Nos rompemos todos, Erikas
Parecía que se nos presentaba una temporada halagüeña en cuanto las visitas a los médicos y demás. Sí, algunos golpes y sobrecargas o algún pequeño esguince. Poco más. Y eso que sabemos en Cáceres y en el Cáceres Patrimonio de la Humanidad lo que son lesiones largas. Nuestro Pablo Sánchez la temporada pasada tan solo jugó un partido de pretemporada. Por eso todos andábamos con los dedos cruzados.
Y hoy en la rueda de prensa de esta mañana, las palabras nos hacían pensar en los peor. Adriá Alonso no confirmaba nada, ni tampoco podía desmentirlo. Era cuestión de espera a esos resultados
Otra vez la puñetera rodilla
Y pocas horas después nos llegaba a nuestros correos un comunicado del club que confirmaba que tu rodilla se rompía, y a causa de esto toda la afición sufría el mismo dolor que tú. Tanto físico, como el bajón de moral. Porque para todos y evidentemente para ti ha sido el gran palo de la temporada.
No escribo esto desde cualquier afán informativo. No estamos para eso. Te lo escribo, aunque no creo que lo llegues a leer, por el factor humano que desprende Basket Pasión. Siempre hemos animado en público a los jugadores que han sufrido esta lesión. Pero esta vez me toca vivirlo más cerca. Quizás la distancia en otros jugadores no me hacía estar tan sensible.
Y te digo algo
No pienso en el futuro del equipo. Creo fielmente en el ascenso y aunque tú no estés en pista, estos compañeros tienen la capacidad de afrontar lo que queda de la temporada, sobre todo para dedicarte a ti el ansiado ascenso. No estarás en pista pero seguro que empujarás al equipo desde el punto en donde te encuentres.
A esa afición cacereña
Y a esos que mañana van a llenar el pabellón, porque estoy convencido de que lo harán, si en algo Basket Pasión puede influir en ellos, les gritamos que en cualquier momento que nombre salte a la pista, que si se oye en el pabellón el nombre de Erikas Kalinicenko, recibas la mejor y más estruendosa ovación.
Kali, recupérate lo antes posible y vuelve a deleitarnos con esos tiros a larga distancia, con ese sentido del humor que tienes y con tu duro trabajo. Y no olvides que Cáceres te quiere y nos duele.
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