo es bueno dentro de la pista, también ha demostrado tener una buena conexión tanto con la ciudad como con la afición. Siempre con una sonrisa en la cara y un buen gesto con los más pequeños, algo que lo hace muy grande como persona. Imaginad cómo ha sido la sinergia ciudad-jugador que la afición le dió el trofeo Julio Vila a mejor jugador de la temporada. Lugo lo echará mucho de menos y solo va a pedirle una cosa al Dreamland Gran Canaria: ¡Coidadeo moito!

FOTO DE ACB

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