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El CB Morón visita uno de los pabellones más emblemáticos de nuestro país, para enfrentarse al UEMC Real Valladolid

El destino, a veces, tiene caprichos curiosos y el baloncesto no está exento de verse involucrado en sus designios. Nos vamos a transportar al día tres de enero de este año. En esa fecha el CB Morón conseguía la primera victoria de su historia en Primera Feb derrotando al Amics Castelló, justo después de esa hazaña se enfrentaría en casa al UEMC Valladolid. Pues bien, el pasado martes los aruncitanos lograron la segunda victoria de la temporada y el azar ha querido que el rival a visitar tras la misma sea de nuevo el club vallisoletano.

En aquel enfrentamiento de principios de año los pucelanos, hicieron bueno aquel viejo axioma deportivo de “A entrenador nuevo, victoria segura rompiendo una mala racha que los traía de cabeza. Hablando con el diario del lunes, la llegada de Iñaki Martín no surtió el efecto deseado y los castellanos leoneses, lejos de mejorar, aún coquetean con los puestos de descenso directo. 

Así pues lo que se verá el próximo sábado en el Pisuerga será un duelo entre dos equipos que se juegan la vida y que llegan desde puntos antagónicos de lo moral tras la jornada intersemanal. 

Un cuarteto sólido

Al contrario que muchos de los equipos de la liga la base de la estructura del UEMC no es triangular, sino cuadrada. Una terna de 4 jugadores que son los encargados de hacer funcionar al equipo y que al mismo tiempo cuando uno de ellos falla las posibilidades de victoria de los blanquivioletas se reducen exponencialmente.

En primer lugar tendríamos al combo guard Mike Torres, que ya fue decisivo en el anterior cara a cara entre ambos conjuntos. Torres destaca por ser uno de esos anotadores que no tienen fin, capaces de entrar en racha en cualquier momento y desbalancear el marcador a su favor en un abrir y cerrar de ojos. Si a esto le sumamos su amplia experiencia en las competiciones feb, nos daremos cuenta de quién maneja los hilos.

El acierto desde más allá del arco es cosa del esloveno Maj Kovacevic. Un tirador excelso, que aunque no esté teniendo su mejor temporada, a lo largo de su carrera siempre ha rozado el 45% desde la larga distancia. Eso quiere decir, que como ante el Ourense las ayudas tienen que llegar perfectas sin dejar ningún tipo de ventaja que el bueno de Maj pueda aprovechar, ya que no sólo tiene la amenaza exterior pudiendo echar el balón al suelo y buscar el aro con potencia y efectividad.

Toca irse al interior de la zona para descubrir a nuestro siguiente protagonista que no es otro que el estadounidense con pasaporte francés Josh Mballa. Con sus 203 cm es un ala-pívot versátil que si bien tiene predilección por ir directo al aro y jugar al poste aprovechando su físico, no le hace ascos a anotar desde fuera cuando tiene la oportunidad, Esta capacidad de adaptación lo convierte en el complemento perfecto del mencionado Kovacevic, puesto que en numerosas ocasiones intercambian posiciones haciendo que la defensa rival dude a quién seguir en los indirectos. 

La referencia interior del UEMC Valladolid no es otro que el pívot nacido en Arizona Shemar Wilson. Un “center” muy potente,con mucha movilidad que destaca en la ejecución del bloqueo y continuación que suele terminar cerca del aro. Otra de sus virtudes es la de ser un protector del aro cambiando titos o taponando, todo esto además acompañado de un instinto tremendo para cargar el rebote ofensivo y para colocarse en el box out.

A parte de estos cuatro señores cabe destacar la presencia del base Agustí Sans, un maestro en llevar el partido al ritmo que más conviene en cada momento y la de su última incorporación Samkelo Cele. El sudafricano  ha venido para aportar intensidad y una rotación más amplia, papel que ha cubierto a la perfección.

¿El principio de algo?

El festín de juego que se dio el CB Morón frente a Ourense puede convertirse en una confirmación de cambio ante Valladolid. Las buenas sensaciones, la intensidad atrás y el acierto demostrado por los sevillanos, no debe quedarse en flor de un día tiene que continuar para poder mantener alguna esperanza de permanencia.

Parece que Dani García ha encontrado un quinteto que le satisface, eso unido a la vuelta tras su lesión de Javi Marín ha supuesto, abrir de nuevo las ventanas que llevaban bastante cerradas permitiendo ventilar las ideas para afrontar lo que resta de la temporada de la mejor manera posible.

El reto de ganar en Valladolid,no es sencillo, será un encuentro duro y a cara de perro, donde ninguno de los dos equipos querrá dar su brazo a torcer. Pase lo que pase el sábado será otra historia, hasta entonces.. sean buenos y mucho baloncesto

Imagen : Youtube UEMC Valladolid

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