Adiós a la Eurocup
1 | 2 | 3 | 4 | T | |
---|---|---|---|---|---|
Granca | 22 | 14 | 21 | 21 | 78 |
Besiktas | 14 | 22 | 18 | 26 | 80 |
Dreamland Gran Canaria
78
1 | 2 | 3 | 4 | T | |
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Granca | 22 | 14 | 21 | 21 | 78 |
Besiktas | 14 | 22 | 18 | 26 | 80 |
80
Besiktas Emlakjet Istanbul
Dreamland Gran Canaria
78
-
80
Besiktas Emlakjet Istanbul
-
Q1
22- 14
-
Q2
14- 22
-
Q3
21- 18
-
Q4
21- 26
El Dreamland Gran Canaria cayó ante un correoso Besitkas en un partido surrealista e impropio de unos octavos de final, donde el trío arbitral quiso ser más protagonista que los propios jugadores pitando 52 faltas.
No quise empezar esta crónica después del partido porque, sinceramente, necesitaba enfriar la cabeza respecto a lo que vi en la pista del Gran Canaria Arena. Saben ustedes que, en partidos así, no suelo escribir una crónica al uso y la de hoy, no va a ser menos.
Lo que se vivió anoche en el Gran Canaria Arena es, como mínimo, surrealista. Estaremos todos de acuerdo que el Gran Canaria no jugó su mejor partido de la temporada. No es menos cierto que es muy difícil mantener la cabeza en su sitio cuando el trío arbitral te saca del encuentro a base de un criterio inaceptable para unos octavos de final.
Como decía mi amigo Jack el Destripador, vamos por partes porque hay mucho que cortar. No empezaron mal los claretianos el encuentro, marcando el compás con un buen parcial de salida gracias a Happ y Shurna. Los insulares siguieron con su ritmo y su plan pero (atentos a la jugada poque hoy van a haber muchos de estos), se veía venir de lejos que el griego Ioannis Foufis y compañía, querían meter a los turcos en el partido por lo civil o por lo criminal, bueno, mejor dicho, con faltas inexistentes como la primera en ataque de Happ. Este señor ya armó la marimorena cuando vino el Cluj-Napoca y ayer, como si de una película de Hollywood se tratase, quiso ser el actor principal de una película en la que tenía que ser un simple extra. Aun así, los de Jaka Lakovic consiguieron poner un 22-14 en el electrónico.
Estaba claro que la suerte no nos iba a durar toda la vida. Un segundo cuarto con 23 faltas, lean bien porque es surrealista, 23 faltas pitadas de las cuales (si me preguntan) la mitad de ellas ni lo eran, convirtió el partido en una lucha en el barro que beneficiaba a todas luces a los otomanos. Creo que es la primera vez en mi vida que veo a Shurna desquiciarse con un arbitraje. Happ se cargó de faltas en lo que menos canta un gallo y así, nos metimos en un bucle del que no supimos salir. Si hay algo que se le da fatal al Gran Canaria es jugar a lo “marrullero” y se nos da aún peor, ponerle remedio a este tipo de situaciones.
No sólo se pierde un partido por un mal arbitraje
Todos tenemos claro que jugábamos contra más de cinco en la pista aunque, no es menos cierto que, sólo por un mal arbitraje no se debería perder un partido. Las 21 pérdidas de balón cometidas por los insulares condenan a cualquiera. Si a eso le sumamos que nos volvemos a dejar 10 tiros libres por el camino, pues pasa lo que pasa, que terminas peleando por dos míseros puntos al final de un encuentro que deberías tener controlado desde el principio. Con o sin mal arbitraje. Si le añadimos a la mezcla la toma de muchas malas decisiones, tirando a lo loco en lo que deberían haber sido unos ataques en transición sencillos, pues tenemos el resultado de ayer.
El Granca debe trabajar mucho en los aspectos mentales de los partidos. Me explico. Cuando tienes a 3 tipos con un pito que, lo más redondo que han visto es una mesa de noche, y te van a arbitrar de mal tirando a peor, no puedes perder los papeles. Es muy fácil sacar a nuestros jugadores de un encuentro cuando la permisividad arbitral les deja ir más allá del límite y estas cosas, queridos míos, también se entrenan. El no perder la concentración, se entrena. El saber bajar al barro cuando hace falta, se entrena y, por supuesto, el ponerle más garra y coraje que nadie, también se entrena. En algunos momentos somos más flojos que el tabaco holandés y nos sale la vena de Santa Teresa de Calcuta, permitiendo que el rival implante su estilo y sus trabas sin que los nuestros sepan cómo frenar este tipo de acciones.
Decepción sí pero no fracaso
Con la calentura del partido, los aficionados desataron su furia en redes. Fracaso, temporada tirada a la basura, para esto deberíamos haber jugado EL y otras tantas opiniones, todas ellas válidas si se hacen desde el respeto, se vertieron como un reguero de pólvora. Estoy enfadada como el que más pero seamos objetivos por un momento. Lo de ayer fue decepcionante, mucho. Es normal la calentura y el enfado pero no comparto que sea un fracaso porque, entre otras cosas, sólo fracasan los que no lo intentan. Los nuestros lo intentaron, somos los actuales campeones y todos van a partirse el alma contra nosotros. Alguien me dijo ayer que no lo veía así, que eso no influye y siento discrepar pero siempre, de toda la vida, se pone mucho más empeño en intentar ganarle a alguien a quien consideras superior. De hecho, nosotros lo hicimos con el Madrid. Así que sí, cuando eres “el rival a batir” todo el mundo da mucho más.
Les recuerdo que las notas se dan a final de temporada. El balance es de dos competiciones jugadas y dos perdidas, Copa y Eurocup. Ahora bien, para poder perderlas hay que jugarlas y eso habla bien del trabajo de fondo que ha hecho el equipo. Nos clasificamos como cabezas de serie para la Copa, algo impensable al principio de temporada y, hasta ayer, estábamos más que vivos en Eurocup. Si eso lo consideran un fracaso, es que no conocen ustedes el trabajo que conlleva lo logrado.
¿Debemos exigir más? Por supuesto, nadie quiere estar anclado en la mediocridad. La superación e intentar ir a por mejores logros es parte del proceso. Dicho esto, parece que tenemos la memoria de Dori la de Nemo, memoria de pez o memoria selectiva, elijan ustedes su veneno. En serio, no sé cuál de las dos tendremos pero una de ellas, es seguro. Hay que poner en la balanza de dónde venimos los últimos años, lo que sucedió la pasada temporada fue algo mágico e impensable pero Roma no se construyó en un día y las cosas llevan su tiempo. Podemos discrepar sobre fichajes, confección de plantilla y todo lo que quieran pero echen la vista atrás y díganme que creían que íbamos a estar así hace 3 o 4 años, viendo el devenir del equipo y del Club. Habíamos entrado en un bucle sin sentido y estamos saliendo de él poco a poco. No se pueden repetir siempre todas las gestas y hay que saber poner en valor lo que hemos conseguido y cómo lo hemos hecho. Ojalá siempre nos saliera “la cara buena de la moneda” pero parte del proceso de mejora es que te “comas la cruz” de vez en cuando.
¿Y nuestra parte de culpa?
Sabemos que el trabajo duro en la pista lo tiene que hacer el equipo, eso es más que obvio. Ahora bien, ¿qué parte de culpa puede tener la grada? Muchos me dirán que ninguna, que nosotros sólo tenemos que animar, apoyar y el resto es “cosa de ellos”. Aclaremos entonces una cosa, pequeño padawan, ayer nos costó muchísimo entrar en el partido. El ambiente inicial en la grada fue desolador. La temperatura en Narnia era más caldeada que en el Gran Canaria Arena y eso, es una realidad. Cierto que empezamos a calentarnos con la sucesión de errores en el segundo cuarto pero eso nos duró hasta que se fue la banda del pito al vestuario. Dicho esto, pusimos muchas ganas en esos últimos 11 segundos de partido, bueno, lo hicimos quienes nos quedamos para verlo.
Algo se ha roto este año entre la grada y el equipo y no hablo sólo del partido de ayer. Nos está costando horrores animar a los nuestros cuando nos vienen las cosas mal dadas. Quizás sea por la decepción de no jugar EL, quizás sea que no nos han gustado los fichajes pero, si ese es el caso, no hay que pagarlo nunca con los que están en el parqué sino con aquellos que ocupan el palco. Nuestras frustraciones (y vean que me he incluido en cada una de las frases) las estamos enviando en una dirección errónea. Tal vez siempre hemos sido así, un poco fríos a la hora de animar pero no es ese el recuerdo que tengo del CID, ni tan siquiera del propio Arena. Creo que es el momento que también asumamos nuestra parte de culpa. Quizás y, sólo quizás, debemos ir con un poco más de espíritu y ganas porque, créanme cuando les digo que las malas vibras, se contagian.
Y ahora ¿qué?
Ahora toca levantar la cabeza. Reflexionar a dónde queremos ir y cómo queremos hacerlo. Se han hecho cosas mal y otras muy bien pero la temporada aún no ha terminado. Seguimos luchando por los playoffs y estoy con Jaka Lakovic “lo que nos va a definir es cómo vamos a reaccionar”. La cuestión aquí es si queremos sumarnos a esa reacción con el equipo o queremos dejarlos tirados. Necesitamos mejorar aún en muchos sentidos y dejar las actitudes derrotistas metidas en un cajón.
Creo que este equipo tiene ganas de superarse y quitarse estas malas actuaciones de encima. Necesitan perder el miedo a determinados escenarios y volver a ser ese equipo desenfadado que no tiene nada que perder y sí mucho por lo que ganar. La decepción con Eurocup ha sido tremendamente grande. Lo mismo sucedió con la sufrida en la Copa pero no es el momento de tirar la toalla y dejarse llevar por el pesimismo. Es la hora de la verdad, de demostrar que, a pesar de esas decepciones, somos capaces de afrontar el futuro con ganas y con entrega. Algunos me dicen que peco de optimista. Creo que se puede ser crítica con el equipo y aún así, apostar por ellos y su capacidad de mejora. Confiar en que tenemos unos grandes profesionales que van a darlo todo por estos colores, aunque fallen.
Por eso, esta que les escribe seguirá siendo una “soldado de Jaka”, seguiré apostando por los nuestros, seguiré poniendo en valor el trabajo bien hecho y criticando las malas actuaciones desde el respeto, seguiré estando ahí en las buenas y en las malas porque al final, amo estos colores y a este Club. Para aquellos que sólo piensan en el fracaso, les recuerdo que Michael Jordan decía que había “fallado una y otra vez en su vida y es por eso que consiguió el éxito”. Estos jugadores se levantarán y yo estaré ahí con ellos y para ellos, porque juntos seremos capaces de revertir las cosas. Juntos somos más.
78. Dreamland Gran Canaria (22+14+21+21): Slaughter (8), Albicy (8), Brussino (11), Happ (10) y Shurna (5) -quinteto titular-; Landesberg (7), Lammers (14), Kljajic (-), Bassas (7), Pelos (6) y Salvó (2).
80. Besiktas Emlakjet Istanbul (14+22+18+26): Mathews (14), Needham (9), Mtichell (8), Konan (2) y Delgado (11) -quinteto titular-; Allman (10), Ugurlu (8), Arslan (8), Durmaz (-) y Simonovic (10).
Foto obtenida de la cuenta de Twitter del Dreamland Gran Canaria