Se acabó el culebrón del verano en el basket gallego

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Sergi Quintela confirma el run run de estos días y ficha por el Obra, hasta ahora su eterno rival.

Como en la vida misma el basket te da sorpresas, y el fichaje de un jugador por el equipo rival, más que sorpresa es una bomba deportiva en el entorno de estos clubes.

Desde que Obradoiro volviera a la élite del basket español allá por el verano del año 2009 la rivalidad con el Breogán (hasta ese momento el máximo estandarte del basket en Galicia con permiso del COB) fue subiendo quilates. Una rivalidad incluso a veces mal entendida por ciertos aficionados que pensaban que esto era una guerra entre dos ciudades, pero al fin y al cabo una rivalidad que le da vida al deporte, siempre y cuando existan unos límites.

En esta rivalidad destacaban jugadores que eran emblema de su club como lo fueron Corbacho o Pepe Pozas en el Obra y los hermanos Quintela en el Breogán. Las estrellas estaban alineadas y cada uno sabía en que hemisferio jugaba, pero de repente el firmamento basketero acaba de sufrir un terremoto y en parte ha dejado un cierto shock en los aficionados.

Sergi Quintela «o guerreiro do Pazo», jugador aguerrido de los que defendía y representaba con más ardor los colores celestes se va a su eterno rival. Ya hace semanas que existía el rumor, donde fuentes fiables lo daban por hecho y otros decían que era imposible; pero en el día de ayer se hizo oficial la noticia por ambas partes.

Como en su día el caso Tomic, o a día de hoy el mismo Nuñez, el fichaje de un jugador por tu rival deportivo crea cierta tensión en las aficiones. De hecho desde hace horas las redes sociales hierven en noticias de todos los colores comentando el fichaje.

Desde el punto de vista deportivo el fichaje, aparte son las cifras económicas, es poco entendible pues Quintela viene a cubrir el puesto de uno/dos que ahora mismo es el más cubierto del equipo con Leimanis, Arroyo, Davison, Rigo e incluso Millán. Suena a un acto personalísimo del presidente Raúl López y no a una gestión meramente de equipo donde Héctor Galán estaba llevando el tema por otro lado buscando lo que necesitaba el equipo que es ahora mismo un tres fuerte y un pivot titular.

Desde el punto de vista emotivo, es difícil para alguna gente aceptar que una persona tan significada con un equipo cambie en horas a defender la camiseta rival.

Pero desde el punto de vista profesional, todo el mundo tiene el derecho a ganarse el pan donde pueda, y para quien es más complicado todo este tema es para el propio Sergi que va a tener una presión añadida día si y día también, tanto desde Lugo (donde recordemos que deja a su hermano y familia) como desde Compostela donde se va a mirar con lupa todas sus acciones.

Los datos

La pasada temporada, el escolta lucense ha promediado en la ACB 5,2 puntos, con un 25,5 por ciento en tiros de tres, un 41,4 en lanzamientos de dos y un 78,6 desde la línea de personal, 2 rebotes, 2,9 asistencias y 1,1 robos. Además, ha jugado los 34 encuentros de la última campaña, con una media de 19 minutos en pista para una valoración media por choque de 6,6. O sea que si juzgamos a Quintela por sus números posiblemente sea el mejor jugador nacional del equipo y en esto tenemos que fijarnos.

El morbo está servido y en fechas cercanas (Copa de Galicia 20-22 de Septiembre) puede que se enfrenten estos dos equipos y será raro ver a Sergi con la nueva camiseta Obra, metiéndole puntos a su equipo de toda la vida.

Esperemos que estas primeras refriegas de las aficiones se calmen con los días y juzguemos a Sergi por su rendimiento en el campo, donde sabemos que lo dará todo y eso será bueno para el equipo que en el fondo es lo que importa.

Benvido Sergi.

Imágen: Obradoiro CAB

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