diciembre 5, 2024
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Empezar algo nuevo siempre es difícil y para el Morón no este inicio de campaña no ha sido la excepción que confirma esta regla. El balance de victorias/ derrotas habla por sí mismo,  el 0-3 cosechado por los aruncitanos es una realidad, que aunque dura, podría esperarse. Los motivos del arranque de temporada de los de Santaella son variados y con cierta lógica. Estos motivos son principalmente tres: el calendario, la poca pretemporada y las lesiones. Profundicemos un poco más en ellos.

El calendario de Morón, una pesadilla.

Llegas a por primera vez a la máxima competición federativa, esperas el sorteo de la temporada con ilusión y este te pega un manotazo a mano abierta que te noquea. Para un plantilla con 7 incorporaciones enfrentarse en las dos primeras jornadas a sendos candidatos a todo como son Fuenlabrada y Obradoiro supone un reto de una dificultad mayúscula. Si bien en ambos enfrentamientos se compitió y se estuvo cerca por momentos de dar la sorpresa la profundidad del “Fuenla” en el primero y el acierto exterior del “Obra” en el segundo impidieron el milagro. La derrota más dura de lo que llevamos de campaña para el Morón fue la que se produjo el pasado fin de semana ante el Oviedo Club Baloncesto. Los moronenses desperdiciaron una renta de 14 puntos y acabaron sucumbiendo ante los asturianos que tuvieron en Vallinoti a su máximo exponente con 34 puntos. Pese al comienzo tortuoso hay muchas luces dentro de estos grises. La continua mejoría de BJ Mack, la recuperación de Javi Marín de su lesión y la buena defensa mostrada por los sevillanos mantienen firme la esperanza en que cuando la pelotita decida entrar el casillero de  victorias empezará a llenarse de golpe.

Obligados a tener poco rodaje

Esta circunstancia es extensible a todos los equipos que conforman la Primera Feb, pero es cierto que al CB Morón le ha venido peor. El ritmo al que pretende jugar el staff técnico, la intensidad defensiva que exige necesitan de una compenetración total y absoluta y eso por supuesto lleva tiempo. El més de preparación que ha impedido la inclusión de la Copa de España está siendo una losa muy pesada para un plantilla que no se conoce y que viene de realidades muy dispares. Parece que mis palabras están sonando a excusa, nada más lejos de la realidad. El año pasado el pico de forma de este equipo llegó al final de la temporada cuando todos los jugadores fueron capaces de interiorizar y plasmar todos los automatismos planteados por “Santa”. Otro motivo más para seguir confiando y creyendo en el proyecto.

Algunos problemas físicos claves

Lo hemos comentado a la pasada unas líneas más arriba, la lesiones inoportunas también han hecho mella en el seno del conjunto “naranja” especialmente la de su director de orquesta Javi Marín que no pudo estar presente en el debút en la categoría y que en los dos siguientes partidos no estuvo al 100×100. Que el base originario de San Fernando alcance su mejor estado de forma es vital para los intereses del CB Morón, no sólo por la aportación ofensiva si no porque en palabras del propio entrenador : “Javi es mi base”. El cañailla es el engranaje sobre el que gira todo el mecanismo del juego, es el que da equilibrio al equipo y principalmente aporta la experiencia en Primera junto a Parejo. 

Los sueños de permanencia dependen en gran medida de poder adaptarse rápidamente a los nuevos horizontes que se le plantean este año, de que sus jugadores sean capaces de entender un sistema sencillo pero complicado a la vez y de una mejoría sustancial desde el tiro exterior. Veremos si estos factores empiezan a ser efectivos en la cuarta jornada frente al Gipuzkoa Basket . Un rival muy complicado que puede suponer un punto de inflexión en la campaña del Morón . Pero eso como siempre será otra historia, hasta entonces, como siempre, sean buenos y mucho baloncesto

Imagen Redes sociales CAB Obradoiro

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