DSC_0933

Así es y poco queda para el sueño, para un sueño que debe ser hecho realidad el próximo sábado cuando el Palmer Basket reciba al Cáceres Patrimonio de la Humanidad en el Poliesportiu Son Boix, a las 18:30 para dirimir si es el Palmer Basket quien asciende a Primera FEB o es el Cáceres Patrimonio de la Humanidad  quien lo hace.

Parece que fue ayer cuando todo esto, a través de una ilógica Copa España, empezaba a andar. Cuando las pretemporadas finalizaban para dar paso a la competición de pleno, pero de eso ya 8 meses.

9 puntos

Ese es el gran número y el gran dilema. Si Cáceres se conformará con la defensa de esa ventaja o si realmente saldrá a por el partido. Y Adriá Alonso ya lo tiene claro. Lo que importa es la victoria del partido. Especulaciones, ninguna. Saldrán a muerte para ganar el partido.

9 puntos de diferencia no son una garantía que el juego a dos partidos se vaya a ganar y la prueba está en el primer partido donde el Cáceres Patrimonio de la Humanidad llegó a ir ganando de 22 puntos para al final ganar de esos 9.

Poliesportiu Son Boix será un infierno

5076 asientos lo que delimita el aforo de una pista grande. De las más grandes, sin duda, de la Segunda FEB, con una afición a la que le gusta el baloncesto y a la que le gusta animar enfervorizadamente a sus equipos como buen ejemplo dieron decenas de aficionados desplazados desde la isla para ver a su equipo en Cáceres contra el Cáceres Patrimonio de la Humanidad. Por cierto una afición con auténtica educación.

Una afición que curiosamente lucía en sus camisetas azules “Pasió Basket” por lo que poco o mucho algo tiene que ver con Basket Pasión.

Desde Cáceres toda la fuerza

Sabemos de la dificultad del desplazamiento por lo caro que supone el vuelo y, por lo tanto, la afición se tendrá que conformar con ver el partido desde la televisión en casa, o desde las pantallas que se va a poner por la ciudad.

Será un día histórico como lo fue el del último ascenso, cuando el Cáceres Patrimonio de la Humanidad volvía a ascender a lo que antes se llamaba la LEB Oro de manos de un gran Ñete Bohigas.

¿Qué estará sintiendo estos días Ñete? Seguro que una mezcla de añoranza a ese sueño que años más tarde se puede volver a repetir.

Cáceres por historia no se merecía este descenso. Por resultados está claro que sí. Por eso este sábado tenemos la oportunidad de deshacer ese entuerto. De ganar el partido y de ganarnos el ascenso.

Y después tocará ir despacio. Pasito a pasito. Pensar con la cabeza y proyectar proyectos lógicos que en poco tiempo nos devuelvan a la ACB. Esta vez con el Cáceres Patrimonio de la Humanidad.

¡Vamos, Cáceres!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *