diciembre 4, 2024

Alimerka CB Oviedo: Final de una temporada agónica

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Si hay un sentimiento que defina ésta temporada para el Alimerka Oviedo Baloncesto es la angustia, ha sido angustiosa desde antes de empezar cuando el Unicaja banco retiraba su apoyo al equipo ovetense, y de golpe los carbayones veían peligrar su posibilidad de seguir en la categoría sin presupuesto. Fueron días muy duros de incertidumbre cuando se veía el tiempo pasar y no se encontraba manera de asumir lo que implica competir en LEB Oro. Final y afortunadamente apareció el Alimerka salvando al club con su apoyo como nuevo principal patrocinador pero ahora el trabajo que se presentaba era rehacer un equipo desmembrado después de la marcha de  su entrenador Natxo Lezcano al Andorra tras tres temporadas en la capital asturiana, y la marcha de muchos jugadores como fueron: Herve Kabasele,Mathieu Kamba,Hansel Atencia,Sean McDonnell…. Todo esto junto con bajas de larga duración como la de Marc Martí creaba un escenario difícil cuanto menos para lograr crear un proyecto al menos con opciones para la nueva temporada y… pues bien, pasó lo que pasó.

El anuncio de la incorporación de Trifón Poch como entrenador hacía soñar de nuevo, pero había que crear algo competitivo partiendo prácticamente de cero y eso fue todo un reto nada fácil. Un ir y venir de jugadores intentando encontrar un EQUIPO y NADA parecía cuajar. Demostrando partido a partido que si Oliver Arteaga no estaba en la pista el barco se hundía.

Incorporaciones breves que buscaban dar aire y hacer encajar las piezas como fueron Rafael Casanova, Aleksandar Anchejevic ó Noah Bigirumwami ,entre otros, tampoco conseguían lo que parecía buscaba Trifón y el descontento y la desesperación crecían por momentos. Cómo si todo fuese poco la repentina marcha del canterano Alonso Meana dejaba al equipo y afición realmente tocados.

Tras terminar la temporada anterior en un más que digno sexto puesto, el equipo iba a la deriva.

Para muchos la solución pasaba por la marcha de Trifón, para otros la decisión era cuanto menos arriesgada. Así llegó el regreso de Guillermo Arenas y, con él, un soplo de aire fresco. Al menos el equipo se veía con ganas algo que hacía mucho no se notaba. Con la llegada de Fabio Santana, Marc Martí ya recuperado, la confianza creciente en Adriá Domenech y la fabulosa evolución de Clevon Brown dentro del equipo hacía al menos seguir con esperanza.

Oliver Arteaga es manteado por sus compañeros en el día de su despedida.

En la recta final de la temporada llegaron grandísimos partidos como la victoria en casa con el Estudiantes (66/68) pero también llegaron derrotas muy duras como la de frente al Melilla (69/78).

La poca regularidad de los ovetenses hizo sufrir a su afición hasta literalmente el último partido en casa, donde una vez más Pumarín se volcó con el equipo y, aún con sus escasas 1400 localidades, se convirtió en un pabellón gigante apoyando como siempre a su equipo, algo que los jugadores supieron una vez más agradecer al final del partido a grito de:» esto es Pumarín».

Además, la despedida del capitán Oliver Arteaga, junto con la retirada de su camiseta por primera vez en la historia del club, hizo de ese día algo inolvidable.

Ahora después del alivio de la permanencia se presentan nuevos retos como bien recalcó Oli en su discurso de despedida el club necesita más apoyos, un pabellón digno y capacidad de crear proyectos de futuro. Mientras seguiremos luchando y soñando con que la próxima temporada donde el club celebrará su vigésimo aniversario y ojalá sea más apacible.

Imágenes obtenidas de la web del club.

Autor: Verena Alonso

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