Perdemos baloncesto
Reconozco mi larga desconexión con mi ciudad y con el baloncesto cacereño. Si mi vinculación con el deporte de la canasta en otros preciosos lares donde se me ha tratado de maravilla. E incluso los brazos de i baloncesto (en los banquillos) llegó con orgullo a la ciudad de Oxford (UK). Y quizás por el desconocimiento del funcionamiento institucional no me di cuenta del absurdo de la situación de la cantera en Cáceres.
No negaré la mejoría deportiva de la ciudad, pero ¿a qué coste? Siempre me enseñaron que el deporte ha de ser deporte, a lo que yo añadía “pero con competición”.
Antaño había dos ligas y millones de torneos. Se han cargado la de menor nivel, Escolares. Así se llamaba.
Y la nueva y absurda manera de competir, donde se tiende a hacer grupos de cinco o seis equipos, implica que los equipos que no se clasifiquen para la segunda fase estén abocados a finalizar su temporada por enero o febrero.
¿No sería más lógico hacer ligas de 15 o 16 equipos y que la competición vaya hasta mayo?
¿Por qué no dos competiciones de diferente calidad? Pues hay equipos que se cansan de perder 50 – 0 con marcadores cerrados.
Desaparece el baloncesto (desconozco si otro deporte) en numerosos colegios como La Hispanidad (ahora Alba Plata), Josefinas y Carmelitas ya no figuran como tal. San Antonio se fusiona con el Cáceres perdiendo toda identidad.
Quizás ganemos en calidad, pero solo de unos cuantos y esa no es la base del deporte.
Después se organizan campus en verano. Y ¿le interesa a un niño que lleva meses sin competir asistir a ellos?
Y después otra cosa a todos los niveles. Partimos los dos tiempos en cuatro cuartos para intentar parecernos más a la NBA pero no aumentamos cada cuarto a doce minutos. Por cierto, una NBA desmejorada o quizás yo lo vea desde un punto de vista más nostálgico.
Y esto no deja de ser una opinión personal.
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