El Barris Nord rugió como nunca

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UCAM Murcia

Hiopos Lleida

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UCAM Murcia

  • Q1
    18- 11
  • Q2
    18- 13
  • Q3
    20- 23
  • Q4
    23- 30

Hay victorias que no se explican con estadísticas, sino con el corazón. Con el aliento de más de cinco mil gargantas convertidas en ejército. Con la piel de gallina, los dientes apretados y el alma en vilo. Lo que vivió este domingo el Espai Fruita Barris Nord no fue solo un partido de baloncesto. Fue una batalla. Una de esas que forjan leyendas y cicatrices. Una de esas que se recuerdan por años. El Hiopos Lleida venció 79-77 al UCAM Murcia en un duelo que fue eso: una guerra sin cuartel entre un equipo que se juega la vida y otro que aspira a la gloria del ‘play-off’.

Y los de Gerard Encuentra, como los buenos soldados, aguantaron. Resistieron la carga final murciana como un regimiento atrincherado en su bastión. Defendieron su territorio con uñas, dientes y Bozic. Sobre todo, con Bozic. Un jugador hecho de acero yugoslavo, que dejó el alma en la pista con 12 puntos, 5 rebotes y 4 robos. Y cuando el balón quemaba, cuando el viento de la derrota soplaba fuerte, cuando el UCAM ya olía la sangre… apareció el carácter.

Un comienzo de trinchera

El Hiopos entró al partido como los viejos guerreros: con hambre. Con rabia. Con la memoria fresca de la paliza en Andorra y la promesa silenciosa de no fallar de nuevo. Salió a por todas. Sin especular. Y en los primeros cinco minutos ya mandaba con autoridad (10-2). El UCAM respondió con Ennis y Radovic, pero el tono estaba claro: esto no iba a ser un paseo por el Segrià.

Con un pabellón encendido desde el salto inicial, y Wiggins encadenando acciones vitales, el primer cuarto cayó del lado ilerdense (18-11), y el segundo confirmó que, por mucho que los murcianos vinieran con galones, esta vez tendrían que sudar sangre si querían llevarse algo de Lleida.

Sito Alonso, desesperado, paró el partido cuando vio el marcador 28-18. Pero ya era tarde. El Hiopos defendía como se rezan los himnos: con solemnidad y devoción. Villar, implacable, y Batemon, eléctrico, pusieron la directa. Al descanso, el marcador decía 36-24. El Barris Nord olía la gesta. Y los jugadores, también.

Trifulcas, épica y resurrección murciana

El tercer cuarto fue una batalla de desgaste. Antetokounmpo, con 11 puntos, levantó al UCAM del barro. Y entre empujones, antideportivas y miradas de plomo entre Muric y Kurucs, el partido entró en su zona más oscura. Allí donde el miedo habita y solo los valientes siguen creyendo.

Pero el Hiopos lo hizo. Con Wiggins aportando oxígeno desde el banquillo y Bozic robando balones como quien roba banderas enemigas. Al final del tercero, el +9 (56-47) aún mantenía en pie al Barris Nord. Pero el último cuarto no estaba escrito.

El infierno de los últimos minutos

El inicio del cuarto definitivo fue de Oriola. El capitán, el gladiador, el que siempre da la cara cuando el mundo se derrumba. Siete puntos suyos y un 65-52 que parecía definitivo. Pero no. Nunca lo es en este deporte cruel.

Dos técnicas, una a Bozic y otra a Oriola, lanzaron a Hakanson al escenario. El sueco se convirtió en un demonio de ojos fríos. Anotó 17 puntos en el último cuarto. Redujo la distancia a uno. Y con once segundos en el reloj, todo un pabellón aguantaba la respiración.

Pero el Hiopos, este Hiopos de hierro, supo jugar los últimos compases como los veteranos. Con cabeza, con temple. Y cuando sonó la bocina, el grito fue unánime, feroz, brutal: ¡Salvados! O casi. Pero con esto ya se puede soñar.

Bozic, el bastión. Batemon, el alma. Villar, el corazón. Y Wiggins, la pólvora. Pero sobre todo, el Barris Nord. Ese pabellón que cuando se convierte en caldera, cambia el curso de los partidos. Porque aquí, en Lleida, cuando el público se mete, cuando el equipo cree y cuando la historia lo exige… pasan cosas. Y el domingo, pasó una de las grandes.

Esto es baloncesto, esto es la Liga Endesa.

Ficha técnica

79 – Hiopos Lleida (18+18+20+23): Batemon (14), Villar (13), Paulí (3), Bozic (12), Oriola (9), cinco inicial- Wiggins (11), Walden (-), Bropleh (5), Muric (4) y Hasbrouck (8).

77 – UCAM Murcia (11+13+23+30): Kurucs (5), Sant-Roos (9), Diagné (3), Hakanson (23), Ennis (12) -cinco inicial- Radovic (4), Radebaugh (8), Neves (-), Stephens (-) y Antetokounmpo (13).

Árbitros: Carlos Cortés, Jorge Martínez y Esperanza Mendoza. Eliminados Oriola y Kurucs..

Incidencias: Partido de la trigésima jornada de la Liga Endesa disputado en Barris Nord (Lleida) ante 5.193 espectadores.

Foto: M. Pilar Gómez Ayuso

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