Serbia ante un imposible: vencer a USA
Semifinales del torneo olímpico entre dos selecciones que se han enfrentado en dos ocasiones el último mes, en los partidos de preparación y en la primera fase de los Juegos Olímpicos, en ambas ocasiones con clara victoria estadounidense
Se enfrentan en dos semifinales las cuatro mejores selecciones de la cita olímpica, en una de ellas los anfitriones, Francia, contra Alemania, los actuales campeones del mundo y en la otra, los actuales subcampeones mundiales contra los grandes favoritos, el Team USA. Los pronósticos previos a las Olimpiadas daban como claro favorito a Estados Unidos, con un trío de selecciones candidatas a medalla compuesto por Canadá, Francia y Alemania, a las que siempre había que añadir a los serbios, como posibles candidatos a medalla.
Curiosamente, ambas semifinales son la repetición de uno de los partidos que formaban parte de la primera fase, Francia y Alemania ya se enfrentaron con victoria alemana (71-85) en el tercer partido de la primera fase y Serbia y Estados Unidos con victoria americana (84-110) en la primera jornada del grupo C. Las dos únicas selecciones invictas que quedan (tras caer Canadá contra Francia) son Alemania y Estados Unidos, grandes favoritas a luchar en la final por el oro.
Serbia ha cumplido con las expectativas, todo lo que venga ahora será bienvenido, aunque conseguir “rascar” metal lo va a tener muy complicado
Si presentamos a las cuatro selecciones que siguen vivas, podemos observar que la que peor colocada se encuentra para conseguir medalla es Serbia, aunque seguramente ha cumplido con creces su objetivo al acceder a semifinales del torneo olímpico. Primero porque enfrente tiene al gigante estadounidense, con auténticas leyendas del baloncesto mundial, LeBron James, Kevin Durant, Stephen Curry, Anthony Davis, Joel Embiid o Jayson Tatum, forman parte ya del olimpo del baloncesto, por lo que la lógica nos dice que la victoria es improbable… Y segundo, porque las otras dos selecciones que se repartirán la plaza en la final son la Campeona del Mundo que el verano pasado le privó del cetro mundial a los serbios y Francia, anfitriona con una plantilla repleta de estrellas europeas y de la NBA, jugando en casa ante su público en una de las citas más esperadas (lo cual puede convertirse en un arma de doble filo al añadir una presión a los locales).
A favor de los serbios, a pesar de todos los inconvenientes y rivales de entidad que se van a encontrar, siempre hay que contar con el talento y el gen balcánico, que los convierte en jugadores con un instinto innato ofensivo de primer orden mundial, además de contar con Nikola Jokić, el actual MVP de la liga estadounidense y campeón de la NBA hace dos temporadas, que se ha ganado un estatus de estrella mundial y el respeto de todo el mundo del baloncesto. En el banquillo un “viejo zorro”, con todas las connotaciones positivas que ello conlleva, Svetislav Pesić, un entrenador experimentado y con grandes recursos para sacar lo máximo de los suyos, como por ejemplo el martes ante Australia, con los que en los primeros trece minutos caían de veinticuatro puntos y fueron capaces de reponerse e imponerse para acceder a la siguiente ronda.
Previsible lucha por el bronce
Y aunque no es bueno “vender la piel del oso antes de cazarlo”, todo parece indicar que la lógica del baloncesto les llevará a luchar por el bronce ante Alemania o Francia. Una de las pocas posibilidades que les queda a Serbia ante Estados Unidos es precisamente esa venta de la piel del oso por parte americana, que ellos mismos sean víctimas de esa manifiesta superioridad y que en algún momento del encuentro encadenen un nivel menos excelso de lo habitual y que los serbios no se vayan del partido y en los minutos finales puedan tener alguna oportunidad, más con Nikola Jokić en sus filas, pero se nos antoja muy poco probable…
Sea cual sea el resultado ante Estados Unidos, los serbios han cumplido y han demostrado que son una de las selecciones con las que hay que contar siempre, como pasó en el pasado Mundial de Indonesia, Filipinas y Japón, donde partían previamente como víctimas y estuvieron a punto de convertirse en los dominadores mundiales. Yo por si acaso, me voy a provisionar de un buen acopio de palomitas y me sentaré ante el televisor con la mente abierta, esperando disfrutar de una de las grandes citas mundiales del baloncesto que se pueden ver en nuestros días
Imagen FIBA
