Eurocup

El actual campeón de Eurocup se estrena mañana frente al Aris Midea de Salónica, en Grecia, a las 18.00 (hora canaria).

Ha llegado el momento. En la mente de todos, sin duda alguna, persiste lo vivido el año pasado, cuando el Granca levantó el título de Eurocup en casa, con su gente, en una noche mágica. Yo estaba allí y lo que viví con este equipo fue indescriptible. Me siento agradecida y bendecida. Bendecida por poder presenciarlo en el pabellón y agradecida a todos aquellos que ayudaron a conseguir este enorme logro del Club.

Hoy empieza de nuevo, la trayectoria del Dreamland Gran Canaria por Europa. ¿El objetivo? Evidentemente, revalidar el título conseguido. No podemos ni debemos desear menos. Después, las cosas podrán ser o no, pero el objetivo tiene que estar claro desde el principio.

Eso sí, no tenemos tiempo para lamentarnos de las dos derrotas consecutivas sufridas en ACB, la rueda no para y mañana hay que dar un salto adelante en Grecia y demostrar por qué somos los actuales campeones de la competición.

Entiendo que en estos tres partidos iniciales el equipo han generado muchas dudas. Dudas en defensa, en ataque, sin recursos contra equipos más físicos, la falta de músculo, de intensidad, de ideas… La lista puede ser inmensa y cada uno tendrá la suya sobre las carencias y virtudes del equipo. La realidad es que no hemos empezado bien en la liga regular y muchos fieles se están poniendo algo más que nerviosos.

Pero también es una realidad que la Eurocup y la ACB no tienen nada que ver. Me explico, porque esto ya lo vivimos el año pasado. La imagen que daba el Granca en casa en liga, era la de un equipo fuerte, consistente, se hizo del Gran Canaria Arena un fortín en la mayoría de los partidos. Eso sí, cada desplazamiento era un sufrimiento mayor que el anterior, irregulares, con falta de determinación y muy poquita fe.

Eurocup era “otro rollo”. Era nuestra competición y nuestro momento. No sólo éramos fuertes en casa, sino que permanecimos intratables fuera de ella. ¿Recuerdan los maleficios que rompimos en Eurocup? Como por ejemplo aquél de que “nunca gana el campeonato el equipo que empieza jugando la serie en casa”. Y, por supuesto, la estadística loca de partidos, 13-0, eso es lo que hicimos. Algo que nunca se había logrado, pero ahí estaban los claretianos para demostrar que querer, es poder.

Dicho esto, ya no hay vuelta atrás, con todas las dudas, carencias y necesidades, esto empieza y hay que dar la cara y algo más.

Las claves: concentración e intensidad

La falta de concentración y de intensidad en los inicios de los partidos, está siendo una de las claves de la debilidad de los amarillos. Ganar partidos pasa por estar concentrados desde el minuto uno. Tampoco podemos salir a pista faltos de intensidad, no podemos ser las “hermanitas de la Caridad” en defensa.

Algunos jugadores no están al 100% físicamente (las lesiones las carga el diablo) y a otros, les está costando captar el sistema de juego del equipo. Esto no es una crítica sino una realidad. Nuestra realidad actual.

Hay que buscar la implicación de los jugadores en el proyecto que tenemos entre manos. Happ y Pelos, por ejemplo, deberían dar ya un pasito adelante y demostrar por qué les hemos fichado. Los pupilos de Jaka Lakovic tienen que empezar a creerse que son un equipo y, por su puesto, deben comenzar a jugar como uno. Nada de batallas independientes, necesitan ir todos a una.

Puedo entender que no estemos acertados de cara a canasta. Cuando la pelotita no quiere entrar, no hay manera. Lo que no puedo disculpar es la falta de compromiso con el equipo, la apatía y la desgana. Lo dije y lo mantengo, los partidos se ganan desde la defensa hacia al ataque y no al revés. De nada te sirve meter cien puntos si tu rival mete doscientos. Matemáticas puras, amigos, así no se ganan partidos.

Los griegos no nos van a dar facilidades. Los Bohorides, Carr, Sanogo y compañía, también quieren arrancar su sueño europeo con una victoria. Todos sabemos lo difícil que es jugar un partido oficial en cualquier cancha griega y este, no lo va a ser menos.

Insisto, concentración e intensidad, cabeza y corazón, defendemos y atacamos como equipo, implicación y compromiso, esas son nuestras claves. Si ponemos en práctica esto, podremos perder partidos, pero nadie podrá decir que no lo hayamos intentado.

ACTITUD e INTENSIDAD, así, en mayúsculas. Eso es lo que le pido a los nuestros. Que no se achiquen y que den la cara en el partido de mañana porque, si el año pasado fue difícil ganar, este va a ser peor y nosotros, permítanme que les diga, necesitamos ganar para reencontrarnos con nuestro destino. Y, por supuesto, que Europa sea de nuevo un poquito más amarilla.

Fotografía Dreamland Gran Canaria

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