El Albacete Basket en lucha contra la fatalidad.

Las cuentas son claras. Quedan tan solo tres jornadas para la finalización de la fase regular de LEB Oro y el Albacete Basket mantiene opciones de salvación, aunque depende, y mucho, del resultado de terceros equipos. Las condiciones que se tienen que dar para que se obre el milagro es que Alimerka Oviedo pierda sus tres partidos y Juaristi ISB al menos dos para que Albacete Basket se pueda permitir una derrota. Se pueden hacer más cábalas, pero la más clara es la que ha quedado expuesta en las líneas anteriores.
Este domingo a las 12.30 en el Pabellón del Parque de Albacete viviremos una auténtica final entre el Albacete Basket y Melilla Sport Capital. Partido que, en caso de derrota visitante, puede suponer su descenso automático a LEB Plata. Es decir, se dan todos los ingredientes para vivir un choque cargado de tensión y agonía por todo lo que se juegan ambos equipos en la cancha.
La directiva de los manchegos está haciendo un auténtico esfuerzo para llenar las gradas del Parque para que se convierta en una olla a presión que pueda llevar en volandas a los de David Varela hacia la victoria. Pero en esta categoría, tan pareja y maravillosa, no se puede vender la piel del oso antes de cazarlo. Y más si tenemos en cuenta a las alturas de la temporada en la que nos encontramos, en la que cualquier resultado es posible. Sin embargo, los melillenses arrastran una racha de 5 partidos sin conocer la victoria lo que justifica que ocupen el farolillo rojo de la tabla y lo que puede generar un negativo exceso de confianza entre la parroquia albacetense.
Los de David Varela se suelen crecer con los grandes de la categoría y arrugar con los de “su liga”. Esto es algo que no puede pasar el domingo. No hay margen de error posible y es necesario asegurar una victoria absolutamente necesaria con el juego intenso y luchador que ha caracterizado al equipo durante toda la temporada. Es innegociable dejarlo todo en la pista, cosa de la que no nos cabe la menor duda.
Es un partido en el que se debe arrimar el hombro y llenar el Pabellón del Parque hasta la bandera para mostrar que aún creemos en la permanencia. Albacete, por población y afición, se merece tener un equipo de baloncesto en una categoría de la calidad y profesionalidad como es la LEB Oro. Pero también mostrarse orgullosos por el trabajo realizado por una plantilla y equipo técnico que nunca se ha dejado llevar por la fatalidad y que no ha bajado los brazos. Es todo ejemplo deportivo lo que demuestran estos jugadores partido tras partido.
Un domingo para marcar en la agenda para confiar, para pensar que mientras hay vida merece la pena seguir luchando. Las cuentas, como se ha dicho, son claras. Está complicado, mucho, pero no imposible y hay que agarrarse a este clavo ardiendo.
(Foto obtenida del club)
