Segunda final
El Dreamland Gran Canaria buscará una victoria ante el MoraBanc Andorra, en un partido muy complicado para los dos conjuntos, donde empiezan las batallas a vida o muerte.
Quizás, este es el peor momento posible para que el Dreamland Gran Canaria se juegue los cuartos con un partido tan importante pero, ya sabemos que esto no para y, estemos preparados o no para ello, habrá que darlo todo en Andorra.
Después del batacazo del martes en Eurocup, mañana viernes a las 19.30 hora canaria, claretianos y andorranos se verán las caras en la Bombonera. Unos peleando por alejarse un poco de los puestos de descenso directo y los otros, por dar un paso más para adquirir un billete a Málaga. Queremos ir a la Copa.
Los de Jaka Lakovic tendrán que salir a por todas en una cancha que es especialmente difícil. Además, los insulares han entrado en una dinámica extraña, donde se les nota faltos de piernas y de ideas en muchas ocasiones pero han ganado 5 de los últimos 7 partidos en la liga regular.
Por su parte, los de Natxo Lezkano, a pesar de las buenas sensaciones de competitividad y juego que deja su equipo, han perdido los últimos 7 encuentros. Aun así, son un equipo bastante completo, con un Marin Maric que está haciendo una temporada excelente y con un Jean Montero, que les está dando la vida. No voy a hablar del reencuentro con el dominicano porque necesitamos centrarnos en lo que nos viene. Sí puntualizo que vuelve a equivocarse y faltar a la verdad en sus declaraciones, pero el tiempo pone a cada uno en su sitio.
En resumen, partido complicado para unos y para otros. El balance de los 6 últimos enfrentamientos en Andorra se salda con 3 victorias para cada equipo, pero los insulares no olvidan aquella eliminación de la Eurocup, cuando los andorranos ya estaban prácticamente descendidos. Cuentas pendientes aunque ese partido se jugara en Gran Canaria.
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Actitud, actitud y actitud
Eso es lo que necesitará el Gran Canaria si quiere sacar este partido adelante y hacerse con una victoria. Actitud, actitud y actitud. Esperemos que lo del martes no vuelva a repetirse porque no podemos contar los partidos perdidos por “palizas”. Entre otras cosas, porque seguimos necesitando rebajar la diferencia en negativo que tenemos en la clasificación. Ese -25 es una losa que tenemos que quitarnos de encima como sea, ya saben, por lo civil o por lo criminal. Hay que salir a competir desde el segundo uno de partido y sí, digo competir porque fue algo que olvidamos hacer en el último partido de Eurocup. Hay que poner más ganas que ellos, más ímpetu que ellos, más coraje que ellos. Hay que darlo todo en la pista, sin reservarse nada.
La defensa tiene que ser intensa hasta aburrir, sin errores ni despistes tontos, prestando especial atención al punteo de los tiros rivales y a los rebotes, sin rebote no hay paraíso ni beneficio. Utilizar nuestro juego coral para mover el balón también será fundamental. Debemos aprovechar las transiciones para hacer daño, Happ y Lammers están aprovechando bien estas oportunidades. Por último y no menos importante, hay que estar acertados en ataque. Estamos muy fallones y, muchas veces, es porque el tiro no es el más adecuado en el momento, hay que ser más inteligentes. Tampoco debemos excedernos con los pases extras. Pero, sobre todo, necesitamos poner en el partido la cabeza, el corazón y el alma que nos faltó el martes. Esta es nuestra segunda final, si queremos un billete a Málaga, hay que ganar sí o sí.
Los billetes para la Copa están a precio de oro y este es el momento para que el equipo demuestre de qué pasta esta hecho. Somos el Dreamland Gran Canaria que se crece ante las adversidades y ha llegado el momento de demostrarlo. No me conformo con menos.
Foto obtenida de la página web del Dreamland Gran Canaria
