Un verano que se vuelve a adelantar
En algunas competiciones el balón todavía no ha parado. Es más, se está jugando la parte más importante de la competición, esos maravillosos playoffs que dan los ascensos.
En otras competiciones, el balón paró no hace más de una semana. Ya lo hablamos el otro día. Pero lo que está claro que los clubes se parecen a Nueva York, la ciudad que nunca duerme. Y ahora le toca a los despachos. Son ellos los que ponen a hervir el tiempo para que vaya más rápido.
Porque todos en la medida de sus posibilidades, quieren mejorar sus proyectos. Y como vivimos en esa locura de que se vayan 8 para que entren otros 8. No habrá sinergia de grupo en la mayoría de los casos. Se tratará de tener la suerte de que el grupo encaje y se mueva en condiciones.
Pero lo que está claro es que para que se pueda fichar a esos 8 primero tendrán que ir saliendo, tanto solo por el dicho de “dejen salir antes de entrar”.
Y en eso las féminas ya dan su paso adelante. Ya han empezado esos movimientos y ya hay jugadoras que han hecho sus maleta para partir a otros rumbos o simplemente para ir a casa y esperar a que los agentes llamen con nuevos contratos.
Adioses
Ayer el Arasky anunciaba que la pívot argentina Agos Burani y el club deshacen ese noviazgo de años que pareciera ya de tiempo atrás. Pero eso es lo que suelen durar los contratos, como mucho.
En el equipo de los buenos aromas, Perfumerías Avenida, son la pívot húngara Hatar Betty y la base turca Olcay Çakir quienes no van a continuar en Salamanca la temporada que viene.
Y lo mismo pasa al otro lado del país, en Valencia, donde ya han comunicado que “las grandes” (y lo son) Paula Ginzo y Merrit Hempe no siguen. Y un poco más arriba, en Zaragoza, es Serena-Lynn Geldof quien no estará otra temporada.
Y rozando con Francia, En Girona, la que sale es Loz Nicholson. Y es la tercera salida tras Marianna Tolo y Morgan Berstch.
Y lo más triste de todo esto que esa relación, larga o corta, donde hubo miles y miles de palabras, de conversación y de juego, termina tan solo con:
“Desde el club estamos agradecidos por su trabajo y dedicación. Le deseamos lo mejor en su futuro”
Así es el idilio en el baloncesto.
Y muchos más que tienen que venir, por el contrario, pocas renovaciones.
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