Nacionalizados

Nos asombramos y tenemos poca memoria de lo que haya ocurrido en nuestro pasado más cercano y el más remoto.
Vivimos en el país del cachondeo. Se hace una ley y después viene el político de turno y crea la trampa.
Esto viene al caso de Lorenzo Brown recién nacionalizado español con el solo objetivo de jugar el Eurobasket.
A mí este hombre no me ha hecho nada y si lo ha conseguido legalmente, enhorabuena por él.
Expliquemos antes una cosa:
La carta de naturaleza es una de las formas por las que un extranjero puede adquirir la nacionalidad española. Eso sí, esta forma tiene un carácter excepcional. Es decir, no todo el mundo puede optar a ella y su solicitud no necesita un procedimiento administrativo concreto.
La nacionalidad española por carta de naturaleza está regulada en el artículo 21 del Código Civil de nuestro país de la siguiente manera: “La nacionalidad española se adquiere por carta de naturaleza, otorgada discrecionalmente mediante Real Decreto, cuando en el interesado concurran circunstancias excepcionales”. Es decir, el interesado en obtener la nacionalidad española debe justificar cuál o cuáles son las circunstancias excepcionales que lo hacen merecedor de la nacionalidad, saltándose así los requisitos que se exigen al resto de personas interesadas en ser españolas.
Qué Lorenzo ha declarado todo su amor por España, no lo dudo. Pero miren más allá. ¿Tiene oportunidad de ser convocado por el combinado USA?
Me da que no. Por eso las declaraciones de amor a el país de la rojigualda. Sin ningún pasado español. Sin nada hecho por ese patriotismo.
Pero les recuerdo el caso de Serge Ibaka, Nikola Mirotic o el descarado delantero Diego Costa que se le dio la nacionalidad cuando su única intención era ser europeo y poder jugar donde quisiera.
Supongo que el caso del mítico Wayne Brabender andaría igual en su concepto pues su nacionalización data de 1968, años en el que llegó al Real Madrid.
¿Se acuerdan del dopado, castigado y sancionado Johann Mühlegg? Se enfada con la federación alemana y “pa España”.
Ansu Fati fue otra nacionalización exprés y la regatista arubeña Nicole van der Velden.
Lo mal que ha hecho España es no proveerse de la capacidad de generar auténticos artistas del balón. Los hay pero salimos de la era Gasol y nos va a costar intentar asomarnos a ese equipo.
Todo esto lo único que nos ha provocado es la acentuación del Alzheimer parcial que sufrimos la sociedad española.
En fin, Lorenzo, bienvenido. No lo comparto, pero bienvenido.

Administrador